Idioma original: Español
Año de publicación: 1950
Valoración: Muy recomendable alto
Publicada en 1950, cuando Delibes contaba únicamente con 30 años, "El camino" es una novela dotada de una belleza sencilla, emparentada en cierta forma con el neorrealismo italiano y con la novela existencialista, en la que un suceso tan "nimio" como la partida de Daniel, el Mochuelo, de su valle natal a la ciudad con el fin de "progresar" es el punto de partida para una historia en la que se alternan dos tiempos y varias posibles lecturas.
Los tiempos serían el presente constituido por la noche previa a la partida y el pasado formado por los recuerdos, imágenes y sensaciones que las historias de los vecinos de la aldea dejan en Daniel. Así, pasado y presente aparecen unidos en lo que puede y debe ser leído como novela de formación ("los grandes raramente se percatan del dolor acerbo y sutil de los pequeños", "el poder de decisión le llega a un hombre cuando ya no le hace falta para nada"...), pero también como retrato costumbrista de la España rural de la posguerra, como novela social "en ciernes" o anunciadora de las posteriores "Las ratas" o "Los santos inocentes", como novela picaresca, etc.
Más allá de estas posibles lecturas, varios son los aspectos que destacaría de la novela:
- La elección de narrador omnisciente. No es infrecuente el uso de la primera persona en este tipo de narraciones protagonizadas por niños, pese a que el riesgo de caer en "impostura" es grande. Aquí Delibes opta por la tercera persona para la reconstrucción, desde la óptica de Daniel, de la historia del valle y de la vida del propio Daniel. Con esto consigue, al mismo tiempo, transmitir veracidad y cercanía.
- El final de la inocencia, magníficamente dibujados a través de los sucesivos descubrimientos que, voluntariamente o no, realiza Daniel.
- Los personajes. "El camino" es, por encima de todo, una novela de personajes (como tantas otras de Delibes, por otro lado). Y no solo Daniel, el Mochuelo, con su desasosiego cósmico, o Roque, el Moñigo, o Germán, el Tiñoso, sino que los secundarios también contribuyen a la creación de ese pequeño mundo a escala que es el valle.
- La representación del mundo rural. El riesgo de caer en la idealización de la infancia y de su mundo es evidente, pero Delibes lo esquiva presentando un mundo rural lleno de claroscuros. Pese a que las descripciones de paisajes sí que transmiten la sensación de "Arcadia feliz", los personajes y situaciones reflejan la variedad de sentimientos, virtudes y defectos que podemos ver en cualquier persona, lugar y tiempo, lo que hace de "El camino" una novela atemporal.
- Novela sensorial. Por todos es conocido el amor de Delibes por la naturaleza, lo que se traduce en que "El camino" sea una novela con olor a heno, a hierba recién cortada, a moñiga, etc.
- Last but no least, el humor y la ironía. Creo que este es uno de los aspectos más sorprendentes de la novela. Y es que el comienzo de la novela no parece presagiar nada similar, pero muchos de los personajes y situaciones tienen un punto entre lo trágico, lo cómico y pícaro. Sirven de ejemplo las travesuras de los capítulos XIV y XV o las andanzas de las Guindillas, de Quino, el Manco y demás.
Koldo, gracias:
ResponderEliminarMiguel Delibes es mi escritor preferido y "El camino" es una delicia; no sabría decir cuántas veces lo he leído. En este caso, lo admiro como escritor y como persona, tras leer sus obras, ver documentales y leer mil artículos y entrevistas.
Acertó a desentrañar Castilla. Cuando veo el cielo de Castilla, me siento en casa y recuerdos sus libros.
Por cierto, él decía que sus hijos, cuando eran jóvenes, no entendían el conflicto de la novela: ¿cómo iba a preferir "El mochuelo" su pueblo a la ciudad?
Recuerdo que fui a sacar este libro de la biblioteca y me dijo el bibliotecario: "si no lo has leído, no podrás parar hasta que lo acabes" Es muy bonito, delicioso y tierno.
Luego lo compré, y ahora tengo tres versiones y la edición manuscrita.
Qué grande don Miguel
Saludos
Me ganaste con lo de "una novela con olor a heno, a hierba recién cortada..."
ResponderEliminarAnotada.
Pues sí, Lupita, un grande! Absolutamente universal dentro de su "localismo".
ResponderEliminarY en cuanto a los olores y demás, amigo Sebastián, Delibes era gran amante del campo y la naturaleza. Así, paisajes, labores y sensaciones vinculadas a estos se convierten en un personaje más. Y como digo antes, pese a ser una novela ambientada en un tiempo y lugar muy concreto, es una novela plenamente universal.
Abrazos!!
Hola de nuevo:
ResponderEliminarAcabo de ver que la serie basada en la novela está disponible en la web de Rtve. Es de 1978, y, por lo que recuerdo, una maravilla.
