Idioma original: albanés
Título original: Rrethimi
Año de publicación: 1970
Valoración: Muy recomendable
Con Ismail Kadare me pasa algo que casi me parece preocupante: todo lo que leo de él me gusta. Me encantó El Palacio de los Sueños, lo primero que leí de él, y que es una kafkiana alegoría sobre el poder y sus paranoias; Frías flores de marzo me pareció fascinante, por su mezcla de literatura de género y leyenda albanesa; El accidente, que en comparación con las otras es probablemente la más floja, sigue siendo sin embargo una indagación literaria y sentimental muy interesante; y El cerco, la última de sus novelas publicada en nuestro idioma, la he devorado en dos días y me ha dejado la sensación de una obra magnífica, que cumple a la perfección todo lo que se propone.
El cerco tiene una historia editorial interesante, que nos relata el traductor en el prólogo de la versión española: publicada por primera vez con el título de La fortaleza (aunque Kadare le había puesto el título de Los tambores de la lluvia), y mutilada por la censura, la novela fue reescrita por el autor en 1994, ya en el exilio, recuperando varias escenas eróticas y referencias religiosas que habían sido suprimidas en la versión censurada. Es esta nueva redacción de la obra la que recibe el título de El cerco, y la que se publica traducida al español (aunque existía una traducción española de la versión corta, publicada en 1974).
Desde el punto de vista narrativo, El cerco es probablemente la más sencilla de las novelas de Kadare (que yo he leído hasta ahora): narra el asedio de una fortaleza albanesa por parte de las tropas otomanas durante el reinado de Jorge Castriota-Scanderberg, principalmente desde el punto de vista de los invasores (el bajá, el intendente general, el arquitecto, el cronista, el poeta, las mujeres del harén del bajá), aunque con breves episodios que presentan la visión de los asediados. El desarrollo implacable y crudamente poético de la acción, y los continuos cambios de foco y de punto de vista hacen que la lectura sea especialmente agradable (aunque lo que se narra no siempre lo sea).
Resulta complicado hacer una interpretación política de esta novela (algo que es mucho más sencillo con El palacio de los sueños). De hecho, la exaltación de la defensa de los albaneses podría interpretarse como un canto nacionalista que la dictadura de Hoxha podría asumir sin problemas; aunque también se ha interpretado como un retrato de, precisamente, el aislacionismo y la autarquía de Albania durante la dictadura... En todo caso, Kadare ha repetido en varias ocasiones que él no es un disidente ni un militante político, sino solo un escritor en un régimen en que la disidencia no era posible (algo que otros niegan y que, al parecer, le ha valido críticas en su propio país una vez lograda la democracia). En fin, que cada cual piense lo que quiera...
También de Ismaíl Kadaré en Un libro al día: El cerco, Abril quebrado, El palacio de los sueños, El accidente, Réquiem por Linda B, La pirámide, Las mañanas del café Rostand
Tengo pendiente de leer Cuestión de locura, que recoge cuatro novelas breves, y lo siguiente que quiero leer de Kadaré es Expediente H, que me han recomendado especialmente.
ResponderEliminar¿Qué más has leído de él? Yo hoy precisamente acabo de comprarme Abril quebrado, que también he oído que es muy buena. Tenemos la suerte de que casi toda su obra está traducida al español, y además en ediciones asequibles...
ResponderEliminarTanto insiste usted que habrá que hacerle caso.
ResponderEliminarEso sí, ¿por qué libro de Kadaeré empezaría usted?
Pues por las que he leído hasta ahora, mi recomendación sería empezar por una de las más "albanesas" (Abril quebrado o Frías flores de marzo, que tienen bastantes similitudes además de tener meses en el título), y luego complementarla con El palacio de los sueños, que es muy distinta a las anteriores, pero también imprescindible. Después, si todavía hay ganas (que a mí me siguen quedando), El cerco está bien, y El accidente es algo inferior, pero también a muy buen nivel.
ResponderEliminarYa he leído las dos primeras nouvelles de Cuestión de locura y ahora entiendo por qué Kadaré gusta a todo el mundo: escribe con claridad y sencillez, maneja muy bien la ironía y habla del comunismo en Albania con total libertad. El humor es una constante en este libro. Me han prestado Expediente H, que no tardaré mucho en empezarlo.
ResponderEliminarDe este autor albanés creo que me atraen principalmente "Frías flores de marzo" y "Frente al espejo de una mujer"
ResponderEliminarEstamos, sin duda, ante el escritor albanés más conocido. No habría que olvidar, no obstante a Lindita Arapi, Rudian Zektji, Ervin Hatibi y Agron Tufa