Título original: In the Wolf's Mouth
Año de publicación: 2014
Traducción: Irene Oliva LuqueValoración: bastante recomendable
Siento un particular interés por los libros que se desarrollan o tratan de Sicilia, consecuencia, sin duda, de mi admiración por las obras de Leonardo Sciascia y, más tarde, de Camilleri (también, aunque resulte demasiado tópico, por una culpable debilidad por las historias de mafiosos). En este caso, sin embargo, se trata de una novela escrita no por un siciliano ni italiano, sino por un inglés y que, si bien ya no podemos considerar como un "escritor joven" (aunque ésta es una categoría huidiza y cambiante en el mundo de las letras), tampoco tiene demasiadas obras en su haber. Que además, parece conocer o haberse documentado muy bien sobre lo que escribe. una historia que transcurre durante la invasión -o liberación, aunque en la novela se utiliza el primer término, supongo que por fidelidad histórica- de Sicilia durante la II G.M.
En un un pueblo del interior, cerca de Palermo, concurren, tras ser vencidos los fascistas, una serie de variopintos personajes: un oficial inglés de servicio de seguridad, un cinéfilo soldado italoamercano, un "hombre de respeto" que vuelve al terruño después de haber pasado veinte años huido en Nueva York, una joven y ociosa princesa siciliana, un antiguo pastor, al servicio del padre de ésta... Entre todos tejen una trama aparentemente inconexa, que se va entrelazando de forma discreta según pasan las páginas. Una historia minuciosamente realista y, al mismo tiempo, curiosamente alegórica, como si se tratara de un irónico cuento infantil con, ya digo, princesas, pastores y soldados, pero también brujas o monarcas árabes. Una historia, además, que tiene como tema de fondo el crecimiento, la pérdida de la inocencia (entendida como el resquebrajamiento de los sueños y las aspiraciones que tiene cada cual sobre sí mismo) y el dolor que provoca ésta en muchos de los personajes.
La novela, digámoslo de una vez, está muy bien; incluso por momentos resulta excelente, no sólo por la nítida prosa que maneja Foulds (sin duda, de lo mejorcito que se escribe hoy en día, en mi opinión), sino, sobre todo, por su sensibilidad y agudeza a la hora de profundizar en el interior de sus personajes, en las honduras de una subjetividad, a veces un tanto absurdas o desconcertantes, que ocultan -u ocultamos- todos. Sin caer, no obstante, en los desequilibrios narrativos que pueden aquejar a la llamada "novela psicológica". En consecuencia, lo peor -o lo mejor-, que puede decirse de la novela de Foulds es que sabe a poco; así como hay novelas que seguramente ganarían con un buen recorte de páginas (todos tenemos alguna en mente), hay otras, mucho menos numerosas, que parecen pedir un mayor recorrido para dar lo mejor de sí. Con una mayor extensión (no me atrevo a decir cuánto más; quizás el doble de páginas o una tercera parte más), creo que En la boca del lobo habría pasado a ser de una buena novela, a una novela memorable, un "novelón" sobre la guerra, la violencia y el poder. También, como ya he señalado, sobre los sueños rotos y los espíritus agrietados. Y si es posible restañar sus heridas.
En fin, esperemos a nuevas entregas del talento de Adam Foulds; presiento qeu como escritor, él también tiene que mostrarnos lo mejor de sí.
En un un pueblo del interior, cerca de Palermo, concurren, tras ser vencidos los fascistas, una serie de variopintos personajes: un oficial inglés de servicio de seguridad, un cinéfilo soldado italoamercano, un "hombre de respeto" que vuelve al terruño después de haber pasado veinte años huido en Nueva York, una joven y ociosa princesa siciliana, un antiguo pastor, al servicio del padre de ésta... Entre todos tejen una trama aparentemente inconexa, que se va entrelazando de forma discreta según pasan las páginas. Una historia minuciosamente realista y, al mismo tiempo, curiosamente alegórica, como si se tratara de un irónico cuento infantil con, ya digo, princesas, pastores y soldados, pero también brujas o monarcas árabes. Una historia, además, que tiene como tema de fondo el crecimiento, la pérdida de la inocencia (entendida como el resquebrajamiento de los sueños y las aspiraciones que tiene cada cual sobre sí mismo) y el dolor que provoca ésta en muchos de los personajes.
