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viernes, 2 de marzo de 2018

Ian McEwan: Amsterdam

Idioma original: inglés
Título original: Amsterdam
Año de publicación: 1998
Traducción: Jesús Zulaika
Valoración: entre recomendable y está bien

Esta es una de esas novelas que van causando una impresión cambiante en el lector (en este lector, al menos) conforme se va avanzando en ella y eso que cuenta con poco más de 200 páginas. La razón quizá radique en que, a priori, desconfiaba un tanto de su lectura: hasta donde yo conozco y, sobre todo, por referencias, tengo a McEwan como el eslabón más débil de la cadena formada por esa generación de escritores británicos que eclosionó en los años 70 y 80, y cuyo más eximio representante, con el permiso, por supuesto, de Martin Amis y Julian Barnes, es el recientemente nobelizado Ishiguro. Amsterdam, sin embargo, es uno de sus libros que tienen mejor prensa, así que tampoco me costó demasiado decidirme a leerlo.

Vaya por delante que McEwan escribe muy bien; a su técnica literaria no se le puede poner un pero e incluso logra, en ciertos momento, y ya que uno de los principales personajes es compositor, trasmitir las sensaciones que se supone nos provoca o nos pretende provocar la música sinfónica, algo nada fácil de expresar con palabras, en mi opinión -de hecho, sospecho que el propio autor sabe de su facilidad para ello, porque se extiende en esta tarea un poquito de más en algún momento-; así que, en un principio, la impresión fue favorable, aunque algo reticente aún...

El argumento, de la novela, sin embargo, no me parecía demasiado prometedor: comienza en la ceremonia de cremación de una crítica gastronómica de mediana edad, fallecida prematuramente y que, por lo visto se trataba de un mujer en especial seductora, donde se encuentran, amén del rencoroso marido, tres de sus antiguos o presentes amantes: un compositor musical de gran éxito, encargado de la "sinfonía del Milenio" (la novela es de finales de los noventa), el director de un periódico nacional y el ultraconservador Ministro de Asuntos Exteriores británico. Los dos primeros son, además, íntimos amigos y enseguida se revelan, y seguirán siéndolo a lo largo de toda la novela, como los auténticos protagonistas de la misma. Puesto que son todos cuarentones, es decir, cuarentones en aquellos años 90 y por tanto, hijos del llamado "baby-boom", la historia parece ir a decantarse por un tono de elegía generacional, algo que a mí en particular no sólo me repele, así de forma genérica, sino más aún cuando se trata de esa famosa y ubicua generación, a la que (he de confesar uno de mis prejuicios de los que soy más consciente y que además no pienso desestimar) tengo una especial tirria.

Por suerte, la novela enseguida parece deslizarse hacia la sátira de esa misma generación que, por lo que se cuenta, en el Reino Unido prosperó durante los años del thatcherismo al tiempo que lo criticaba de forma feroz pero del todo inicua (me refiero a músicos, periodistas... o escritores, no a los mineros que recibían porrazos, claro). Sátira que no puedo sino aplaudir y que también se extiende a la prensa y sus tejemanejes, y la política y los suyos. Si se quiere, incluso se puede tomar como una "fábula moral" acerca de la ambición y el egoísmo... Lástima que, en un cierto momento, la sátira deje paso a la más simple humorada, pero aún así, o quizá por ello (según los gustos), resulta una novelita bastante entretenida y que deja, además el regusto a literatura de cierta calidad. La impresión final es que McEwan, si se pone, es o ha sido capaz de dar bastante más de sí que esto, aunque como tentempié tampoco está mal.


Otros títulos de Ian McEwan reseñados en Un Libro Al Día: aquí

7 comentarios:

  1. Hola Juan, agregaría a la generación de los 80 británica a G. Swift que es un buen escritor, tal vez superior a Amis y Mc Ewan aunque aún no he leído Expiación que se considera su obra más valorada.

    Gabriel

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  2. el libro es muy bueno,no se merece una calif.icacion tan tibia

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  3. Hola, Gabriel:
    Sí, tienes razón y habría que añadir también a Kureishi, Timothy Mo... incluso Salman Rushdie o Chatwin (aunque éste era algo mayor que los otros). En todo caso, aprovecho para comentar que, en mi opinión, el hecho de que le hayan concedido el Nobel a Ishiguro en vez de a Julian Barnes no hace más que cimentar mi idea de que es un premio con un carácter mucho más aleatorio de lo que la gente y los medios se creen.
    Hola , anónimo: Me alegro mucho que te gustara la novela. Tampoco me parece que la valoración que le doy sea tibia, sino más bien positiva. En cualquier caso, he de decir que el "está bien" se refiere sobre todo a la trama y el desenlace de la misma y el "recomendable, al impecable estilo de este escritor y a la caracterización de los personajes, bastante buena (aunque ya digo también que son representativos de un tipo de sujetos que me repelen un poco).
    Gracias a los dos por los comentarios.

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  4. De Ian McEwan he leído 3 de las novelas reseñadas (Saturday, Chesil Beach, Amsterdam) más otra que no habéis reseñado y que es la que más me ha gustado: Sweet Tooth (Conspiración Dulce). Recomiendo que la leáis.
    Ian McEwan, en general, me parece un buen escritor pero no acaba de apasionarme. Reconozco haberme aburrido bastante con Chesil Beach y Amsterdam.

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  5. Hola, anónimo:
    Yo con he este libro no he llegado a aburrirme (bueno, un poco cunado describe paisajes y sensaciones musicales), pero seguramente se debe a que no pasa de las 200 páginas... A Chesil Beach me han recomendado que no lo toque ni con un palo.
    Un saludo y gracias por visitarnos.

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  6. Hola, Juan! Hoy voy a discrepar contigo. Habiendo leído varias novelas de McEwan creo que es uno de los novelistas ingleses más destacados de los últimos 30 años. Su pluma es versátil, sabe tocar diversas cuerdas con la misma efectividad, su prosa fluye. En fin, sobre gustos no hay nada escrito...

    Para mí, Expiación es su punto más alto, aunque El inocente, Solar o la mismísima Chesil Beach que no te han recomendado san valiosas por sí mismas. Esta última pinta una breve luna de miel de manera magistral!

    Una recomendación especial para La ley del menor. Una joyita de tremenda actualidad.

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  7. Hola, amigo Puma:
    Pues sí, ya tocaba que disintieramos en algo... Yo reconozco que no conozco la obra de este escritor como para pronunciarme con toda rotundidad acerca de su valía literaria; lo que digo es más por advertencias que me han llegado que por otra cosa. Pero siendo tú su avalista, prometo darle otra oportunidad...posiblemente a EXpiación. Ahora bien, sobre "Chesil Beach" los comentarios que he oído son demasiado negativos, no creo que me atreva...
    en todo caso, gracias por el comentario, como siempre. Un saludo : )

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