Idioma original: español
Valoración: Imprescindible
Qué ganas tenía de leerme La ciudad y los perros, la primera novela que publicó el Nobel peruano Mario Vargas Llosa, que no creo que necesite presentación. Pero por una cosa u otra, no terminaba de hincarle el diente a esta novela ambientada en un Colegio Militar donde una serie de jóvenes sufren el duro trance de madurar a base de buenas dosis de crueldad, disciplina y amargas experiencias. Y es que, el propio escritor pasó dos años en dicho lugar...
Ha tenido que ser mi querida madre, gran admiradora de Vargas Llosa, la que prácticamente me ha puesto el libro en las manos y me ha ordenado: "Ian: léetelo de una vez". Y lo he hecho. Y ha merecido la pena hacerlo. Claro que sí.
Cuando he terminado La ciudad y los perros, un magnífico trabajo tejido por varias voces y flashbacks para conocer el pasado de sus protagonistas (y hablamos de los años 60, señoras y señores), me ha quedado esa agridulce sensación que sólo los buenos libros que cuentan cosas duras pero totalmente creíbles, me dejan. Y eso que me costó un poco "entrar en materia", es decir, acostumbrarme a la peculiar forma que tienen los personajes de este libro de hablar (lo hacen con una sintaxis y un vocabulario cuanto menos peculiares si los comparamos con el castellano que se usa a este lado del Atlántico),y asimilar una serie de escenas de violencia sucia y de sexualidad animal ("animal" literalmente, imagínense...)que me echaron bastante para atrás. "Pobre pijo almidonado, acostumbrado a los románticos y asépticos escritores europeos", pensarán algunos. Pero en honor a la verdad tenía que confesarlo...
Superados estos escollos inciales, vino, entonces sí, y por este orden, la curiosidad por saber más de los personajes presentados y sus vidas presentes y futuras; extrañas reacciones de amor/repulsión por algunos de ellos, y, finalmente, la sensación de estar siendo un testigo implicado en la trama de forma cuasi sobrenatural. Es decir, llegué a oler y respirar los cargados entornos que Vargas Llosa describe con maestría en su obra, y a entender a todos sus personajes principales, entre ellos: Alberto Fernández, el Poeta, el en teoría más sensible y atormentado de los muchachos que entran involuntariamente en el temible centro; el Jaguar, un muchacho marginal y aparentemente agresivo e inclemente que acabrá teniendo más protagonismo de lo que parece; la víctima de la novela, del que no diré el nombre, un chico cuya sensibilidad y tibieza le jugarán malas pasadas, y la dulce Teresa, una muchacha pobre y desgraciada, criada por su tía, pero que es todo un cúmulo de virtudes y que pese a no ser bonita, les enamorará a todos.
Y no creo que haga falta entrar más en materia. Sólo repetir que para mí La ciudad y los perros se trata de una obra imprescindible por su intensidad, técnica, atrevimientos varios e inolvidables criaturas. Y que merece la pena cotillear en la Red un poco y saber que a su autor le costó bastante ver en las librerías ésta su grandísima primera novela.
También de Mario Vargas Llosa en ULAD: Conversación en La Catedral, El sueño del celta, La fiesta del chivo, Pantaleón y las visitadoras, La guerra del fin del mundo, Tiempos recios
Vargas Llosa se puede haber convertido hoy día en un escritor algo adocenado y rutinario(el conocido "síndrome del Nobel", supongo), pero tiene en su haber libros magníficos, entre ellos esta su primera novela. A ver quién es capaz de debutar en la literatura con algo parecido.... Muy bien puesto lo de "imprescindible".
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el comentario anterior. Vargas Llosa hace tiempo que al menos a mi no me llega como escritor. Pero sus primeras obras tenían otro calado, y esta en concreto para mi es de las más perdurables.
ResponderEliminarBesos
Comparto las opiniones de los comentarios anteriores: las obras de Vargas Llosa hasta, digamos, 1981, son de un nivel muy alto, y consigue reunir la variedad de tonos y estilos con un toque personal inconfundible. Los cachorros o Conversación en La Catedral son obras maestras de la técnica narrativa; Pantaleón y las visitadoras o La tía Julia y el escribidor son novelas divertidísimas.
