Idioma original: alemán
Traductora: Lidia Álvarez Grifoll
Año de publicación: 2010
Valoración: está bien
Reconozco que, como a muchos otros oriundos del sur de Europa, las Desde Alemania con amor, así como las de un acertado comentario a la misma. También es curioso que el llamado "humor inglés", que no deja de ser el de otro pueblo de origen germánico, sea considerado como el más irónico y elaborado, sobre todo en lo que se refiere al ámbito literario, mientras que a los alemanes los consideremos a menudo como unos "cabezas cuadradas" incapaces de reírse del más gracioso de los chistes... no digamos ya a inventarlo ellos...
palabras "humor" y "alemán" me resultan en principio incompatibles, si no francamente antitéticas. No deja de ser más que un tópico, lo sé, además de una arrogancia por nuestra parte, y al respecto, me atrevo a hacer mías las palabras de mi compañera Izas en una reseña de no hace mucho:
Pero hete aquí que el rey de los libros de humor de los últimos tiempos resulta no ser británico ni italiano ni español.... es un alemán de Bremen llamado David Safier, que lo está petando (si se me permite la expresión) con novelas en las que, por si fuera poco, juguetea con conceptos religiosos o, al menos, metafísicos. Por seguir con el mea culpa, reconoceré también que durante un tiempo yo pensaba que los del amigo Safier eran de esa especie de libros de autoayuda con trasfondo espiritual, como los que han hecho fortuna también en los últimos tiempos. Debido a este error, yo ni me acercaba a ellos, hasta que hace poco me enteré de que, en realidad, eran novelas de humor. Así que, impelido además por una ferviente recomendación y con la idea de que, después de todo, quién iba a decir que la comedia cinematográfica del momento en España sería sobre los usos y costumbres vascos, subsección borrokada (ya sé que el protagonista es malagueño, pero eso no es óbice para lo acertado de mi razonamiento), por lo que en este campo cualquier cosa es posible, me he animado a leer una novela de Safier, a ver qué tal.
La protagonista de la novela resulta ser una joven maestra a la que se le está pasando el arroz, que cree haber perdido al amor de su vida y de una inseguridad comprensible por las dos razones anterior y por su tendencia a meterse en situaciones embarazosas, cuando no ridícula). Para entendernos, una especie de Bridget Jones teutona... quiero decir germana (y no, no he leído el libro de Bridget Jones, pero he visto la peli). Rosa, que tal es su nombre, acaba aceptando una experiencia de regresión hipnótica que hace viajar a su espíritu hasta el siglo XVI, para conocer cómo fue una existencia anterior (aquí, Safier vuelve al tema de la reencarnación, que ya tocó en su primer éxito, Maldito karma. Y no, no he leído el libro ni he visto la peli, pero leí la solapa...). El caso es que su espíritu acaba metida en el cuerpo de nada menos que William Shakespeare, el inmortal bardo de Stratford-upon-Avon, etc., etc... (de ahí el título original alemán,que significa algo así como "De repente Shakespeare" o "Inesperadamente Shakespeare" mucho más propio que el español. Por cierto, el "mi" del título que han puesto, ya que pronombre... ¿no debería llevar tilde? ¿No hay nadie en la editorial que se haya dado cuenta?). Hasta aquí, la cosa, por disparatada, ya es bastante divertida, pero lo es aún más porque el propio espíritu de Shakespeare, el genio de las letras inglesas, etc, etc... sigue habitando ese cuerpo, pero sin control sobre él, puesto que lo tiene Rosa, y de esta dialéctica, no siempre amistosa, de estos dos espíritus dentro de un mismo cuerpo es de donde viene buena parte de la comicidad de la novela. Sobre todo porque el Shakespeare de la época, que aún no ha sido consagrado por la fama y ni siquiera ha escrito Hamlet (de hecho, en sus primeros apuntes se trata de una comedia), se ve envuelto en intrigas amorosas y políticas que contribuyen todavía más a crear situaciones cómicas.
Por seguir con las referencias cinematográficas (que creo pertinentes, porque Safier es también guionista de la tele y de hecho, hay diálogos y situaciones de la novela que funcionarían mejor en el cine o en una sit-com), diríamos que la historia pasa de El diario de Bridget Jones a Shakespeare enamorado, de ahí a Ponte en mi lugar, Los visitantes y después, a La boda de mi mejor amigo y... buff, definitivamente, creo que tengo que ver mejores películas. El caso es que el estilo de la novela es directo y atractivamente rápido: se pueden leer las 300 páginas en una tarde, sin problemas. Y, desde luego, si la intención es divertir, como parece desde la primera frase del libro (que es una curiosa "ADVERTENCIA AL LECTOR: Este libro tiene una falta de fundamente histórico impresionante") lo consigue sin lugar a dudas. E incluso, más de una vez, concitar una abierta risa, si bien lo del "sinfín de carcajadas" que prometen en la contraportada,parece un tanto exagerado, al menos para quien esto escribe (naturalmente, para gustos se hicieron los colores y para sentidos del humor también, así que es tan posible que haya quien no pare de partirse el eje de risa con este libro, como que a otros les deje fríos). También es cierto que hay algún chiste, como el de la reina Isabel (un personaje recurrente en la novela) y el fagot, que sospecho que se han perdido en la traducción; lo mismo ocurre con las referencias a personajes del famoseo alemán, pero eso es inevitable, supongo... Pensando en ello, quizá sea ese tono casi permanentemente humorístico el principal obstáculo que me he encontrado para provocarme la carcajada; en mi caso, al menos, resulta más efectivo el humor que me asalta por sorpresa, cuando hay un cambio de registro sin previo aviso, que me pilla con las defensas distraídas.
