Idioma original: sueco / holandés
Título original: Händelse om hösten
/ Het Graf / Handen
Año de publicación: 2004
Valoración: recomendable
Empiezo explicando la cabecera algo confusa de esta entrada: Huesos en el jardín es una novela escrita originalmente en sueco, como todas las de Mankell, pero publicada por primera vez en holandés en 2004 con el título Het Graf ("la tumba") como parte de una campaña promocional. Solo después de ver la adaptación de la novela para televisión británica, Mankell se decidió a publicarla en sueco, con el título Handen, aunque en la versión publicada en holandés aparece como título original Händelse om hösten ("un evento en otoño"), de donde parece que han tomado el título para la traducción inglesa, An event in the Autumn. Es un misterio por qué los editores españoles han optado por un Huesos en el jardín que es muy descriptivo, pero mucho menos sugerente. En fin, que, aunque esta sea la última nueva publicación que vamos a tener de la saga Wallander, cronológicamente (por la fecha de escritura y por la fecha en la que suceden los acontecimientos) se sitúa antes de El hombre inquieto, que sí puede calificarse como "el último caso del inspector Wallander".
Hecha esta aclaración, empezamos la reseña propiamente dicha. Y podemos decir que, efectivamente, como indica el título sueco original, esta es una novela de otoño: vemos en ella a un inspector Wallander ya tirando a mayorcito, con una salud y una agudeza que empiezan a declinar y una creciente preocupación por la vejez. Le vemos, a Wallander, buscando una casa en el campo en la que poder pasar unos años tranquilos; y le vemos, también, encontrar un esqueleto semienterrado en el jardín de la casa que estaba a punto de comprar. No podían salirle las cosas bien al pobre hombre, no: tenía que haber un cadáver precisamente en esa casa. En fin.
En esta novela casi importa más la meditación sobre la vejez y sus efectos (físicos, mentales y morales) que el descubrir quién es el cadáver misterioso. La investigación policial, como siempre, es descrita con parsimonia y sin efectismo, aunque en un par de ocasiones Mankell recurre a dos hallazgos un poco deus ex machina, quizás porque tenía en mente escribir una novela rápida y necesitaba un atajo. Cuenta para ello con la colaboración de muchos de los habituales personajes de la saga (su hija linda, Martinsson...), que si no tienen tanta personalidad como los de Camilleri, por lo menos sirven de contraste con Wallander.
Esta es una novela para leer en un par de tardes, no tiene la complejidad de otras novelas de mismo autor, pero desde luego no molesta a nadie, y es, para los lectores españoles, una más que digna forma de despedirnos de uno de los detectives que han marcado época en la novela policiaca europea de las últimas dos o tres décadas. Personalmente, por mucho que Mankell lo niegue, estoy bastante convencido de que algún día volveremos a leer una nueva novela del "universo Wallander", aunque quizás ya no protagonizada por el viejo inspector.
Una nota sobre la traducción: Dejo aquí una reflexión sobre un detalle de la traducción de Carmen Montes Cano: cuando estaba leyendo la novela me llamaba mucho la atención que los personajes se tuteasen inmediatamente, sin conocerse y aunque uno de ellos fuera un inspector de policía. Esto no es habitual en España, ni en ningún país hispanohablante que yo conozca. Solo al final del texto (es lo que tiene leer en eReader, supongo que en papel será una nota a pie de página) aparece un mensaje que dice: "En sueco es habitual el tuteo, incluso entre personas que no se conocen". Y digo yo: muy bien, eso será habitual en sueco, pero en español no. ¿No es labor del traductor adaptar también ese tipo de cuestiones pragmáticas a la cultura de llegada? ¿Qué piensan los traductores de nuestra audencia?
