Valoración: Recomendable
Nunca es fácil reseñar un libro de relatos, o al menos, para mí no lo es, sobre todo en casos como éste, cuando de las catorce historias que contiene la obra, tres me han parecido excelentes mientras que el resto me han dejado más bien indiferente (y ojo, con esto no quiero decir que no estén bien escritas o que adolezcan de problemas de ritmo o incoherencia argumental u otros defectos, digamos, relevantes).
El autor del libro de relatos que hoy nos ocupa es el célebre escritor español Javier Marías, del que ha hemos reseñado algunos libros en este blog, y que despierta opiniones encontradas entre los lectores, siendo muy admirado por algunos (hasta el punto de que se han oído ecos de premionobel por ahí), y considerado bastante aburrido por otros. Yo prefiero hablar de lo que me parecen sus obras en sí y, bueno, para qué negarlo, disfruto mucho con sus reflexiones en cierto suplemento dominical y considero que, guste o no, con él podemos hablar de calidad literaria, algo que echo mucho en falta en bastantes escritores patrios de nueva hornada.
Las temáticas de los mismos son variadas (cierto capitán del ejército de Napoleón durante la campaña de Rusia, un fantasma burlón, doppelgängers fastidiosos...), y un par de ellos contienen guiños literarios a la obra del propio autor: en uno aparece, de crío, un personaje creado por Javier Marías para su novela El hombre sentimental, el León de Nápoles; y en otro, el escritor John Gawsworth, que se mueve por dos novelas del escritor, y que en esta ocasión aparece con un registro insólito...
Pero los que mejor sabor de boca me han dejado, han sido los que a continuación resumiré brevemente.
Mientras ellas duermen (escrito en 1990), que da título al compendio y que narra una historia repleta de ingredientes jugosos, a saber: maduro con lolita de belleza tan perfecta que resulta irreal; voyeur que coincide con la parejita en un entorno playero y que no puede dejar de mirarla y sentirse intrigrado por ella a pesar de estar acompañado de su propia esposa, y confesión insólita del Humbert Humbert de turno al voyeur cotilla. Por cierto, se dice, se comenta, que el director de cine Wayne Wang (Smoke, El club de la buena estrella...) prepara adaptación al cine. No sé yo si la cosa da para tanto, pero en fin, veremos...
Portento, maldición (de 1978), que me ha recordado algo a ese relato de Cortázar en el que un crío cuenta ásperamente sus experiencias cuidando de su ¿hermano? ¿rarito, especial, retrasado? Sólo que en este caso, los protagonistas son un "monstruito" superdotado para la música y su sufrido padrino, narrador de su extraña relación con el primero.
Lo que dijo el mayordomo (de 1990), un corto y excelente artefacto literario basado en una experiencia que el autor vivió en carne y hueso, cuando se quedó atrapado en un ascensor de Nueva York con un intrigante mayordomo. Digamos que el tipo aprovechó la situación para desahogarse ante el desconocido Marías y contarle una tremenda historia, y de esa experiencia brotó este cuento que me ha dejado con los ojos pegados al papel desde la primera línea hasta leer su magistral final. Cuento que hasta el propio Francis Ford Coppola lo alabó, aunque de llevarse al cine, me gustaría ver detrás de las cámaras a Wes Craven.
Y nada más que decir.
Otros libros de Javier Marías reseñados en Un Libro Al Día: Los enamoramientos, Los dominios del lobo, Todas las almas, Vidas escritas, Corazón tan blanco
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