La novela, digámoslo de una vez, está muy bien; incluso por momentos resulta excelente, no sólo por la nítida prosa que maneja Foulds (sin duda, de lo mejorcito que se escribe hoy en día, en mi opinión), sino, sobre todo, por su sensibilidad y agudeza a la hora de profundizar en el interior de sus personajes, en las honduras de una subjetividad, a veces un tanto absurdas o desconcertantes, que ocultan -u ocultamos- todos. Sin caer, no obstante, en los desequilibrios narrativos que pueden aquejar a la llamada "novela psicológica". En consecuencia, lo peor -o lo mejor-, que puede decirse de la novela de Foulds es que sabe a poco; así como hay novelas que seguramente ganarían con un buen recorte de páginas (todos tenemos alguna en mente), hay otras, mucho menos numerosas, que parecen pedir un mayor recorrido para dar lo mejor de sí. Con una mayor extensión (no me atrevo a decir cuánto más; quizás el doble de páginas o una tercera parte más), creo que En la boca del lobo habría pasado a ser de una buena novela, a una novela memorable, un "novelón" sobre la guerra, la violencia y el poder. También, como ya he señalado, sobre los sueños rotos y los espíritus agrietados. Y si es posible restañar sus heridas.
En fin, esperemos a nuevas entregas del talento de Adam Foulds; presiento qeu como escritor, él también tiene que mostrarnos lo mejor de sí.
Bueeeno. Parece que todo no está del todo perdido. Que hay salvación. Ese "bastante recomendable" y no "lasupermegaobramaestradelcopóuniversaldebudahredivivo" puede ser el inicio de un proyecto más matizado de crítica literaria. Que es de lo que se trata (creo). Ahora... ¡a no desfallecer!. Que estos intentos son de los que le permiten a uno sobrevivir. ¡Je je...!
ResponderEliminarUn abrazo. ;-)
Hola, Julian:
ResponderEliminarBueno, yo ignoraba que me encontrara inmerso en un "proyecto más matizado de crítica literaria". Pensaba que se trataba de leer libros, explicarlos un poquito, dar nuestra opinión y ya está. Entre otras cosas, porque ni yo, al menos, soy crítico literario ni el espacio que hemos acotado para las reseñas ofrece posibilidad de meterse en más honduras (con lo que, ciertamente, muchas veces se quedan cosas en el tintero y vaya que si da rabia).
En cuanto a la valoración, la explico más o menos en el último párrafo. En realidad, creo que es la primera vez que yo uso lo de "bastante recomendable" y me ha costado mis buenos ratos de cavilación (bueno, minutos): Se debe a que si bien considero, como señalo en la reseña que Adams Foulds es un novelista con unas extraordinarias dotes para la narración, una prosa límpida y emocionante y una atención exquisita por el detalle y todo lo sensorial, la novela deja la sensación de encontrarse incompleta...o, más bien, constreñida, que no ha podido desbordarse por toda la extensión de páginas que hubiese necesitado para ser una obra redonda. Pero que, aún así, está muy bien.
Un saludo y un abrazo a ti también.
Estimado Juan, como he dicho ya un par de veces, coincido contigo en la devoción por Sciascia y la adicción por Camilleri. Por lo que cualquier obra situada en Sicilia siempre llama mi atención.
ResponderEliminarSin embargo, que el autor sea americano intuyo puede soslayar esa profundidad en el conocimiento de la historia y las viscisitudes sicilianas que hacen tan irrempazables a aquellos dos autores.
Recuerdo haber leído hace muchos años El siciliano, de Mario Puzo, una novela basada en la vida del famoso pistolero Salvatore Giuliano. Y me resultó un fiasco. Sobre todo teniendo en cuenta que era una obra del autor de El Padrino!
No lo agregaré a mi listado de pendientes. Espero no equivocarme.
Un cordial saludo!
Hola Puma:
ResponderEliminarEn primer lugar, señalar que Foulds no es norteameericano, sino inglés. Lo cual, por supuesto, no contradice tu razonamiento, pero tampoco es óbice para que la novela esté perfectamente ambientada, supongo yo; por ejemplo uno de los principales expertos en el tema de la mafia y sobre Italia en general, que yo conozca, es John Dickie, también británico.
Sobre Puzo, tengo entendido que a pesar de ser italoamericano, nunca había tenido contacto alguno con el mundo de la Cosa Nostra hasta que escribió "El Padrino" y de hecho, tuvo que documentarse en los libros e informes (el famoso de la comisión Kefauver, por ejemplo) que existían por entonces para hacerlo.
Por lo demás, estás en tu derecho de obviar esta novela, faltaría más...pero te recomiendo que no te olvides del nombre del autor, porque sospecho que aún va a dar mucho de que hablar, a tenor de la excelencia de su escritura.
¡Como siempre, muchas gracias por seguirnos y por tu comentario y un saludo, amigo !