Me parece un buen plan para un finde, al menos para los que no podemos salir de casa.
Saludos
Espléndida reseña. Es muy acertada esa mención al entronque de "El camino" con el neorrealismo y el existencialismo, entonces tan en boga. Esta novela tiene, como lo mejor de Delibes, el encanto y la magia de la sencillez. Es la crónica de un pueblo, de la España de la postguerra y del fin de la infancia. Las descripciones que hace Delibes del paisaje castellano son quizá las mejores de toda la narrativa española. La economía de medios y la precisión del estilo son un hallazgo estético perfecto: con unas pocas pinceladas certeras se evoca un mundo, por humilde que este sea. Este es el milagro de los escritores verdaderamente grandes. Con los recursos más limitados, sin dobleces ni manierismos, Delibes da vida a sus novelas: la aldea, los chopos del camino, el arroyo, las perdices, la gente humilde, las buenas gentes que "laboran, pasan y sueñan" y "en un día como tantos reposan bajo la tierra"; es lo mismo que hacía Antonio Machado en sus poemas: sacar lirismo de lo cotidiano y hasta vulgar. El paisaje es un personaje más, cargado de melancolía. Y en ese campo castellano enjuto y triste viven unos personajes inolvidables de tan normales. El honesto Delibes pintó como nadie lo esencial castellano, un mundo hoy prácticamente desaparecido. Sus buenas novelas se siguen leyendo y admirando como el día en que fueron publicadas. Se conservan puras. Un verdadero clásico.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Leí El camino cuando estaba en el cole y, aunque recuerdo algunos pasajes, no me acuerdo de casi nada. Llevo tiempo pensando en releerlo y me has dado el empujón que me faltaba así que lo meto en mi lista de próximas lecturas. Sé que lo voy a disfrutar ahora mucho más que cuando era una lectura obligatoria en clase.
ResponderEliminar¡Besos!
Tb yo hace siglos que no leía a Delibes (y apenas habré leído otros 4-5 libros suyos), pero la lectura de El camino, con su sencilla belleza, me va a llevar a ponerme al día. Y en cuanto a lo de disfrutarlo más ahora que cuando éramos unos pipiolos, no me cabe ninguna duda.
ResponderEliminarSeguimos!!
Sinceramente, Delibes no es uno de mis preferidos, pero este es un libro bien bonito, sencillo, sin cebarse en el costumbrismo, bien equilibrado. Ha sido una agradable sorpresa encontrármelo aquí. Gracias por traérnoslo y por la estupenda reseña, compañero.
ResponderEliminarHola, Koldo:
ResponderEliminarUna obra muy bonita, sencilla y tierna. Yo la leí esta tarde gracias a tu reseña. A mi Delibes me asombra por la pureza de su castellano. Recuerdo El hereje que, sin un argumento atractivo para mí, me dejó asombrada por su riqueza de
la lengua castellana y su uso perfecto.Pero lo que más me emociona de Delibes es su honestidad. Aquella vez que rechazó las componendas de un premio Planeta que le iban a dar y lo rehusó ante el comité que se lo comunicó diciendo que le parecía una injusticia hacia sus competidores a los que no se dejaba ninguna probabilidad de ganar. Pero sobre todo me conmueve su despedida literaria de los lectores: “Cuando me operaron, al quirófano entró un hombre inteligente y salió un lerdo” Si quereis leerlo ( siempre pienso que sois personas muy jóvenes y que os pueden gustar ciertos hechos que han sucedido al mismo tiempo que mi vida) podeis verlo en google en “La despedida literaria de Miguel Delibes”Y
la petición que hizo, a su hijo principalmente, de que si volvía a escribir le exigieran el nivel que tenía antes y no permitieran que hiciese el ridículo.
Saludos
Fabuloso koldo. Camino nombre de su hija pequeña... Una maravilla... Mayor Thompson
ResponderEliminarTampoco he leído yo demasiado a Delibes, compañero, pero volveré a hacerlo!
ResponderEliminarBeatriz: Desde luego, esa sensación de honestidad transmitía, tanto en entrevistas y tal como en sus textos.
Mayor: no conocía el detalle ese, pero mola!!
Gracias a los tres por comentar!!
Hola:
ResponderEliminarSólo quería añadir que, como quizá ya sabéis, existe una Virgen del Camino y por tanto, Camino es un nombre bastante común, al menos en León y Navarra, que yo sepa. En el cado de la hija de Delibes, está clato que tenía otras connotaciones (hubiera tenido su gracia que a otra le hubiese puesto Inocencia, pir ejemplo).
La reseña, estupebda, por supuesto y además me ha retrotraido a mi adolescencia, cuando graciasa Miguel Delibes muchos mábams el salto de lecturas más juveniles a otras más "adultas"...
Un grande de la literatura, española y universal, sin duda.
