Año de publicación: 2022
Valoración: bordeando el recomendable
No he leído ninguno de los anteriores y muy exitosos libros de Dolores Redondo (debido, más que nada, a mis reticencias hacia la "mitología" y leyendas vascas), pero resulta que ésta su última novela cuenta con un argumento que llamó mi atención: en el verano de 1983 un asesino en serie escocés, que se pensaba había ya muerto o, en todo caso, dejado de matar, es localizado por un policía, Scott Sherrington, que le persigue hasta Bilbao, nada menos, justo antes de las graves inundaciones que aquel año sufrió la capital vizcaína. Por una parte, me resultó interesante la utilización o, mejor dicho, recreación de la figura de un serial killer auténtico, que actuó en Escocia a finales de los años 60, al que llamaron John Bible (es decir, Biblia-) lo cual, reconozcámoslo -y guardando el máximo respeto a la memoria de sus víctimas, por supuesto-, es de los mejores nombres posibles para un asesino en serie. Por otro lado, me atrajo la idea de trasladar la caza de este tipo a la babilónica Bilbao de los 80, ciudad -o villa, más bien- por la que, por razones que no vienen al caso, guardo no poco afecto.
Esperando al diluvio se desarrolla, pues, entre Escocia y Bilbao -con una paradita en Francia- y, en el caso del Botxo, sobre todo en el Casco Viejo y el entorno de la ría, por entonces muy diferente a la actualidad; el trasfondo es el de los conflictos políticos de aquellos años, el terrorismo, el ambiente de la Aste Nagusia y una banda sonora con canciones de Mocedades y Nick Kershaw (interesante cóctel, sin duda). Y, claro está, la amenaza del inminente diluvio. Por ahí se mueve el policía Noah Scott Sherrington -el nombre de pila no es casual-, en una persecución contrarreloj del asesino, con la asistencia de in joven ertzaina (policía autonómico vasco, para quien nos lea desde otras latitudes), una psiquiatra y un ayudante un tanto peculiar.
De hecho, si algo sorprende en la novela es la facilidad con que se mueven tanto el policía como el asesino en un entorno que no les es familiar: resulta que, ¡oh, sorpresa!, ambos hablan un castellano prístino (de euskera supongo que andan más flojos, pero tampoco les hace falta) y se adaptan enseguida tanto a la peculiar geografía bilbaína como a las costumbres locales (bueno, al txikiteo y a la fiesta, que a eso se adapta todo el mundo). Es esta rápida aclimatación de los protagonistas, así como el recurso a varias casualidades y corazonadas -literalmente, de hecho- en la trama lo que más "canta" en la novela, por más que se trate de una obra de ficción. tampoco sé si era necesaria la inclusión de una historia de amor que, si bien no molesta, no resulta demasiado verosímil (y tampoco parece corresponder demasiado a la idiosincrasia vasca... aunque siempre hay excepciones).
A pesar de estas objeciones, debo reconocer que nos encontramos ante un thriller policíaco bastante bien llevado, puesto que, si bien no se asienta en la investigación de la identidad del asesino, que se conoce casi desde el principio, sabe conducirnos sin perder interés a lo largo de sus 500 páginas hasta un clímax especialmente dramático. Además, y por suerte, John Biblia se sale del arquetipo del serial killer a lo Hannibal Lecter, absolutamente frío y calculador, y su antagonista, Scott Sherrington despierta, sin duda, la empatía del lector, pues sus especiales circunstancias dotan de una creciente humanidad al policía obseso, perfeccionista y algo repelentuzco que se presenta en un principio. Pero, sobre todo, ésta es una novela que da lo que promete y promete lo que da, con honestidad y buen oficio. Lo cual, hablando de literatura y más aún (aunque no sólo) en el caso de la literatura más comercial, no es poca cosa, me parece a mí...
Más novelas de Dolores Redondo reseñadas en Un Libro Al Día: El guardián invisible, Legado en los huesos, Ofrenda a la tormenta
Aún tengo pesadillas con "el Guardián Invisible".
ResponderEliminarLo he leído para un club de lectura y he llegado hasta el final un poco por compromiso. Son bastante los detalles que me chirriaban: un ritmo bastante desequilibrado, se repite mucho cuando habla de la enfermedad y de la obsesión de Noah con capturar a John Biblia, los diálogos entre Noah y Maite me parecen de lo más naïf (así como ese “enamoramiento” después de haberse visto un par de veces y apenas intercambiar palabra), el que ambos extranjeros hablen perfectamente castellano y en ningún momento (creo recordar que en solo una ocasión Noah no entiende un concepto, incluso cuando se habla de realidades culturales locales o se emplea sociolecto, no presenta ningún problema de comprensión) y mejor no voy a decir nada del final (por lo de no hacer spoiler, pero…). Ah y aunque la autora se ha esforzado en usar cantidad de adjetivos para describir el hedor y la náusea que pueden provocar fluidos como la sangre, no llega a transmitir esa sensación (me hizo pensar en como simplemente por las descripciones realizadas por Süskind en “El perfume” se podía sentir ese hedor y podredumbre)
ResponderEliminarHabía leído los otros libros de la autora y me habían gustado bastante (o al menos resultado enternecidos), pero este me ha decepcionado mucho.
Creo que es de las pocas veces que no coincido con la valoración que le dais a una novela, lo siento
Pues me alegro, compañero, que el libro te haya dejado esas sensaciones al menos aceptables. Yo no guardo ningún buen recuerdo de 'Ofrenda a la tormenta', así que o la autora ha subido algo el nivel, o que tú eres más benevolente.
ResponderEliminarY por cierto, me encanta lo de 'repelentuzco'!
Hola, compañero:
EliminarYa digo que no he leído ningún libro anterior de la autora y tampoco me atraen demasiado, pero éste, a pesar de que comparto muchas de las objeciones del comentario anterior, me ha parecido que tiene su punto, así como bastante oficio. Es cierto que hay que forzar un poco la suspensión de la incredulidad, pero si se logra, me parece un best-seller disfrutable.