Páginas

jueves, 18 de febrero de 2016

Colaboración: Postales de invierno, de Ann Beattie

Idioma original: Inglés
Título original: Chilly Scenes of Winter
Año publicación: 1976
Valoración: Muy recomendable

La novela americana está llena de personajes inadaptados. Así, a bote pronto: Ignatius J. Reilly (La conjura de los necios) o Holden Caulfield (El guardián entre el centeno). Pues bien, después de leer Postales de invierno, podríamos incluir en esta lista de inadaptados a Charles, su principal protagonista.

Charles, hombre de unos 30 años, “de buena familia”, cínico, descreído, con un trabajo monótono y obsesionado. Con Laura. Laura. Laura. Siempre Laura.

Protagonista principal de una novela sobre el amor no correspondido (de Laura, claro), sobre las frustraciones y el desencanto vital  de una generación “post-muchas cosas”: guerra de Vietnam, mayo del 68, Woodstock, revolución sexual, descubrimiento de las drogas.

Una novela en la que no pasa “casi nada”. Pasa, sobre todo, Laura por el cerebro de Charles, pensando cómo recuperarla. Pasan los buenos y malos momentos de Charles con Laura. Pasa el día a día de Charles. Pasan sus “relaciones sociales” monótonas, anodinas, insostenibles. Que no es mucho, no. Pero es más que suficiente.

Para mí, lo más destacable de la novela son los personajes. Es una novela de personajes, que en las primeras páginas quedan perfectamente definidos, y que resultan entrañables, creíbles, reales. Fundamentalmente Charles, centro de la novela. Pero también su inseparable amigo Sam (¿quién no querría tener un amigo como Sam?) y su ultrahipocondríaca madre Claire.

¿Y Laura? También Laura. También Laura. Siempre Laura.

Y la música. Sí, la música. A lo largo del libro, una serie de canciones de los Stones, Dylan, Janis Joplin, Billie Holiday... que terminan de dar sentido a los diferentes momentos por los que pasan Charles y Sam.

Por último, hay que decir que el ya clásico diseño de Libros del Asteroide y el prólogo de Rodrigo Fresán completan una edición muy apetecible.

Total, una novela altamente recomendable. Llena de tristeza y, a pesar de ello, también de humor (y de Laura, por todas partes Laura). Reflejo de una época y de una generación que en el cine retrataron peliculones como Taxi Driver, El cazador, Tarde de perros o Alguien voló sobre el nido del cuco. Casi nada.

Firmado: Kim Jong Nam

3 comentarios:

  1. He leído el libro por el comentario que escribieron. Me gustó bastante.
    Estaba un poco alejado de la lectura, pero ahora vuelvo con todo.

    ¡Gracias! Realizan un gran trabajo.

    ResponderEliminar
  2. Anda, qué bien! Me alegro que te gustara el libro y, más aún, que llegaras a él a través de la reseña.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Me ha gustado el libro; efectivamente, está escrito con una facilidad y una ternura muy difíciles de conseguir. Lo que no me ha gustado tanto es el personaje principal: en varios momentos de la novela me daban ganas de entrar en la historia y darle un par de bofetadas. ¡Es un niño llorón! ¡Bua, bua, me ha dejado mi chica! ¡Madura! ¡Mira a tu alrededor! ¡Deja de lamentarte! Y la forma en la que trata a personajes como Pete o Betty...

    Pero en fin, es una novela bonita, no hay duda...

    ResponderEliminar

Deja a continuación tu comentario. Los comentarios serán moderados y solo serán visibles si los aprueba un miembro del equipo.