Título original: Chaesikjuuija (채식주의자)
Traducción: Sunme Yoon
Año de publicación: 2007
Valoración: decepcionante (por el Nobel y el ‘muy recomendable’ de la reseña original)
Obviamente, Kang no tiene la culpa de que le dieran el Nobel y, probablemente, por la expresión que muestra en las entrevistas, tampoco le emociona mucho. Acaso lo sienta como un lastre que tiene que llevar de ahora en adelante (no lo digo por el jugoso premio en efectivo). De no ser así, el mayor de sus problemas será esta reseña negativa.
La fiebre del K-pop y los culebrones coreanos pueden distorsionar nuestra percepción sobre un país sumamente conservador y que, hasta hace pocas décadas, estaba un tanto al margen de las tendencias del mundo occidental. Incluso ahora, el vegetarianismo (veganismo, etc.), como estilo de vida de uso común, es algo propio de la India, Europa y, aunque usted no lo crea, de México. Sin embargo, y salvando las casi dos décadas que nos separan de la publicación de este libro, el vegetarianismo visto como el colmo del retraimiento social parece un poco exagerado. Entiendo que aquí se usa solo como un ejemplo de todo aquello que la sociedad nos empuja por el esófago (literal y metafóricamente), pero, siendo así, no entiendo la insistencia en algunos pasajes sobre el oprobio que cae sobre una familia cuando una de sus integrantes decide dejar de comer carne.
Creo que este libro es bueno. Estoy de acuerdo con la mayoría de los puntos positivos de la reseña original. Pero, como dice la valoración, la decepción proviene de las grandes expectativas que me había hecho. Por lo que les exhorto a leer dicha reseña y el cintillo del libro para que se den una idea de la trama y de los elogios recibidos. Me limitaré aquí a aquellos aspectos que considero negativos.
Los personajes los siento un tanto unidimensionales. Un ejemplo: el marido. Macho, violento, pusilánime, etc. Parece villano de telenovela coreana. Su única razón para elegir esposa fue porque quería precisamente eso, una esposa: sumisa, invisible, obediente, etc. Lo cual me hace cuestionarme las motivaciones de la protagonista. Parece totalmente irrelevante para su propia vida. Vive encerrada en sí misma. Bien podría ser autista, aunque de eso no va el libro. La violencia, el machismo, la presión social, etc., la tienen paralizada, hasta que el hecho de dejar de comer carne, en lugar de liberarla, parece hundirla aún más en ese pozo interno. Una persona derrotada. Espero que no sea por eso que a muchos les llegó al corazón.
Otro punto: el vegetarianismo como alegoría. Elegir la pasividad y la indolencia como alternativa a la violencia me parece que se queda un poco a medias. Me gustaría dar un ejemplo para contrastar. En "Pastoral americana", de Roth, la hija del protagonista se convierte al jainismo de una manera tan radical y aparentemente irracional que acaba por destruir su propia humanidad. Una historia sobrecogedora. A "La vegetariana" (sin ánimo de hacer un juego de palabras) le falta carnita.
Por último, no puedo dejar de recalcar que me parece una buena historia, pero no supera la vara tan alta que le pusieron.
Otras obras de Han Kang reseñadas en ULAD: Actos humanos, La clase de griego, Blanco
Reseña original: La vegetariana
Está bien la contrarreseña, habrá que leerlo y ver si estamos de acuerdo con la reseña original o con esta.
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