Título original: Les quatre fleuves
Año de publicación: 2000
Traducción: Susana Andrés
Valoración: Muy recomendable
Como seguidor, incluso acérrimo, que soy de las novelas de la gran Fred Vargas y muy en particular de las del comisario Adamsberg, reconozco que estoy llevando ya un poco mal el "mono" hasta que se publique en España su último libro, Temps glaciaires (parece que en otoño... ¡me consume la impaciencia!). para quien le ocurra lo mismo, entretanto una buena manera de mitigar este síndrome de abstinencia -si no se ha hecho ya- es echarse al coleto este cómic escrito por Mme. Vargas y dibujado por el veterano Baudoin. Que no es lo mismo, pero casi.
Escribo cómic, como podría poner, claro está Bande Dessinée o novela gráfica... y nunca mejor dicho, puesto que en este libro el texto adquiere una importancia fundamental frente a la ilustración. Aunque tampoco es correcto presentar su relación como un enfrentamiento: la parte escrita y la parte dibujada colaboran y se potencian la una a la otra, en especial gracias a la excelente composición de la página y el uso de los enfoques del que hace gala Baudoin (más que de su trazo, cuya aparente brusquedad puede gustar más o menos, aunque yo considero que casa bien con las historias de Fred Vargas). No obstante, es evidente que aquí, el argumento, la hilazón narrativa, los diálogos, son de un nivel bastante superior al habitual en el mundo del cómic, y la personalidad creativa de Vargas acaba imponiéndose al conjunto, seguramente por acuerdo -tácito o no- entre los autores.
Aunque, como es lógico, esta novela no denota tanta complejidad como otras del comisario Adamsberg, pero sí están presentes muchas de sus características: personajes de lo más peculiar -en este caso, una familia compuesta por un particular escultor y sus cuatro hijos-, detalles del caso que pasan inadvertidos... a todos excepto a Adamsberg, la manera vaga y nebulosa que adoptan los razonamientos de éste, una mirada comprensiva y empática sobre todos los personajes -incluyendo al asesino-... en fin, que sólo faltan los habituales colaboradores del comisario (aunque sí está Danglard): Retancourt, Estalère, Noël... pero como esta novela gráfica se publicó en el año 2000, aún no se había constituido el grupo de investigación de la Brigada Criminal que dirige Adamsberg. Una lástima.
Para los seguidores de Vargas, un nuevo gozo, esta vez poniéndole rostro a los personajes; para los amantes de la novela negra, una muy apreciable muestra de que este tipo de literatura puede ser llevado a la historieta sin perder nada de su esencia (incluso ganando enteros). Para los amantes de las BDs o novelas gráficas, una obra que eleva y prestigia aún más el género, tanto por la calidad del guión como de las expresivas -y casi expresionistas- ilustraciones, siempre adecuadas. Desde luego, de lo más recomendable.
Escribo cómic, como podría poner, claro está Bande Dessinée o novela gráfica... y nunca mejor dicho, puesto que en este libro el texto adquiere una importancia fundamental frente a la ilustración. Aunque tampoco es correcto presentar su relación como un enfrentamiento: la parte escrita y la parte dibujada colaboran y se potencian la una a la otra, en especial gracias a la excelente composición de la página y el uso de los enfoques del que hace gala Baudoin (más que de su trazo, cuya aparente brusquedad puede gustar más o menos, aunque yo considero que casa bien con las historias de Fred Vargas). No obstante, es evidente que aquí, el argumento, la hilazón narrativa, los diálogos, son de un nivel bastante superior al habitual en el mundo del cómic, y la personalidad creativa de Vargas acaba imponiéndose al conjunto, seguramente por acuerdo -tácito o no- entre los autores.
Aunque, como es lógico, esta novela no denota tanta complejidad como otras del comisario Adamsberg, pero sí están presentes muchas de sus características: personajes de lo más peculiar -en este caso, una familia compuesta por un particular escultor y sus cuatro hijos-, detalles del caso que pasan inadvertidos... a todos excepto a Adamsberg, la manera vaga y nebulosa que adoptan los razonamientos de éste, una mirada comprensiva y empática sobre todos los personajes -incluyendo al asesino-... en fin, que sólo faltan los habituales colaboradores del comisario (aunque sí está Danglard): Retancourt, Estalère, Noël... pero como esta novela gráfica se publicó en el año 2000, aún no se había constituido el grupo de investigación de la Brigada Criminal que dirige Adamsberg. Una lástima.
Para los seguidores de Vargas, un nuevo gozo, esta vez poniéndole rostro a los personajes; para los amantes de la novela negra, una muy apreciable muestra de que este tipo de literatura puede ser llevado a la historieta sin perder nada de su esencia (incluso ganando enteros). Para los amantes de las BDs o novelas gráficas, una obra que eleva y prestigia aún más el género, tanto por la calidad del guión como de las expresivas -y casi expresionistas- ilustraciones, siempre adecuadas. Desde luego, de lo más recomendable.
Otros libros de Fred Vargas reseñados en ULAD: Un lugar incierto, El ejército furioso, Tiempos de hielo, La tercera virgen
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