ResponderEliminarDe lo que ha escrito después de esa fecha se salva, aunque sin tanto nivel, La fiesta del chivo. En cambio, El sueño del celta me pareció aburridísima y muy poco inspirada, un tocho, vamos.
¿Alguien ha leído la última, El héroe discreto?
Concuerdo con todos los comentarios, especialmente el de Santi. A mí me encantaron todos sus primeros libros, aunque creo que "La fiesta del Chivo" está a la altura de los anteriores, no es solo que se salve sino que los alcanza. "El sueño del Celta" en cambio es una basura, muy obvio, aburrido y poco profundo (y aquí el error es que intenta serlo). "La Casa Verde" vale también mucho la pena, sobre todo para los que conozcan el país. Aparecen además varios de los personajes que pasarán a integrar el imaginario del autor para aparecer posteriormente en otras de sus novelas
ResponderEliminarUna ópera prima brutal por el desgarrador retrato del mundo militar. La leí hace tantos años... Merecería una relectura,si no hubiera tanto por descubrir.
ResponderEliminarCelebro la crítica y me sumo a la recomendación.
Fue el primer libro que leí de Mario Vargas Llosa y el que más me gustó. La forma en que la relata y en que nos da a conocer los personajes, con una serie de monólogos, me pareció tan interesante en aquella época, cuando aún no conocía "El ruido y la furia". Luego leí "los jefes" y "los cachorros", excelentes también. Concuerdo con muchos en el sentido que ahora no me siento inclinada a leer sus obras. Me quedo con los que menciono y con "la tía Julia y el escribidor", que leí hace dos años y me gustó, porque nos presenta a un personaje tan logrado y además, porque se nota, en esta obra, su oficio y talento; pues logra desvincularse del relato principal y mostrarnos dos narradores muy diferentes entre sí. Un talento que ya se evidenciaba en "La ciudad y los perros". Me encantan sus reseñas y me encanta hablar de libros.
ResponderEliminarGracias a todos por los comentarios. Mi siguiente libro de Vargas Llosa será "La casa verde". De los "nuevos", la verdad es que sólo me apetece leer "La fiesta del chivo". Contaré mis impresiones por estos lares.
ResponderEliminarLo leí hace muchos años, pero sin duda, es un libro maravilloso. Es ceirto, retrata algo cruel de forma animal, pero con una delicadeza que lo hace entrañable.
ResponderEliminarExcelente reseña y un muy recomendado libro.
ResponderEliminarComento, como por ahí habían pedido, que leí "El héroe discreto", su último libro, y no fue una gran decepción. Si bien la narrativa no está al nivel de este libro, por ejemplo, el libro tiene toques interesantes y se lee en un par de noches. Vale la pena darle una oportunidad.
Este libro lo leí en el colegio hace muchos años. A propósito de la reseña lo releí y lo acabo de terminar. Es brutal y magnifico. No es maravilloso cuando te reencuentras con un personaje que en algún momento te impacto. A mi me paso con algunos de los estudiantes del Leoncio Prado.
ResponderEliminarYo vi la ciudad y los perros en youtube. Y la fiesta del chivo igual. En youtube.
ResponderEliminarEl único que me leí fue Lituma en los Andes.
Y es el detective Lituma uno de sus personajes principales.
No me gustó el final de Lituma en Andes, dicen que Vargas es muy tostón , y si, lo es
Hola,
ResponderEliminarEstoy releyendo esté imprescindible libro después de unos 25 años.
Es de lo mejorcito que he leído. Sigue totalmente vivo, podría haber sido escrito en el 2020.
Me encanta la parte de la reseña que habla de que puedes "oler lo que está pasando en el cuartel", es totalmente cierto.
También estoy muy de acuerdo en que al principio la sintaxis y el lenguaje cuestan (al menos a los que estamos acostumbrados al castellano de España), pero que no desanime a nadie, lo que al principio es un problema, después se convierte en un aliciente cuando te acostumbras a sus expresiones.
Saludos
Impresionante libro, mantiene una increíble tensión narrativa hasta el punto final, los personajes son absolutamente creíbles y a veces salen fuera de las páginas y te los crees como si estuvieran a tu lado. Me imaginaba mientras lo leía a un Vargas Llosa joven, enfebrecido, escribiendo semejante libro, por la rabia que destilan muchas de las páginas, la tensión de las situaciones, y su espléndida prosa. De lo mejor que he leído este año y de lo mejor que he leído del autor.
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