Año de publicación: 1960 (la versión definitiva es de 1982)
Valoración: Muy recomendable
Lo primero que me vino a la cabeza al leer la contracubierta de Eloy fueron Ramón Saizarbitoria y su breve y magnífico Ehun metro. Las últimas horas de un fugitivo, sumergiéndose en los recuerdos de lo vivido, resultaban una premisa demasiado familiar, ¿verdad?.
Dándole una vuelta más, pensé en Proust, en Faulkner, en Joyce, en Woolf y compañía. Porque, en realidad, todo está inventado desde hace tiempo y lo que queda es ir haciendo pequeñas modificaciones o variaciones que, todo hay que decirlo, a veces pueden superar al original.
El caso es que Eloy es uno de esos casos en los que la "copia" tiene un nivel tan alto que no estaría de más situarlo a la altura de sus predecesores.
Como apuntaba en el primer párrafo, Eloy cuenta las últimas horas de un fugitivo que se halla cercado en una finca situada en el campo chileno. Lo que eleva esta novela a la categoría de "Arte" es cómo narra Droguett esas horas: su utilización del flujo de conciencia, su prosa poética y torrencial (cadencia, vocabulario, ritmos, reiteraciones...), la construcción de una atmósfera oscura y opresiva, la combinación de planos temporales y espaciales, la alternancia de la primera y la tercera persona, merced a un narrador que penetra en la vida y pensamientos de un Eloy que se mueve en esas horas en la soledad y en la vaciedad infinita de una noche que condiciona el carácter obsesivo y casi alucinatorio de la narración, etc.
¿Hablamos entonces de la forma sobre el fondo? Podría ser, pero más me inclino, en este caso, por la forma al servicio del fondo. Porque Droguett podría haber optado por una narración más o menos lineal y convencional que nos llevara a esas horas finales de Eloy, pero esa linealidad quizá no hubiera sido suficiente. Eloy no es un personaje "plano" y, por tanto, el autor ha de trazar un retrato que, más que una fotografía clara y perfecta, sea un puzzle descolocado que el lector deba ir ordenando. Para ello, opta por diferentes "ángulos", por cuatro momentos de su vida que le definen como ser humano en el que conviven violencia y sensibilidad, oscuridad y esperanza: el primer encuentro con su pareja, la revelación que le impulsa al crimen, una matanza que lleva a acabo con su compinche Sangüesa y su primera huida de la policía.
Pero el retrato estaría incompleto si solo nos fijáramos es esos momentos: hay una serie de acciones y elementos muy presentes en la novela y que, en ocasiones, hablan por sí solos del personaje. Así, un perfume de violetas, la visita a una peluquería, los caballos, etc son perfectas metáforas de lo que Eloy es o intenta ser.
Decía con anterioridad que todo está inventado desde hace tiempo y lo que queda es ir haciendo pequeñas modificaciones o variaciones. En el caso de Droguett, creo que lo que le diferencia de autores citados con anterioridad es la introducción de elementos sociales y de corte más o menos existencialista. Las referencias al origen social de Eloy, a la situación del campo chileno o la alienación del hombre son numerosas. Sirva como ejemplo:
Dios no hizo las casas, las criminales ciudades llenas de humo, los hombres llenos de humaredas, solo las tierras solas, los bosques limpios, las montañas y los ríos desnudos, para subir por ellas, para irse por ellos, el hombre tiene miedo, fatal e inmejorable miedo y se encierra en estas cajas horribles y finales, sin aire, sin sol y sin salida, aunque tengan puertas, en las ciudades enfermas que te enferman.
Creo que con este párrafo podéis haceros una idea del estilo de Droguett y de Eloy. No es un libro "fácil", decir lo contrario sería mentir, pero sí que es un libro altamente recomendable, tanto por su estricto valor literario como por lo que supuso de introducción de la "modernidad" en la literatura hispanoamericana. No olvidemos que Eloy fue escrita en 1960 y, por poner algún ejemplo, La ciudad y los perros data de 1962, El obsceno pájaro de la noche de 1970, etc. Por apuntar, vaya.
P.S.: Voy a tener que releer Todas esas muertes. Un "entre está bien y recomendable" se me antoja algo escueto, visto lo que me han gustado los otros dos libros de Droguett que he leído.
También de Carlos Droguett en ULAD: Todas esas muertes y Patas de perro
Linda sorpresa, muy buen rescate, gracias 🤗🌹👌🏼
ResponderEliminarAntonieta