Título original: The Day of the Triffids
Fecha de publicación: 1951
Valoración: recomendable
El día de los trífidos es una novela de ciencia ficción en lengua inglesa cuyo autor es John Wyndham (Knowle, Inglaterra, 1903 - Londres, 1969). Publicada en 1951, poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, el apocalipsis que presenta a sus lectores tiene más que ver con las decisiones de los hombres que no con los calendarios mayas. Básicamente, dos cosas se salen de madre: una extraña lluvia de luces verdes, durante "la noche del cometa", deja ciega a la mayoría de la población tanto humana como animal y, para más inri, los trífidos, un extraño tipo de planta con capacidad tanto para caminar como para cazar y comer personas deciden que es el momento de hacerse dueños del mundo. Las cosas siguen saliéndose de madre aún, después, a la manera de The Walking Dead (no soy el primero en notarlo). Y después la novela se acaba.
Vargas Llosa dijo, a propósito de la reedición de La ciudad y los perros por la RAE hace pocos días, que las novelas duran 50 años (en alguno de los estudios dentro del libro, si no recuerdo mal). Que la mayoría de las novelas, siendo más específicos. El día de los trífidos fue publicada hace más de 60 años; ha envejecido aquí y allá, pero todavía se deja leer. Lo que el lector sí tiene que saber que el tono que domina la voz narrativa y la historia misma es ese estilo que ahora se nos antoja algo petulante (quizás también lo era en su momento) del positivismo que afectaba las obras de Wells, de London, etc. Si se está en el baile se tiene que bailar, o sea, no vas a dejar de leer a Wells o a London porque, en algún momento, el tonito te hincha un poco las pelotas. Y más si es el caso de que te guste la ciencia ficción, en ese caso el tonito es ineludible.
Los paralelismos con The Walking Dead son varios. Un protagonista que despierta en una cama de hospital después de que el mundo como lo conocía se hubiera venido abajo. Cambios de prioridades y principios en los personajes. Las relaciones interpersonales, por tanto, se desbarrancan primero y transforman después. Granjas de sobrevivientes. Trífidos que se comportan grupalmente como los zombies de la historieta devenida serie. Y algún etcétera más que se me haya escapado. Me late que Robert Kirkman y Tony Moore hicieron, quizás, una lectura verdaderamente productiva de esta novela para idear su éxito contemporáneo. De todos modos, bah, tomando en cuenta esto (y de lo cual poca idea tengo), quizás la relación no sea tan obvia.
John Wyndham parece que tiene, a primera vista, ideas muy claras sobre algunas cuestiones. Al menos, sus personajes sí las tienen, y para muchos eso es más que suficiente para juzgar al autor. No quiero ser demasiado spoilerador, pero bueno, en la novela aparece un sociólogo con ideas muuuuuy claras acerca de cómo debe ser la sociedad futura (y lo que hay que hacer con quienes no tienen su preclara visión de la vida) y un antiguo activista político que, también, tiene una idea muuuuuuy clara acerca de las mujeres, el papel que jugaron ("parásitos"; la palabra es fuerte, pero en realidad ese "parásitos" está dicho en plan feminista a lo bestia, exigente, sin tregua, impiadoso y, quizás, muy hijo de su tiempo) y el papel que deberán jugar de ahora en más (pasar de objetos a sujetos, parafraseando a Freire). Obviamente, El día de los trífidos no podría escribirse hoy en día de esa forma. De todos modos, un elemento hábil de la novela, cuando aborda los extremismos, las ideas claríiiiisimas de sus personajes, es que la realidad se impone siempre y los hace modificar sus proyectos. Y que se equivocan. Y que aprenden de sus errores.
El día de los trífidos se lee en uno o dos días, son algunas horitas de lectura. Es una novela fundamental del género, y es de las pocas novelas fundamentales del género que no ha sido escrita por un estadounidense nativo o por opción.
Los paralelismos con The Walking Dead son varios. Un protagonista que despierta en una cama de hospital después de que el mundo como lo conocía se hubiera venido abajo. Cambios de prioridades y principios en los personajes. Las relaciones interpersonales, por tanto, se desbarrancan primero y transforman después. Granjas de sobrevivientes. Trífidos que se comportan grupalmente como los zombies de la historieta devenida serie. Y algún etcétera más que se me haya escapado. Me late que Robert Kirkman y Tony Moore hicieron, quizás, una lectura verdaderamente productiva de esta novela para idear su éxito contemporáneo. De todos modos, bah, tomando en cuenta esto (y de lo cual poca idea tengo), quizás la relación no sea tan obvia.
John Wyndham parece que tiene, a primera vista, ideas muy claras sobre algunas cuestiones. Al menos, sus personajes sí las tienen, y para muchos eso es más que suficiente para juzgar al autor. No quiero ser demasiado spoilerador, pero bueno, en la novela aparece un sociólogo con ideas muuuuuy claras acerca de cómo debe ser la sociedad futura (y lo que hay que hacer con quienes no tienen su preclara visión de la vida) y un antiguo activista político que, también, tiene una idea muuuuuuy clara acerca de las mujeres, el papel que jugaron ("parásitos"; la palabra es fuerte, pero en realidad ese "parásitos" está dicho en plan feminista a lo bestia, exigente, sin tregua, impiadoso y, quizás, muy hijo de su tiempo) y el papel que deberán jugar de ahora en más (pasar de objetos a sujetos, parafraseando a Freire). Obviamente, El día de los trífidos no podría escribirse hoy en día de esa forma. De todos modos, un elemento hábil de la novela, cuando aborda los extremismos, las ideas claríiiiisimas de sus personajes, es que la realidad se impone siempre y los hace modificar sus proyectos. Y que se equivocan. Y que aprenden de sus errores.
El día de los trífidos se lee en uno o dos días, son algunas horitas de lectura. Es una novela fundamental del género, y es de las pocas novelas fundamentales del género que no ha sido escrita por un estadounidense nativo o por opción.
Firmado: Ferbr1
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