Título original: Contes d'une grand-mère
Año de publicación: 1873
Traductora: Amaya García Gallego
Valoración: Recomendable (muy para niños)
Aurore Dupin (1804-1876) deleitó a su nieta con unos cuentos que, afortunadamente para todos nosotros, rebasaron la intimidad familiar en la que fueron concebidos al publicarse bajo el pseudónimo de George Sand. Digo afortunadamente porque estas historias son exquisitas y, aunque apelan principalmente a los infantes, pueden ser igualmente disfrutadas por otras demografías.
En serio, las reflexiones y moralejas que se desprenden de ellas resonarán eficazmente en más de un adulto. A fin de cuentas, la importancia de crecer o de perseverar son algunos de los temas barajados en estas páginas, pero también la necesidad de fomentar la creatividad y la imaginación de los niños. Asimismo, Dupin prodiga en estas ficciones algunos valores adelantados a su tiempo que no nos iría mal refrescar un poco.
Cuentos de una abuela compila tres narraciones: "El castillo de Cumbrecorva", que por longitud podríamos considerar una novela corta, "La reina Coax" y "La nube rosa". De las tres me quedo con la primera, deliciosamente escrita, sensible y madura. A ratos parece ligada a una cosmovisión algo ingenua y a una intención ejemplarizante, pero Dupin elude gozosamente esta dirección.
Por cierto, me encanta la forma que tiene la autora de implementar el elemento fantástico en estos textos. Nunca confirma que exista realmente, y deja dicha posibilidad a elección del lector. Al menos, así sucede en todos los cuentos excepto en "La reina Coax", menos ambiguo que los otros dos.
En suma, nos encontramos frente a una antología que, pese a encasillarse en la literatura infantil, es capaz de rehuir las limitaciones del género. Además, está repleta de elementos distintivos que la harán atractiva a paladares de todo tipo: carga alegórica, pinceladas propias del mejor romanticismo, imaginación, prosa exigente... ¿A qué esperáis para pedirle a vuestra abuela que os la lea en voz alta?
Otras obras de George Sand en ULAD: Un invierno en Mallorca
En serio, las reflexiones y moralejas que se desprenden de ellas resonarán eficazmente en más de un adulto. A fin de cuentas, la importancia de crecer o de perseverar son algunos de los temas barajados en estas páginas, pero también la necesidad de fomentar la creatividad y la imaginación de los niños. Asimismo, Dupin prodiga en estas ficciones algunos valores adelantados a su tiempo que no nos iría mal refrescar un poco.
Cuentos de una abuela compila tres narraciones: "El castillo de Cumbrecorva", que por longitud podríamos considerar una novela corta, "La reina Coax" y "La nube rosa". De las tres me quedo con la primera, deliciosamente escrita, sensible y madura. A ratos parece ligada a una cosmovisión algo ingenua y a una intención ejemplarizante, pero Dupin elude gozosamente esta dirección.
Por cierto, me encanta la forma que tiene la autora de implementar el elemento fantástico en estos textos. Nunca confirma que exista realmente, y deja dicha posibilidad a elección del lector. Al menos, así sucede en todos los cuentos excepto en "La reina Coax", menos ambiguo que los otros dos.
En suma, nos encontramos frente a una antología que, pese a encasillarse en la literatura infantil, es capaz de rehuir las limitaciones del género. Además, está repleta de elementos distintivos que la harán atractiva a paladares de todo tipo: carga alegórica, pinceladas propias del mejor romanticismo, imaginación, prosa exigente... ¿A qué esperáis para pedirle a vuestra abuela que os la lea en voz alta?
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