Año de publicación: 1962
Valoración: Imprescindible
1962 fue un año capital en las letras argentinas por la publicación de dos obras absolutamente antagónicas pero fundamentales en la literatura hispanoamericana (y mundial, ¿por qué no?) de la segunda mitad del siglo XX: "Rayuela" y "Bomarzo".
Pese a ser dos obras importantísimas, el trato que han tenido una y otra ha sido totalmente diferente. No sé si por tratarse de una novela histórica, género que quizá se considere menor, por tratarse de una obra clásica en el fondo y en la forma o por considerar a Mujica Lainez un escritor difícil, pero tengo la sensación de que "Bomarzo" ha sido injustamente tratada y me atrevería a decir, incluso, que estamos ante una obra casi olvidada.
Pero dejo ya de irme por la ramas, como si fuera el barón rampante, y me centro en "Bomarzo".
Mujica Lainez se inspiró para escribirla en los jardines del castillo de los Orsini (también conocido como el parque de los monstruos), situados en Bomarzo, provincia de Viterbo, y que el autor visitó en el año 1958. Fue tan honda la impresión le causaron las desmesuradas esculturas talladas en la roca que, a su regreso de Italia, se dedicó en cuerpo y alma a la reconstrucción de la vida de su creador: Pier Francesco Orsini, duque de Bomarzo.
Es el propio duque quien nos narra su vida, que en la ficción trascurre entre 1510 y 1572. Una vida marcada por dos malformaciones, una joroba y una cojera en la pierna derecha, y unas relaciones con sus padres, hermanos y abuelos que contribuyen decisivamente a formar su personalidad, que se caracterizará por los celos, la cobardía, el egoísmo y la venganza, aunque en palabras del propio duque "siempre ansié delirantemente, hasta las lágrimas, que me amaran".
La narración abarca la totalidad de la vida del duque, desde sus recuerdos de infancia y adolescencia hasta su retiro, ya en la vejez, en la soledad más absoluta, pasando por sus matrimonios, hijos y demás familia. Todo ello, como ya hemos dicho, en pleno siglo XVI en Italia, en pleno Renacimiento. Por tanto, seguiremos las andanzas de Pier Francesco Orsini por ciudades reales y míticas al mismo tiempo como Roma, Florencia y Venecia, nos codearemos con ilustres apellidos como Farnese o Medicis, con personajes clave de la Historia de Europa como Carlos V, con artistas como Cellini, Tiziano, Miguel Angel o Cervantes, personajes como Paracelso, reviviremos la coronación como emperador de Carlos V o la batalla de Lepanto. Y todo esto aderezado con los principales ingredientes que contribuyeron a forjar la leyenda de ese período histórico: traiciones, asesinatos, guerras, libertinaje, magos, alquimistas, religiosidad, leyendas y creencias paganas.
Lo que, en mi opinión, sitúa a "Bomarzo" en la cumbre de la novela histórica son varios aspectos: el estilo de Mujica Lainez, clásico y barroco, el impresionante trabajo de documentación que se intuye detrás de toda la novela o la erudición que demuestra sin resultar ni pedante ni abrumador. Todo ello logrando además una obra muy entretenida y bastante accesible a todos los públicos.
No desvelaré nada más. Es mejor sumergirse en "Bomarzo", admirar el cuadro que compone, que recuerda a esos trípticos flamencos cargado de escenas, personajes y alegorías, y dejarse llevar por los vaivenes de la historia y de la Historia.
P.S.: Idea, ya que no llegamos a tiempo para el 50º aniversario, para el 75º aniversario de Bomarzo: la publicación por algún osado editor osado de una edición acompañada con algunos de los múltiples cuadros, esculturas o planos de edificios y ciudades que se mencionan en la obra.
Otras obras de Mujica Lainez en ULAD: Sergio, El escarabajo, Un novelista en el Museo del Prado, De milagros y melancolías, El viaje de los siete demonios, El unicornio
Extraordinaria novela y estupenda reseña. Ahora que has terminado con Proust podrías animarte con 'El unicornio', que es otro libro formidable de Mújica.
