Título original: Um estranho em Goa
Traducción: Claudia Solans
Año de publicación: 2000
Valoración: Recomendable
¡Pues anda que no habremos hablado veces de las expectativas y las ideas preconcebidas! Toca volver a ellas porque lo primero que pensé cuando tuve en las manos Un extraño en Goa, aun a sabiendas de que esta es una novela, fue en Ryszard Kapuscinki, en su Un día más con vida y en el comandante Farrusco.
Tampoco me parece algo descabellado. Al fin y al cabo, la contracubierta del libro habla de un escritor que parte en busca de una leyenda, de un excomandante de la guerrilla en Angola que pudo ser un agente portugués infiltrado. (Ahora que lo pienso, también podría haber hablado de Cesárea Tinajero y Los detectives salvajes, no?)
Bueno, el caso es que la novela, o la trama propiamente novelesca, es relativamente escueta. Sin embargo, y creo que esto es casi más interesante, el libro se abre a otros caminos y se convierte en ensayo histórico y/o antropológico, libro de viajes, thriller, crónica periodística, etc. Todo lo anterior gracias a un narrador escéptico y a la confusa memoria de unos días en la provincia india (y antigua colonia portuguesa) de Goa en la que el mundo real parece muy lejano.
Creo que la principal virtud del libro radica en esa atmósfera extraña en la que nos envuelve el autor. Y es extraña en dos sentidos: en el puramente físico o sensorial y en el social. Por un lado, el calor húmedo, el paisaje y su sensualidad dejan una sensación pegajosa; por otro, las iglesias católicas en plena India, los descendientes de portugueses que añoran una patria en la que nunca estuvieron, etc dejan una sensación de desubicación y extranjería que nos lleva a reflexionar acerca de la identidad y la memoria.
Todo ello, eso sí, con la sombra de Plácido Domingo / Comandante Maciel sobrevolando la novela. Es este un personaje oscuro, construido a partir de sus silencios y de sus elipsis, una especie de Coronel Kurz lusoparlante.
Termino poniendo en relación esta reseña con la de otros dos libros de Agualusa ya reseñados y que tienen una valoración de lo más dispar. Yo me situaré en el lugar del equidistante, en un "recomendable" en el que lo "periodístico / ensayístico" funciona como contrapeso de una trama novelesca que queda, en mi humilde opinión, en algo casi anecdótico.
También de José Eduardo Agualusa en ULAD: A feira dos assombrados, Teoría general del olvido y El vendedor de pasados
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