Idioma original: albanés
Título original: Aksidenti
Año de publicación: 2008
Valoración: recomendable
Siempre había tenido a Sánchez-Dragó por un ególatra y un insustancial, pero mis sospechas se confirmaron con sus declaraciones después de que, con él como miembro del jurado, se le concediera el Premio Príncipe de Asturias a Ismail Kadare. "Es una extravagancia"; "Hemos premiado al escritor más importante de Albania, lo que no sé es si hay otros", dijo, entre otras lindezas. Quizás debería haber esperado, antes de ponerse a soltar boutades, a leer algunas de las novelas de este novelista sorprendente y cautivador, y que, en mi modesta opinión, se encuentra muy por encima de Haruki Murakami, uno de los autores por los que abogaba el bueno de Sánchez-Dragó. Por ejemplo, podría leer esta novela que acaba de ser publicada en nuestro país, y que contiene una mezcla de intriga policiaca, novela romántica y relato sobrenatural.
El accidente comienza, como era de esperar, con un accidente de tráfico, en el que mueren Besfort Y. y su amante, Rovena; y narra, a través (supuestamente) de la investigación forense posterior, las últimas semanas de la pareja, que se reúne tormentosamente en diversas ciudades europeas. De las tres partes de que consta la novela, la primera y la última componen el marco narrativo policiaco; la segunda, la más larga, reconstruye la historia de amor de los amantes, su éxtasis inicial y su descenso hacia la autodestrucción (emocional y física, en este caso), incluyendo un simpático -aunque narrativamente chocante- homenaje a El curioso impertinente, de Cervantes. La tercera parte, que debería ser la conclusión, introduce en cambio nuevos interrogantes sobre la trama: ¿tal vez las cosas no son lo que parecen? ¿Quizás la historia no ocurrió como se nos ha contado desde el comienzo?
Desde luego, en una novela de Kadare uno nunca va a encontrar lo mismo de siempre. Para mi gusto, Kadare podría juntarse a Kundera y Kertesz (todos con K, kuriosamente) en una terna de escritores capaz de sugerir reflexiones mucho más amplias que las historias concretas que narran; aunque Kadare lo hace de manera sutil e implícita, mientras que los otros dos son mucho más explícitos. En este caso, por ejemplo, se percibe, tenue pero innegablemente, que los destinos de Besfort y de Rovena están unidos a los de su propio país, Albania: la guerra, los crímenes, la relación con el resto de Europa...
Es verdad que El accidente no es, quizás, la mejor novela de Kadare: a mí me gustaron más El palacio de los sueños o Frías flores de marzo. Pero aun así, sigue siendo una novela magnífica, muy superior a la media, que creo que no decepcionará a ningún lector. Salvo, claro, a Sánchez-Dragó...
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Tengo pendiente desde hace tiempo la "Crónica de piedra", sin terminar de decidirme por ella. Tu reseña ha despertado de nuevo mi interés por Kadaré, en especial si te recuerda a Kundera y Kertesz, dos escritores que he disfrutado mucho, y no le gusta a Sánchez Gragó.
ResponderEliminarUn saludo,
Javier
voy a leer a kadaré, santi.
ResponderEliminary ya te diré si, como crees, pasa a ser otra k. en mi lista de autores preferidos ;)
gracias!
Sánchez Ladró es un excelente crítico, puedes leer sin miedo a equivocarte cualquier cosa que a él no le guste.
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