ResponderEliminarSaludos!
He de reconocer que es la segunda lectura de Bomarzo. Hace ya demasiado tiempo que lo leí y, aunque creía tenerlo bastante fresco, lo he disfrutado tanto como la primera vez.
ResponderEliminarEn su momento también leí "El escarabajo", que me encantó, "El laberinto", que creo está un poco por debajo de los otros dos y "un novelista en el Museo del Prado" del que no recuerdo gran cosa.
"El unicornio" queda apuntado, pero vayamos antes con cosas más ligeritas!
Aun así, insisto en que Mújica Laínez no tiene el reconocimiento que merece y no entiendo el motivo.
Un abrazo
Hola Koldo,
ResponderEliminarTal vez Mújica Lainez no haya sido suficientemente reconocido porque fue contemporáneo de escritores enormes como Borges, Bioy Casares y Cortazar: fundamentales en la literatura argentina por originalidad e innovación.
Gracias por rescatar Bomarzo.
Saludos desde Buenos Aires
Qué preciosísima novela, desde la primera palabra hasta la última. Me han entrado unas ganas enormes de releerla después de tu crítica. Mil gracias por recordármela!
ResponderEliminarUN CLASICO. A partir de ahí, repasad algunas de vuestras recomendaciones. Haced examen de conciencia. Penad por vuestra candidez. "ULAE living a celebration" como cantaba Rosa en Eurovisión. Je je...
ResponderEliminarDesde este mismo instante, BOMARZO debería servir de parámetro, en ULAE, para decidir lo que es, o no es, un libro de lectura imprescindible. O, simplemente, un libro recomendable.
Si echáis la vista atrás -y nos sois unos empecinados, que no creo- (en este sentido, aludir al recuadro: "NUESTRAS VALORACIONES")lo normal es que os pongáis más colorados que un tomate después de tantos "descubrimientos de la pólvora" de los que os habéis regocijado ¡ejeem! en la historia del blog. Un blog estimulante, en cualquier caso. Que lo cortés no quita lo valiente. ;-)
Koldo, intentaré, complementando las informaciones que me preceden, explicar porqué creo se ha relegado a Manuel Mujica Láinez en el canon literario.
ResponderEliminarMás allá de su contemporaneidad con monstruos de la literatura universal, Manucho (como se lo conocía en los círculos literarios y sociales que frecuentaba), con su prosapia y linaje aristocrático, y sus modales refinados al extremo, causaba cierto rechazo en la progresía nacional. Además, tenía la costumbre, infrecuente en los 60s y 70s, de aparecer en programas televisivos considerados "populares", donde hacía rico despliegue de sus talentos y sabiduría. En conclusión, un personaje detestable para la intelectualidad de izquierdas de la época.
Alguien podrá preguntarse por qué no les ocurrió lo mismo a otras figuras literarias rutilantes, también provenientes de la más rancia aristocracia argentina (las hermanas Ocampo, Bioy Casares, el mismo Borges). Yo no lo se.
Aclaro que no he leído nada de Manucho, cuya casa de veraneo en las sierras de Córdoba visité hace más de 40 años. Muy poco se lo recuerda hoy por hoy en Argentina. De hecho, seguramente son más los que recuerdan la ópera Bomarzo, de Alberto Ginastera basada en la novela de MML, que la novela misma.
Saludos desde el Sur!
Hola de nuevo!
ResponderEliminarLa verdad es que compartir generación con tipos como Cortazar, Borges, Bioy Casares o, incluso, Sábato puede ser uno de los motivos del olvido y es hasta comprensible. El de los prejuicios ideológicos (o de clase) seguramente también lo sea, pero ya me resulta más difícil de entender. Además, como bien dices, los tres primeros también provenían de familias de clase "alta".
En cualquier caso, es, en mi opinión, un gran escritor.
Por cierto, "El Puma": va siendo hora de descubrir a Mujica. No creo que te decepcione.
