Idioma original: checo
Título original: Příliš hlučná samota
Año de publicación: 1977
Valoración: Imprescindible
Hanta es un hombre solitario que lleva treinta y cinco años trabajando en un sótano a cargo de una trituradora de papel, prensando libros y reproducciones de cuadros. Es un asesino de libros, el último eslabón de la cadena de un régimen totalitario que evita que ciertos títulos sean leídos por el pueblo.
Pero Hanta, "sabio a su pesar", como él mismo dice, no cumple siempre con su cometido, y muchos son los libros que ha salvado de la prensa y que ahora se almacenan, casi desbordándose, en su casa. Influido por todos los libros que ha leído –tanto los salvados como los destruídos–, el protagonista nos hace partícipes de sus recuerdos y vivencias mientras nos muestra una Praga angustiosa, opresora y asfixiante, en la que sería imposible sobrevivir, si no fuera por sus libros.
Utilizando impresionantes y poderosas metáforas, Hrabal nos ofrece una maravillosa novela narrada con impecable prosa poética, que reflexiona acerca de la creación artística, de la soledad (elegida y asumida, en este caso), del horror del totalitarismo y de la capacidad que tiene la literatura (o el arte, en general) para hacer que nos olvidemos, aunque sólo sea durante un instante, de todos esos sótanos desde los que a diario todos prensamos nuestro propio papel.
También de Bohumil Hrabal: Yo que he servido al rey de Inglaterra, Clases de baile para mayores, Anuncio de una casa donde ya no quiero vivir, Las desventuras del viejo Werther, Bodas en casa, La pequeña ciudad donde se detuvo el tiempo
No le conocía, creo que has hecho un muy interesante descubrimiento!
ResponderEliminarSaludos,
Qué bonita reseña, Izas. Y qué interesante suena. Me ha recordado mucho a "Fahrenheit 451" de Ray Bradbury.
ResponderEliminarDespués de esta segunda reseña sobre Hrabal, tengo ya mucho curiosidad por leerle. Pero he mirado en la biblioteca y aquí sólo tienen uno traducido al euskera, así que nada, habrá que buscarlo por ahí.
ResponderEliminarEs verdad, se me había olvidado Fahrenheit 451, qué buen "libro sobre libros". ¿Os dais cuenta de cuántos libros hay, a poco que escarbes, que hablan de otros libros? ¿No dice esto algo (algo malo) sobre escritores y lectores?
Estoy seguro de que no hay tantos discos que hablen sobre discos, ni tantos cuadros sobre cuadros (aunque sí muchísimos que se plantean qué es un cuadro). No sé, es como si la literatura fuera una isla de obsesivos admiradores de su propio ombligo, el reino de la tautología y la autocelebración... Ay.
Hrabal es un escritor maravilloso, y esta novela realmente imprescindible.
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