Idioma original: portugués
Título original: O retorno
Traductor: Jerónimo Pizarro
Año de publicación: 2011
Valoración: Muy recomendable
La
Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974 no solo puso fin a 41 años de Estado Novo; también terminó con la Guerra Colonial, que era uno de los motivos que había llevado a la rebelión de los capitanes de Abril. Así, entre finales de 1974 y 1975 se produjo un proceso de descolonización del Imperio portugués precipitado y caótico, que dio origen a lo que después se llamarían retornados: los portugueses o luso-descendientes que vivían en las antiguas colonias, sobre todo en Angola y Mozambique, y que salieron huyendo, poco antes o poco después de la independencia, en dirección a la metrópoli. Algunos consiguieron sacar algunas pertenencias en cajas o en maletas que se acumularon durante mucho tiempo en los muelles de Lisboa, pero muchos lo perdieron prácticamente todo; algunos tenían familiares que los acogieron, otros tuvieron que ser alojados y apoyados por el Estado. Su llegada a Portugal provocó un terremoto social, económico y político: eran casi medio millón de personas en un país de nueve millones, con hábitos, lenguajes, ideas diferentes; de hecho fueron generalmente mal recibidos, y el término "retornado" tiene todavía hoy una carga peyorativa que hace que sea rechazada por muchos de ellos.
Sobre este tema, que tiene algo de traumático, como sobre la Guerra Colonial, casi no se hablaba en Portugal hasta hace relativamente poco. Hasta que algunas obras, películas, series de televisión o exposiciones han empezado a romper el tabú y recuperar este tema para la memoria colectiva portuguesa. Y dentro de esta ola de recuperación, El retorno de Dulce Maria Cardoso (2011) ocupa un lugar particularmente relevante y simbólico, por su repercusión y su difusión, quizás comparable al Caderno de Memorias Coloniais de Isabela Figueiredo (2009). Naturalmente había obras anteriores, por ejemplo de Antonio Lobo Antunes (Esplendor de Portugal, Las naves...) pero no tuvieron la capacidad de generar debate y opinión que sí tuvo en cambio la obra de Dulce María Cardoso, sea por la dificultad propia de las obras de Lobo Antunes, o porque la sociedad portuguesa no estaba todavía preparada para afrontar el tema.
La historia de El retorno comienza precisamente en la última noche que la familia del narrador y protagonista pasa en Angola, antes de viajar hacia Lisboa: Rui, el hijo mayor de la familia, reflexiona frente a aquella "última cena" sobre su vida en Angola, la enfermedad de su madre, la Guerra, la revolución que les rodea y que ha hecho que muchos portugueses hayan salido ya en dirección a Portugal. Esa misma noche, el padre y patriarca de la familia es detenido por soldados angoleños, dejando a Rui en el papel de cabeza de familia, con la obligación de cuidar de su madre enferma y de su hermana menor. A la llegada a Lisboa, alojados por el gobierno portugués en un hacinado hotel de Estoril junto con otros retornados, deberá aprender a convivir con su nueva realidad, con la incertidumbre sobre el destino de su padre y del país, y con las turbulencias propias de un adolescente "en tiempos turbios", como siempre dice la directora del hotel.
Dulce Maria Cardoso se enfrenta a un equilibrio delicado, que creo que consigue sostener con éxito: por una parte, introducir todo el complejísimo contexto histórico, tanto de Angola como de Portugal, introduciendo datos, nombres, conceptos y expresiones propias de aquellos lugares y aquellos tiempos, y reproduciendo el ambiente de una época llena de posibilidades, sueños y miedos, en lo individual y en lo colectivo; por otra parte, crear unos personajes y una trama que se sostengan por sí solos y que atrapen al lector, sin que la documentación y la ambientación, como tantas veces ocurre, se coma a la narrativa. (Véase, por ejemplo, El sueño del celta de Vargas Llosa como ejemplo de fracaso en este equilibrio).
Como digo, la escritora consigue mantener esta tensión, sobre todo con la construcción de una voz narrativa que atraviesa el texto, la del joven Rui, ansioso e inseguro en un nuevo mundo desconcertante, desde un punto de vista histórico pero también vital. Quizás la primera sección, más breve, dedicada a los últimos días de vida en Angola, sea la más potente, mientras que la segunda, ya en Lisboa, llega a perderse en algunos episodios secundarios menos originales o interesantes. Pero es en efecto la voz de la memoria de Rui, un stream of consciousness que hace pensar, cómo no, otra vez en Lobo Antunes (aunque sin llegar a su nivel de barroquismo narrativo), la que da unidad y coherencia tanto a la trama narrativa como al conjunto de eventos y momentos históricos que se nos presentan.
La novela, por otra parte, consigue huir también de otro gran peligro en este tema: el saudosismo de una época pasada, la memoria idealizante y lusotropicalista del "buen imperialismo" portugués. El retorno muestra a la familia de Rui de forma simpática (o si se quiere, empática), y hasta cierto punto se los retrata como "buenos colonos", que no maltratan ni explotan [demasiado] a los angoleños. Pero no por ello se esconde la realidad de dominación, violencia y racismo que suponía el imperio colonial portugués, algo que todavía hoy muchos portugueses tienen cierta dificultad en reconocer. No es, en este sentido, una novela tan cruda como el Caderno de memórias coloniais, o como algunas de las obras de Lobo Antunes que han narrado esta época y estas cuestiones, pero tampoco es una visión edulcorada (I had a farm in Africa) de la relación entre países, clases e individuos en un contexto de dominación colonial.
El retorno, por cierto, está publicado en la editorial "La Umbría y la Solana", que está haciendo una labor encomiable por publicar obras clásicas y actuales de la literatura portuguesa en España. Dentro de poco #HabráReseña de Todo son historias de amor, también de Dulce María Cardoso, publicado por la misma editorial...
Mil gracias Santi. Lo voy a comprar esa etapa me toca de cerca era un niño pero me acuerdo en el internado de una ciudad de c, astilla la vieja de ver el coche de los frailes expulsados del vecino país hermano. La vaca del coche llena de maletas. El bendito hno maxariegos... Gracias de vorazon santi.... Mayor Thompson
ResponderEliminarTuve amigos portugueses que a sus papás les yco todo aquello.. Kempes 19
ResponderEliminarHe vivido muchos años en Portugal y esta historia me parece que aún no está superada. He visto todavía mucho racismo hacia los negros de las colonias. Por otra parte, los retornados así como sus hijos, por lo menos los que yo he conocido, creo que han aportado mucho a la sociedad portuguesa, al ser de mentalidad más abeirta que los portugueses foráneos.
ResponderEliminarGracias por la reseña. Si puedo lo leeré.
Excelente. Original en el estilo, con una trama muy interesante y muy bien escrito. Sin embargo, su última novela ("La vida normal", inexplicable traducción en España de "Eliete")para mal no tiene nada que ver en calidad, a mi juicio mucho más floja y seguramente destinada a un público más amplio y tal vez menos exigente en lo literario. Pero "El regreso" es muy pero que muy recomendable, literatura de altos vuelos.
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