También de Henning Mankell en ULAD: Asesinos sin rostro, Antes de que hiele, El chino
Velo de otro modo: ¿qué hay de malo en que algo propio de otra cultura nos despierte extrañeza? Al fin y al cabo, lo que uno está leyendo fue escrito originalmente en otra lengua... Los personajes tienen nombres suecos y son, en definitiva, suecos, aunque uno acepte que se hablen en castellano. ¿Por qué habrían de atenerse a las normas de cortesía imperantes en los distintos países a cuyas lenguas se traduzca la novela?
ResponderEliminarSupongo que es como querer que dos personajes a los que acaban de presentar se den dos besos en vez de la mano "porque es lo que se hace en España", ¿no? :-)
ResponderEliminarCreo que hay dos cuestiones superpuestas:
ResponderEliminara) El famoso debate entre "domesticación" y "exotización" (por llamarlo de alguna forma) de las traducciones. ¿Debe una traducción sonar natural en la lengua de llegada, o debe mantener signos de su "extranjeridad"?
b) La frontera entre lo que es meranmente lingüístico y lo que es cultural. Las fórmulas de cortesía, ¿son un aspecto de la pragmática de la lengua y deben ser traducidas como cualquie otro elemento lingüístico, o son un elemento cultural que debe ser respetado?
Pero es que así planteado parece que solo hubiese una respuesta correcta ;-) Con cada decisión de traducción se ganan y se pierden cosas, y hay que estudiar cada caso en concreto. Está claro que no hay una única fórmula que valga para todo. No es "domesticar, sí" y "extranjerizar, no" (y viceversa) siempre, ni siquiera, supongo, en una única pieza textual.
ResponderEliminarImagino que en este caso la autora habrá preferido que el lector sienta extrañeza a cambio de que aprenda algo sobre la cultura de origen. Podría haber dejado que la gente leyera cómodamente esos intercambios, pero también en ese caso se habrían perdido algo.
En estos casos, los traductores han de hacer una elección, y la que ha hecho Carmen me parece la más oportuna: es una novela ambientada en Suecia, pues traducir según sus normas sociales y explicarlo en una nota.
ResponderEliminarPero es cierto que no hay solo una respuesta correcta :-D.
No sé cual es el criterio correcto a la hora de traducir el tuteo sueco, habitual allí, como sabemos cualquiera que hayamos leído a Mankell. En todo caso, el tuteo, sin serla norma ni mucho menos, sí que está bastante generalizado, incluso entre personas de diferente edad o posición social, en el País Vasco y el norte de la península en general, mientras que en el Sur, Levante o Canarias ocurre casi lo contrario, según lo que yo he podido apreciar.
ResponderEliminarPor otro lado, solo puedo felicitarme por la publicación de esta novela, que no he leído aún, pues yo soy un gran fan de Wallander, hasta el punto de que m he negado a leer al resto de la "avalancha " de escritores de novela negra escandinavos por no quitarme el buen sabor de boca (por si acaso, quiero decir)
CREO QUE LOS LIBROS QUE NOS LLEGAN TRADUCIDOS DEBEN SER TOMADOS COMO LIBROS COMUNES, LO QUE SE GANA O PIERDE CON LA TRADUCCION NO PODEMOS CONTROLARLO, PERO SI ADUEÑARNOS DE PERSONAJES, PAISAJES Y SITUACIONES QUE PERTENECEN SOLO A UNO Y EN ELLO TAMBIEN SE GANAN O PIERDEN COSAS, COMO SUCEDE AL LEER EL LIBRO Y LUEGO VER LA PELICULA BASADA EN EL.
ResponderEliminarHUESOS EN EL JARDIN FUE LA PRIMERA OBRA QUE LEI DE MANKELL Y LE SIGUIERON VARIAS; ME ENCANTA LA ATMOSFERA DEL TEXTO, ES IDEAL PARA DEJAR VOLAR LA IMAGINACION Y SENTIRSE UN POCO COMPAÑERO DE WALLANDER
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola !!
ResponderEliminarMuy buena descripción y valoración de este Relato.
Yo apenas lo voy a leer pero quería hechar un vistazo de las opiniones en la web.
Gracias !!
Un Saludo grande :)