En todo caso, se trata del libro adecuado para quien quiera pasar un rato agradable y divertido, sin complicarse demasiado. Y, sobre todo, un libro o un autor que rompe ciertos tópicos, afortunadamente. Y que viva el humor alemán. A ver para cuando estrenan Ocho apellidos bávaros.
Por seguir con las referencias cinematográficas (que creo pertinentes, porque Safier es también guionista de la tele y de hecho, hay diálogos y situaciones de la novela que funcionarían mejor en el cine o en una sit-com), diríamos que la historia pasa de El diario de Bridget Jones a Shakespeare enamorado, de ahí a Ponte en mi lugar, Los visitantes y después, a La boda de mi mejor amigo y... buff, definitivamente, creo que tengo que ver mejores películas. El caso es que el estilo de la novela es directo y atractivamente rápido: se pueden leer las 300 páginas en una tarde, sin problemas. Y, desde luego, si la intención es divertir, como parece desde la primera frase del libro (que es una curiosa "ADVERTENCIA AL LECTOR: Este libro tiene una falta de fundamente histórico impresionante") lo consigue sin lugar a dudas. E incluso, más de una vez, concitar una abierta risa, si bien lo del "sinfín de carcajadas" que prometen en la contraportada,parece un tanto exagerado, al menos para quien esto escribe (naturalmente, para gustos se hicieron los colores y para sentidos del humor también, así que es tan posible que haya quien no pare de partirse el eje de risa con este libro, como que a otros les deje fríos). También es cierto que hay algún chiste, como el de la reina Isabel (un personaje recurrente en la novela) y el fagot, que sospecho que se han perdido en la traducción; lo mismo ocurre con las referencias a personajes del famoseo alemán, pero eso es inevitable, supongo... Pensando en ello, quizá sea ese tono casi permanentemente humorístico el principal obstáculo que me he encontrado para provocarme la carcajada; en mi caso, al menos, resulta más efectivo el humor que me asalta por sorpresa, cuando hay un cambio de registro sin previo aviso, que me pilla con las defensas distraídas.
En todo caso, se trata del libro adecuado para quien quiera pasar un rato agradable y divertido, sin complicarse demasiado. Y, sobre todo, un libro o un autor que rompe ciertos tópicos, afortunadamente. Y que viva el humor alemán. A ver para cuando estrenan Ocho apellidos bávaros.
Hola. Yo vivo en Berlín, y es cierto que el humor alemán nos resulta un poco críptico a los españoles, pero eso no quiere decir que carezcan de él. No sabía que este autor era alemán. Creo que empezaré con "Maldito karma".
ResponderEliminarUn saludo
Hola, Aida:
ResponderEliminarGracias por ampliar la reseña con tu experiencia. Ciertamente, todos los pueblos y culturas tienen su sentido del humor, aunque a veces no entendamos bien sus códigos. Si no, la vida humana sería inviable, me temo. En cuanto a Safier, si lo puedes leer en alemán, supongo que será más divertido aún. Un saludo
Yo hace años me encontré en una piscina oscense con la encrucijada de que el único libro disponible en aquel momento era "Maldito Karma". Y me lo leí. Maldito el momento. ¿Os imagináis un libro con un argumento tan frívolo que lo podría haber firmado el mismísimo Jorge Javier Vázquez, y a la vez aderezado con fraseología metafísica digna de Paulo Coelho, y viceversa?
ResponderEliminarLigero, pueril, tontorrón y definitivamente insustancial, Maldito libro. Pobre karma. David Safier nunca mais...
Hola David: Te entiendo, porque yo también pensaba que el tal Safier era una mezcla de Paulo Coelho y J. J. Vázquez. Y puede que "Maldito karma" lo sea: no lo he leído. Pero con éste lo he pasado más o menos bien y tampoco he tenido la sensación de perder el tiempo porque, ya digo, tiene un estilo facilón, que se lee en un plis-plas.
ResponderEliminarAhora bien, tampoco le voy a hacer más propaganda a Safier, que no ha pasado por caja... ;) Si a ti no te gustó, perfecto: seguro que acertaste.
Un saludo
Este es el único que no he leído de este autor, la verdad es que me gustan mucho sus libros, me parecen divertidos y originales. Ahora mismo voy a comenzar a leer cien años de soledad, el siguiente será este. Gracias!
ResponderEliminarA las personas que no les gusto el libro, es porque no tienen sentido del humor (sin ofender), los libros de David Safier aparte de ser divertidos, mandan un mensaje de la vida, aprender a vivir cada dia como si fuese el ultimo, no ser egoista, ser agradecido, aprender a valorar las cosas de la vida por muy pequeñas que sean, entre muchas otras y la mas importante!es la que nos enseña el libro, " Yo, mi, me,...contigo" a amarse a uno mismo, David Safier es un buen escritor!
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