Idioma original: español
Año de publicación: 2008
Valoración: Muy recomendable
Reseñar y recomendar libros de conocidos siempre es peligroso, porque es fácil que surja la acusación de nepotismo, y porque exige un delicado equilibrio entre la ecuanimidad y el cariño; en este caso, mis miedos son dobles, porque no sólo el autor, Sergio "Txiki" Oiarzabal, es un buen amigo mío, sino que también lo son los editores, agrupados bajo el sello de Masmédula Ediciones. Hay una cosa que me tranquiliza, y es que no soy el primero en reconocer que Sergio es un gran poeta: así lo avalan sus premios (Premio Iparraguirre de Poesía 1995, 1999 y 2001; Premios de la Universidad de Deusto 1999, 2000 y 2001; Premio Nacional "Miguel Hernández" 2003...) y una trayectoria literaria de casi 20 años de creación y búsqueda poética prácticamente ininterrumpida.
Delicatessen Undergroung (Bilbao Ametsak) tiene una ventaja para quienes no hayan leído hasta ahora ninguna obra de Sergio Oiarzabal, y es que, a mi modo de ver, es un libro que sirve de umbral: resumen de lo mejor de su producción hasta ahora y anuncio de los nuevos caminos por los que puede que se adentre en el futuro, sobre todo a través de esas poesías en prosa -que no es lo mismo que "prosas poéticas", afirma el propio autor- en las que el abandono del verso también supone el abandono del lenguaje acostumbrado por el poeta. En él se encuentran los temas fundamentales de su poesía (y de toda poesía, prácticamente): la muerte, el amor, la propia creación, el compromiso humano antes que político.
A nada que se hojee el libro, se reconocerá que la poesía de Sergio está repleta de imágenes, y de imágenes muy poderosas además, basadas en elementos muy simples pero recombinados con la libertad, la originalidad y la violencia del surrealismo; una violencia poética, generalmente contenida pero palpable, que a veces estalla como un latigazo en forma de desahogo coloquial. En la poesía de Sergio Oiarzabal, la naturaleza se combina con la historia y con la tradición poética para crear un lenguaje propio. Así, se lee: "Tú perfumas inmensa las noches al igual que la tierra los veranos después de la lluvia", o "También así la mar se retira con un secreto y vuelve inocente", pero también "no me ofendáis, o Rimbaud os meará encima a todos vosotros".
El lector de Delicatessen Underground se sentirá por momentos sacudido, conmovido, irritado, sorprendido, intrigado; qué más se le puede pedir a un volumen de poesía actual.
También de Sergio Oiarzabal en ULAD: Traductor de sueños por Babilonia
Justo andaba buscando libros de poetas contemporáneos que comprar. ¿Sabes dónde lo puedo conseguir, Santi? Porque suena muy, pero que muy bien.
ResponderEliminar¡Hola, Paula! Pues en Bilbao creo que lo distribuye la librería Cámara, que está en la calle Euskalduna, justo enfrente del patio del Instituto Central. Si no, supongo que a través de la página web de los editores (http://www.masmedulaediciones.com/) también se puede encargar un ejemplar, o pedir que lo envíen a la librería más cercana...
ResponderEliminarMe alegro de que la reseña te haya animado a leer el libro. No creo que te decepcione...
Lo nuestro también es un papelón. Me he metido en el blog de unos amigos, para leer la reseña que hace uno de ellos sobre otro amigo, tras la edición hecha por otros dos amigos. Broma: esto ya no sé si es onanismo u orgía literaria en amistad.
ResponderEliminarYa en serio. Me consta que en Bilbao fui uno de los primeros en leerlo y me gustó mucho.
Crapu
SERGIO OIARZABAL HA MUERTO...
ResponderEliminarFalleció la noche del viernes 11 al sabado 12 de junio, 2010
http://dondeestablas.blogspot.com/2010/06/sergio-oiarzabal-se-ha-ido.html
Un grandísimo poeta, inconfundible,que será estudiado por las generaciones venideras.
ResponderEliminarConfutatis maledictis,
Flammis Acribus Adictis,
voca me cum benedictis.