Idioma original: inglés
Título original: The Inheritors: An Extravagant Story
Año de publicación: 1901
Valoración: Se deja leer
Cuando encontré esta novela en uno de esos puestecillos ambulantes de libros de segunda mano, pensaba que había encontrado una joya: ¡una novela de ciencia ficción, escrita por Conrad y Ford Madox Ford! ¿Cómo es que nunca nadie me había hablado de ella? La compré, claro, y la devoré. Y bueno, normal que nadie me hubiera hablado de ella, porque no es para tanto. Además, aunque se suele citar a los autores como "Joseph Conrad y Ford Madox Ford", lo cierto es que la mayor parte de la redacción corrió a cargo de Madox Ford (entonces todavía Ford Maddox Hueffer); y no nos engañemos, Madox Ford no es Conrad.
La novela es una decepción, sobre todo, porque el elemento de "ciencia ficción" es muy tenue, aunque es verdad que es central en la trama. Básicamente, la novela plantea que existe una raza de seres superinteligentes pero carentes de emociones que habitan una Cuarta Dimensión, y que consiguen introducirse en la alta sociedad inglesa y manipular a personas y acontecimientos para provocar la llegada de una nueva era. En última instancia, su misión y su deseo es "heredar la tierra". Una de estas "Dimensionistas" (bella y misteriosa, como no podía ser de otra manera) se aparece al narrador protagonista, el escritor fracasado Arthur Granger.
Pero la verdad es que, como decía, aparte de este elemento sobrenatural, Los herederos tiene muy poco de ciencia ficción: tiene mucho más de alegoría de la situación política británica (con el tema de la colonización del Congo Belga, que Conrad ya trató en El corazón de las tinieblas, como telón de fondo), o de fábula moral, donde los "Dimensionistas" no son otra cosa que una encarnación del Progreso, el Futuro o la Nueva Era que se inicia con el cambio de siglo, y que supera antiguos modos y costumbres.
Y curiosamente, si eliminamos (mentalmente) el elemento fantástico, lo que queda es una novela entretenida, mezcla de intriga política y sátira social, con una galería de personajes histriónicos, ridículos e hipócritas retratados por la pluma de un narrador ácido, inadaptado y algo huraño, al que las circunstancias llevan al centro de la acción política del momento. No es que se pase mal leyendo esta obra; pero comparado con lo que me esperaba (una trama a lo H. G. Wells mezclada con la profundidad psicológica de todo un Conrad) se ha quedado en casi nada. En un simple "Se deja leer".
También de Joseph Conrad: El corazón de las tinieblas, La línea de sombra
Recomiendo Joseph Conrad. Un recuerdo personal.
ResponderEliminarhttp://archivosdelpentagrama.blogspot.com/2011/10/noviembre-todos-con-el-conrad-de-madox.html
Saludos