Idioma original: español
Año de publicación: 1983
Valoración: recomendable
Con Rosa Montero me ha pasado algo que no me suele pasar nunca, o casi nunca: que conocí antes a la escritora, que a sus obras. No soy nada mitómano: no suelen interesarme demasiado los escritores como personas, sino solo como escritores. Pero en este caso, cuando Rosa Montero vino a dar una conferencia en el Instituto Cervantes de Lisboa, medio por placer medio por negocio fui a oírla. Y me pareció una mujer muy simpática, muy cercana, sin ningunas "ínfulas" de escritora. Muy natural en sus respuestas y con un lenguaje muy llano. Me cayó bien.
Y estas impresiones se trasladan ahora a esta novela, una de las primeras de la autora, escrita hace ya casi treinta años. Porque es, como su autora, una novela sin ínfulas ni falsas pretensiones, centrada en la trama y en un puñado de personajes entre adorables y ridículos (Isabel/Bella, Antonio y Antonia, principalmente, con el Poco, Menéndez y Vanessa como secundarios de lujo), que se relacionan en torno a historias y lugares compartidos, pero sobre todo en torno a una idea básica: la incomprensión y la violencia que caracteriza las relaciones hombre-mujer, en esta obra al menos. La verdad es que la visión de los hombres que da esta novela es tremenda: machistas, egoístas, violentos, aprovechados, obsesos sexuales... Espero que Rosa Montero no piense eso de (todos) nosotros realmente...
Una parte del argumento de la novela gira en torno a los boleros, y el argumento mismo parece sacado de uno de ellos: amores pasionales y destructivos, personajes oscuros, destinos trágicos... Y ese final melodramático, anunciado, es verdad, desde las primeras páginas de la novela, pero que sorprende aun así por su brutalidad y su rapidez (algo excesiva para mi gusto, pero es solo una opinión). No se espera uno una resolución así de una novela que hasta entonces tenía más bien un aire melancólico.
Y en cuanto al estilo, pues es como el de Rosa Montero cuando habla en el Instituto Cervantes de Lisboa (¿al final será verdad que el estilo es la persona?): claro, directo, sin pretenciosidades ni preciosismos, con algunos elementos de humor y una concisión general casi periodística. Una de esas prosas que hacen que casi ni las notes, y que al cabo de unas cuantas páginas te dejan ver la trama como si fuesen un cristal transparente (lo cual en sí mismo no es ni un elogio ni una crítica, que conste).
A lo largo de los siguientes meses voy a leerme más novelas de Rosa Montero, medio por placer medio por negocio. De momento ya he comprado Crónica del desamor y Lágrimas en la lluvia, su primera y su última novela... Será interesante ver cómo ha evolucionado su escritura a lo largo de los últimos 33 años...
También de Rosa Montero en ULAD: La ridícula idea de no volver a verte, Lágrimas en la lluvia, Temblor, La hija del caníbal, Amado Amo, Crónica del desamor
Crónica del Desamor me pareció en su día una digna novela de aprendizaje. Luego leí ésta y me dejó de interesar RM hasta que, tiempo después, una amiga insistió para que leyera La Hija del Canibal, entonces pensé que no le daría otra oportunidad (fáciles, tópicas, momentos inverosímiles...) pero más tarde me regalaron La Loca de la Casa, en la que alardea de crítica literaria con cuatro lugares comunes. Y por ahí sí que no paso. Creo que nunca más (aunque, visto lo visto, no diré "de esta agua...")
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, hace tiempo que dejé de leer monteradas. Es de un facilón que raya la simplonería. Es como si contara la vida de alguien de corrido, como si detrás de cada historia hubiera un sino que forma parte del refranero popular. No entiendo cómo esta tipa sigue escribiendo.
ResponderEliminarTe recomiendo "La ridícula idea de no volver a verte". Se ha convertido en mi libro favorito. IM-PRE-SIO-NAN-TE!!
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