Idioma original: español
Año de publicación: 1969
Valoración: recomendable
Dicen que Juan José Saer es uno de los escritores fundamentales de la literatura argentina del siglo XX, y yo aquí sin leer nada de él, hasta hoy. Y lo primero que he leído, esta novela Cicatrices, aunque tiene muchos valores y muchas virtudes, por sí solo no justifica esta opinión. (Aunque también es verdad que se suele citar El entenado, Glosa o Nadie nunca nada como sus mejores obras, así que voy a seguir intentándolo).
Cicatrices es una novela compleja e imaginativa, aunque también algo pesada en algunos momentos. Compuesta por cuatro apartados, el hecho que sirve para relacionarlos (además de ciertos personajes comunes) es un crimen cometido por un obrero que mata a su mujer con una escopeta de caza. Sin embargo, este crimen es central solo en el cuarto apartado, muy importante en el tercero y mucho más tangencial en el primero y en el segundo. Así, no se puede decir que esta sea una novela policiaca, ni siquiera que su tema sea el crimen en sí.
¿Y de qué hablan entonces los cuatro apartados? Pues de un grupo de personajes (periodistas, jueces, abogados, escritores) perseguidos por sus propias obesiones. En la primera parte el protagonista es Ángel Leto, un aspirante a periodista con una enfermiza relación con su madre; en la segunda, Sergio Escalante, un abogado que casi no ejerce y que dedica su tiempo a dilapidar todas sus posesiones en el juego (la referencia a El jugador es inevitable y explícita); en la tercera se nos presenta a Ernesto López Garay, el juez destinado a juzgar el crimen del obrero, pero que se preocupa más por sus labores de traductor diletante; y por último en el cuarto apartado aparecen los Fiore, el matrimonio protagonista del crimen.
Como decía, algunas páginas del libro se hacen pesadas, porque Saer describe, con un detallismo obsesivo, algunas de las actividades de los personajes: las borracheras de Leto, las partidas de Escalante, los paseos del juez López Garay por la ciudad... Eso sí, algunas otras escenas son magistrales, y algunos "trucos" narrativos resultan muy interesantes; me arriesgaría a decir, por lo tanto, con la ventaja que da hablar a toro pasado, que en esta novela se pueden prever algunas de las virtudes de Saer como narrador, que sin embargo consiguió desarrollar en novelas posteriores (novelas que no he leído, pero que me propongo leer).
También de Saer en UnLibroAlDía: Nadie, nada, nunca, El entenado, La pesquisa, La grande
Creo que es una lectura muy pobre de "Cicatrices". Por supuesto que no gira en torno al crimen, sino al crecimiento, a la madurez de uno de los personajes que apenas has tenido en cuenta. La prosa de Saer varía en su ritmo, a veces es morosa y detallista, pero con alguna intención, algo se quiere mostrar al lector. Sugiero que la releas, y luego Glosa, La pesquisa, Nadie nunca nada y todo lo que encuentres de este autor. Lo has encarado mal. A todos nos puede pasar...
ResponderEliminarVenga, hombre, no me dejes así, a qué personaje te refieres...
ResponderEliminarTe agradezco tu comentario, de verdad, pero no voy a releer Cicatrices. Puedo no haberla entendido, se me pueden haber escapado cosas, pero en cualquier caso no creo que sea una novela que (me) merezca una relectura, con todo lo que hay para leer -incluidas las demás novelas de Saer-.
Creo que vale la pena que dentro de un tiempo la encares como si no la hubieras leído. En Saer no busques géneros, no escribe novelas policiales o de amor... El personaje sobre el que giran todos los hechos, los círculos temporales es Ángel Leto, por supuesto. Y ésta es, justamente, la novela que los críticos recomiendan para empezar a leer a este autor. Con Glosa, te puede resultar más complejo. Pero siempre es un placer leerlo. Gracias por darme un lugar para expresar mi opinión. Siempre leo estas reseñas. Saludos.
ResponderEliminarVale una aclaración: el personaje "Angelito" de Cicatrices no es Angel Leto. Es otro personaje de mismo nombre. Angel Leto aparece en La vuelta completa y en Glosa. Es contador y tenedor de libros mas no periodista. Saer mismo lo aclaró en vida.
ResponderEliminarle pusiste todas las ganas, este libro es un embole
ResponderEliminartermino de leerla, segunda declaro, y con aspiraciones a leer todas las restantes. la primera fue el entenado, me gustó más.
ResponderEliminarconfieso que entiendo el comentario de ludmi pero creo que hay momentos/conexiones para ese tipo de lecturas y no va tanto en una relectura. yo no me conecté tampoco con las borracheras, las partidas clandestinas/el pool y entiendo que si hay ahí un prosa enredante que puede ser muy rica, pero en ciertas etapas de lectura o momentos de la vida del lector más bien: encuentros va. a mi no me pasó.
de todas maneras me llevo sí un conexión con los personajes, una angustia compartida, un desaliento, un ritmo...abrazos
es cierto que esta obra no es considerada la mejor de saer, pero el capítulo del abogado Escalante es genial. Un dato: según algunos críticos cicatrices se basa en un esquema de novela que aparece en el cuento de Borges, "Examen de la obra de Herbert Quain".
ResponderEliminarAhora mismo estoy leyendo la novela "La grande" del mismo autor, y curiosamente ahí también sale el tal Sergio Escalante.
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