Perdón por las erratas, que es culpa fe la incompatibilidad entre el móvil y mis dedos, como de costumbre...
EliminarAmén, compañero del metal!
ResponderEliminarPara mí también fue uno de los primeros libros adultos, leído como tarea para el colegio. Me dejó un recuerdo imborrable y me llevó a leer otras novelas de Delibes, siempre con un nivel altísimo. Es uno de mis escritores preferidos desde siempre.
ResponderEliminar"Muy recomendable alto" o yo diría: casi imprescindible. Un clásico. A poco de leerlo escribí este mensaje:
ResponderEliminarExcelente novela. Entrañable libro. Una magnífica descripción de un pueblo de la España profunda, rural, que mantenía en los años ´40 del siglo pasado su estilo de vida tradicional aún después de todo lo ocurrido en las décadas anteriores. La historia contada por un niño que quisiera rebelarse contra el plan de su padre que, con gran esfuerzo, quiere que vaya a estudiar a la ciudad. Son muy buenas las descripciones de los personajes y, no exenta de situaciones dramáticas o muy tristes, la relativamente breve obra no se caracteriza por el golpe bajo. Es evidente que el autor escribe sobre lo que observó en su niñez o juventud y lo va contando con naturalidad, desde la mirada del niño que está convirtiéndose en adolescente, lejos de la intención, hoy en día habitual, de obtener un producto “superventas” y en lo posible, adaptable al cine o la televisión. Así y todo, esta bella historia tendría su adaptación en aquella época digna de recuerdo en que España plasmó muchos clásicos en miniseries muy bien logradas.
Hola. Muy buena reseña, Koldo. Acabo de terminar el libro y coincido plenamente con lo que has dicho y casi todo lo dicho en los comentarios. Solo agregar algo que no señalas directamente entre lo destacado. Algo patente durante todo el libro y directamente subrayado al final por el autor: "...le invadió una sensación muy vivida y clara de que tomaba un camino distinto del que el Señor le había marcado. Y lloró, al fin".
ResponderEliminarConociendo únicamente de oídas sobre la obra de Delibes, con apenas la única experiencia de "El camino" muy fresca, me atrevería a decir que este mensaje del autor es un factor que hace a la obra Muy Recomendable alto. Muy grande. Hoy hablamos de España vacía, a nivel mundial de Éxodo rural. Y, aunque como bien dices Delibes no idealiza "aquel camino que el Señor nos dio", se pregunta a través del Mochuelo si acaso el "progreso" es el camino ideal... y a lo que voy, además de que este libro nos emociona a todos los Mochuelos por nuestros caminos individuales, hoy, setenta años después de que Delibes se hiciera esa pregunta, la humanidad ya no solo se la plantea a nivel emocional, también desde el punto de vista pragmático: ¿Fue positivo vaciar el campo?
En fin, que habrá que leer todo lo que se nos ponga de Delibes en el camino.
Gracias por la reseña.
Esa idea es fundamental en su obra y en su forma de pensar. En su discurso de ingreso en la RAE habló sobre eso:
ResponderEliminarhttps://www.rae.es/sites/default/files/Discurso_de_ingreso_Miguel_Delibes.pdf
Pues sí. Esa idea está ahí y según creo, le acusaron de reaccionario por ese "negarse al progreso...". En fin, cosas de la escasa comprensión lectora.
ResponderEliminarMe alegro mucho que hayas llegado a Delibes (o a El camino) por la reseña y me sumo a ese propósito de leer más a Delibes.
Abrazo!!
La obra cumbre de Delibes. Sin embargo puede darse la paradoja de que envejezca peor que otras más inferiores a causa de la desaparición del mundo rural y que las nuevas generaciones pierdan el interés y/o la comprensión por novelas tan maravillosas como esta. Una delicia en todo caso para cualquiera que haya pasado los veranos de su infancia y adolescencia en cualquier pueblo, y si es castellano, más. Recomiendo el audio del libro en el programa de la Ser "un libro una hora", magnífico.
ResponderEliminarDe las mejores novelas de este año junto a Los santos inocentes. La única pega es no haberla leído antes. Es increíble su uso del lenguaje,su drama de vestido de inocencia. Un orgullo compartir idioma con este escritor.
ResponderEliminarJavi. Yo llevo saboreándola desde los 14 años, cuando nuestra profe de lengua nos la puso como lectura obligatoria (gracias, Maruchi!). La he leído varias veces desde entonces, tres o cuatro. Cada vez le he visto algo nuevo y distinto pero la emoción y la cara ojiplática de la primera lectura nunca las olvidaré. Uff, el Mochuelo. Posiblemente la lectura que marcó definitivamente mi afición por la literatura. Esta y Moby Dyck.
ResponderEliminarNada más que añadir. Excelente reseña. Delibes grande, nunca (me) defrauda. Y tengo la suerte de que algo de él me queda por leer ...
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