Título original: Nocturnes
Año de publicación: 2009
Traducción: Antonio Prometeo Moya
Valoración: recomendable
¡No os vayáis! ¡No os vayáis! El escritor japonés que cuenta historias relacionadas con hombres en bares donde se escucha jazz de noche no es el que pensáis. ¡No! ¡Si este escribe en inglés y todo, si se afincó en Inglaterra siendo un niño! ¡Puedo demostrarlo! Además, Ishiguro no venderá demasiado. Eso sería una garantía para que la gente le tomase manía, algo injustamente. Vender a espuertas, qué crimen, pobre Haruki, y cómo les gustaría a otros. Pero la elegancia de Ishiguro, una elegancia narrativa muy jazzística, no es de las que trae ventas a centenares de miles. No. Una elegancia que peca, quizás, de un exceso de contención.
Las cinco historias contenidas en Nocturnos, bastante adecuadamente subtitulado Cinco historias de música y noche son historias con estructuras bastante homogéneas. Algunos de los protagonistas transitan por lugares de paso, lugares que no son los habituales de sus existencias (hoteles, casas de amigos, una clínica estética), todos tienen relación con la música (son aficionados, o instrumentistas: chelo, saxo, guitarra...) y se produce, casi siempre, una especie de relación triangular, donde los vértices están descompensados.
Nocturno, el cuento, narra la historia de atracción circunstancial entre una estrella del papel couché en su tercera operación estética y un saxofonista que ha sido convencido por su ex-mujer de que una nueva cara será lo que le permita ser reconocido por su talento. Come rain or come shine narra la vil estratagema de un antiguo compañero de estudios que invita a un compañero de escaso éxito en la vida para que su mujer aprecie cómo gana en las comparaciones. Casi todos estos triángulos amorosos/sentimentales/musicales son isósceles, para ser más concreto: una pareja en la que irrumpe un tercero, pero esa irrupción no es una irrupción clandestina, llena de pasión y voluptuosidad: es como una especie de recurso alternativo a ciertas situaciones en las que se impone la apatía o la inminencia de un conflicto. Pero Ishiguro siempre detiene la historia en el momento preciso, antes de que los ropajes caigan sobre el suelo. Olvídense los que exploren estas historias en busca de sexo salvaje o desafios carnales. Los Nocturnos de Ishiguro son más amables que los dramas latentes en los cuentos de Richard Ford en De mujeres y hombres, otra colección de relatos de temática algo parecida. En los Nocturnos de Ishiguro la contención es clave tanto para sugerir al lector no sólo cuál será el siguiente paso que darán los protagonistas (casarse, separarse, encamarse) sino para que nosotros, lectores, nos planteemos la misma duda. Francamente agradable y sencillo en su lectura, sin complicarse la vida en lo estilístico ni en su desarrollo, Ishiguro me parece, a merced de lo leído aquí, como el autor idóneo para entretener esperas en lugares concurridos como, claro, aeropuertos. Su comedida sofisticación, su amabilidad y su calidez, son idóneas en ese contexto.
Otra cosa es que haya brutos por el mundo a los que nos gusta algo más de visceralidad.
Otras obras de Kazuo Ishiguro en ULAD: Nunca me abandones, Un artista del mundo flotante, Los restos del día, El gigante enterrado
Las cinco historias contenidas en Nocturnos, bastante adecuadamente subtitulado Cinco historias de música y noche son historias con estructuras bastante homogéneas. Algunos de los protagonistas transitan por lugares de paso, lugares que no son los habituales de sus existencias (hoteles, casas de amigos, una clínica estética), todos tienen relación con la música (son aficionados, o instrumentistas: chelo, saxo, guitarra...) y se produce, casi siempre, una especie de relación triangular, donde los vértices están descompensados.
Nocturno, el cuento, narra la historia de atracción circunstancial entre una estrella del papel couché en su tercera operación estética y un saxofonista que ha sido convencido por su ex-mujer de que una nueva cara será lo que le permita ser reconocido por su talento. Come rain or come shine narra la vil estratagema de un antiguo compañero de estudios que invita a un compañero de escaso éxito en la vida para que su mujer aprecie cómo gana en las comparaciones. Casi todos estos triángulos amorosos/sentimentales/musicales son isósceles, para ser más concreto: una pareja en la que irrumpe un tercero, pero esa irrupción no es una irrupción clandestina, llena de pasión y voluptuosidad: es como una especie de recurso alternativo a ciertas situaciones en las que se impone la apatía o la inminencia de un conflicto. Pero Ishiguro siempre detiene la historia en el momento preciso, antes de que los ropajes caigan sobre el suelo. Olvídense los que exploren estas historias en busca de sexo salvaje o desafios carnales. Los Nocturnos de Ishiguro son más amables que los dramas latentes en los cuentos de Richard Ford en De mujeres y hombres, otra colección de relatos de temática algo parecida. En los Nocturnos de Ishiguro la contención es clave tanto para sugerir al lector no sólo cuál será el siguiente paso que darán los protagonistas (casarse, separarse, encamarse) sino para que nosotros, lectores, nos planteemos la misma duda. Francamente agradable y sencillo en su lectura, sin complicarse la vida en lo estilístico ni en su desarrollo, Ishiguro me parece, a merced de lo leído aquí, como el autor idóneo para entretener esperas en lugares concurridos como, claro, aeropuertos. Su comedida sofisticación, su amabilidad y su calidez, son idóneas en ese contexto.
Otra cosa es que haya brutos por el mundo a los que nos gusta algo más de visceralidad.
Otras obras de Kazuo Ishiguro en ULAD: Nunca me abandones, Un artista del mundo flotante, Los restos del día, El gigante enterrado
Me gusta mucho Kazuo Ishiguro, pero os escribo porque acabo de descubrir vuestra web y os presento la mía que hace reseñas críticas de "libros de sabiduría" http://unpocodesabiduria21.blogspot.com.es/
ResponderEliminarpor si os interesa incorporarlo a vuestra web al igual que otros por el estilo. Yo solo voy a tres libros al mes y, por supuesto, se excluye la narrativa. Felicidades por vuestro blog.
"Nunca me abandones", de Ishiguro, es para mí la mejor novela de ciencia-ficción que se ha escrito nunca.
Pues gracias, Idea21, ya me pasaré a ver qué es eso de libros de sabiduría. Y no creo que la narrativa no contenga ninguna "sabiduría", ya que estamos.
ResponderEliminarGracias por el comentario.
Eh, que yo no he dicho que no haya sabiduría en la novela, pero Harold Bloom ya dedicó un libro muy bueno a la "literatura sapiencial", como propio género (tampoco coincide exactamente con lo de mi blog, pero bueno...)
ResponderEliminarhttp://www.elresumen.com/libros/donde_se_encuentra_la_sabiduria.htm
Me lo regalaron en febrero y lo tengo en la pila de la mesilla. No puedo con Murakami y "Never let me go" me dejó fresquita como un frigodedo... Veremossss...
ResponderEliminarNo es Murakami, Deborahlibros. Aunque Murakami igual debería publicar algún libro bajo pseudónimo. Me temo que su simple mención empieza a activar demasiadas preconcepciones.
ResponderEliminarEs una delicia de libro. Relatos muy gustosos. Una maravilla como escribe. Desde luego que lo recomiendo.
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