¡Muchas gracias por los comentarios!
Buenas,
ResponderEliminarMás que imprescindible, yo la elevaría a fundamental. Para mí, uno de mis cinco libros favoritos.
Acertadísima reseña.
Un saludo.
Un libro al día me trae abrumada con su abanico de exquisiteces! Ya compro y compro libros que sugieren y que quiero leer y.....
ResponderEliminarDios me falta tiempo!!
Encontré en mi biblioteca un libro pequeño de Mujica Lainez se llama "La Casa" y es ésta la que nos describe cómo la van destruyendo a martillazos, mientras hace memoria atrás de los tiempos de opulencia en Buenos Aires.
Los dejo con un gran saludo. Sigo leyendo a Julián Barnes que me ha cautivado con su escritura!
Hola. Buena reseña y excelente volumen. No obstante, lo que más me sorprendió cuando lo leí, hace ya bastantes años, es el perfecto alineamiento entre la estructura mental del protagonista y la elección de la exposición lingüística del autor. En cuanto a las comparaciones con otros popes de la época, a mi juicio, se trata de un debate estéril, pues el tiempo, empapado de consumo y de predilecciones editoriales, no siempre justificadas, ayuda poco a situar a cada cual en su sitio.
ResponderEliminarMe uno a las gracias por el rescate del libro.
Yo quiero agregar, y sin ánimo de polemizar, que es difícil entender la Bomarzo sin conocer brevemente la vida de Manucho. Era un homosexual y excéntrico, y esos rasgos son muy visible en el príncipe Orsini. Hay muchas referencias a la homosexualidad en el curso del relato (por ejemplo, la escena en que el hermano lo desnuda, lo disfraza de mujer y le perfora el lóbulo de la oreja con un estilete).
ResponderEliminarCreo que la novela debe ser leída dentro de un contexto: una Argentina de los años 50, durante una dictadura militar, en una sociedad donde la homosexualidad era cruelmente reprimida. Hay un cuento de Manucho, "La larga cabellera negra", que era divulgado clandestinamente en épocas de dictadura en Argentina.
Todo lo dicho en esta reseña es verdad, y concuerdo. Pero conocer la vida de Mujica Laínez y el contexto histórico de la elaboración de esta gran obra pueden darles un punto de vista distinto.
A quienes vivan en Buenos Aires les recomiendo "Misteriosa Buenos Aires", un libro de cuentos imprescindible de Mujica
Hola Pablo:
ResponderEliminarInteresantísima lectura de Bomarzo, sobre todo para los que, como yo, desconocemos casi todo de la vida de Mujica. Es una pasada la cantidad de lecturas que puede tener Bomarzo.
Muchísimas gracias por la aportación y por la sugerencia. Un lujo
Mujica Laínez era un dandy. Nuestro Wilde. Pertencía a la ríquisima clase terrateniente argentina de la que eran miembros Güiraldes, Bioy Casares, las hermanas Silvina y Victoria Ocampo y en la que Borges fungía como primo pobre. Pero el rechazo tanto del resto de los escritores como de parte del "ambiente" cultural argentino de aquellos años no era tanto por su condición de homosexual semideclarado (aunque Bioy cuenta que Borges en una oportunidad le dijo: - Ahí se apareció Mujica con sus putitos), sino por su personalidad aristócrática y extravagante. Era también un chismoso delicioso, con un breve comentario podía destruir a cualquiera.
ResponderEliminarPero nada de eso justifica el olvido en que lo tenemos. Es un gran escritor. Basta leer Bomarzo y El escarabajo para saberlo.
Saludos
Alfredo
Hola, Alfredo:
ResponderEliminarYa comentarios anteriores sugieren lo que amplías en tu comentario acerca de las razones del olvido de Mujica. En cualquier caso, coincido contigo en que se trata de un olvido injustificable y en que tanto Bomarzo como El Escarabajo, que también hemos reseñado en el blog, son dos obras maravillosas.
Gracias por comentar.
Un abrazo!