Idioma original: Español
Año de publicación: 2023 (textos entre 1888 y 1936)
Valoración: Entre está bien y recomendable
Pues igual hace casi 30 años que no leía a Valle-Inclán, concretamente desde aquellos no tan maravillosos años (ya vale de nostalgia, joder) del Bachillerato en los que Luces de bohemia era de obligada lectura. Y así como otros libros de aquella época sí los tengo, más o menos, en la memoria, no recuerdo prácticamente nada del libro de Don Ramón María.
Así que no esperéis una lectura "profunda" que compare Jardín peregrino con el resto de la obra valleinclanesca ni os llevéis las manos a la cabeza si algo de lo que diga a continuación os sorprende para mal o resulta demasiado obvio. ¡Al lío!
Jardín peregrino recoge textos que se agrupan en tres bloques:
- Relatos dispersos publicados en periódicos o revistas entre 1888 y 1892
- Relatos descartados de la edición de 1920 de Jardín novelesco
- Relatos o nouvelles de tema histórico, de diversas épocas y de marcado tono coral
Los dos primeros bloques me sorprenden por la temática de los textos en ellos contenidos. Buena parte de los mismos están vinculados al romanticismo y a lo gótico y eso es algo que uno no esperaba de Valle-Inclán: sátiros, brujas, sueños premonitorios, ambientación rural, etc. Todo ello acompañado, eso sí, de un lenguaje que por momentos abruma (arcaísmos, galleguismos, etc) y que hacen recurrente el uso del diccionario.
Cierta irregularidad pesa sobre estos relatos, lastrados en buena medida por la sobreadjetivación de los mismos. Puestos a elegir, me quedo con la plasticidad descriptiva de El mendigo, la teatralidad y el manejo de los diálogos de Don Juan Manuel, relato en el que se introduce el elemento político que caracterizará parte de la obra del gallego, y con la imaginería de Fue Satanás y La hueste, dos de los textos más cercanos a lo gótico.
Más destacables son algunos de los textos que componen el bloque "histórico" del volumen. No sé si se deberá a que se trata, en su mayoría, de textos de la etapa más madura del autor, pero el caso es que resultan más complejos en lo técnico (utilización de herramientas cercanas a lo cinematográfico, como el travelling de Fin de un revolucionario, manejo de diferentes voces, recreación de atmósferas, etc) y más "punzantes" por el uso de lo grotesco, lo exagerado y lo absurdo para denunciar esa España bufa y trágica de finales del XIX y principios del XX que tan bien reflejada aparece en la ya citada Fin de un revolucionario o en El trueno dorado. Todo ello sin perder de vista el diccionario, que el bueno de Valle-Inclán nos sigue poniendo a prueba con ese lenguaje rico en registros pero algo alejado de estos tiempos que corren.
Lo dicho, irregular aunque interesante recopilación de un autor fundamental de las letras españolas de la primera mitad del siglo XX que pinta una España quizá no tan alejada en el fondo de la actual. O sí, vosotros diréis.
Es lo que tienen estas recopilaciones con las que se trata de rascar cosas inéditas o pretendidamente desconocidas de los grandes maestros: aparecen por los cajones algunos textos notables, otros que recuerdan lejanamente las virtudes que les han hecho famosos, y otros muchos fallidos o prescindibles, que los clásicos también son o eran humanos y seguramente atinaron mal antes de dar en la diana, incluso después.
ResponderEliminarAsí que si quieres a don Ramón en sus momentos top no tienes más que echar mano de títulos como los que ya están reseñados, vas a flipar tanto o más que cuando le leíste hace tiempo, seguramente mucho más.
Tendré que buscar el Luces de bohemia por alguna caja olvidada
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