Idioma original: catalán
Título original: La conformista.
Traducción: la propia autora
Año de publicación: 2024.
Valoración:bastante recomendable
Lejos, el título ya lo advierte, de la pirotecnia literaria, pero con una sorprendente fiabilidad narrativa, esta La conformista, primera obra de su autora en formato novela, resulta optar con firmeza a emblema generacional o incluso social. Su protagonista, Eva, es una joven que vive con Pere, su pareja, en algún pequeño piso de un barrio de Barcelona. Subsisten de lo que les rinde un pequeño negocio, una rosticería * que irrumpe no solo en su vida diaria sino en el más allá de ésta: el olor del pollo asado lo arrastran en su ropa, piel y cabello cuando llegan a casa, cenan normalmente algo del género que no han vendido. Una vida exenta de cualquier asomo de glamour o sofisticación, una existencia rutinaria que discurre entre la atención al negocio, que deja exhausta a la pareja, la cena a base casi siempre de sobras de género no vendido, el modesto lujo de la cerveza en el sofá ante el televisor y las esperadas pero exiguas vacaciones anuales.
Una existencia que apenas parece poder ofrecer sobresaltos, incluso cuando Eva fantasea con una relación con el padre divorciado de una compañera de catequesis de su hija, esa fantasía es escasa, poco voluptuosa, efímera y fallida. Quizás una combinación entre el conflicto generacional -si bien los padres no están presentes, si que percibimos que estos han podido permitirse una existencia más desahogada que los hijos, y el conflicto de clases, muy sutil pero perceptible. Viven en un pequeño piso de un barrio medio de Barcelona, no parecen ser personas dadas a lujos . La vida sigue su curso: hijas, dos, que crecen, sexo que se manifiesta funcional y funcionarial. Y dos enormes elipsis que justifican que, en apenas ciento diez páginas, Dedeu sea capaz de esbozar un retrato honesto y preciso. La primera, que no se nos muestra una alternativa, una potencial renuncia de los protagonistas, una alternativa a esa abulia. La segunda, los enormes saltos en el tiempo, crueles reflejos de que en una vida así pueden no pasar apenas cosas dignas de mención. Cinco, diez años pueden pasar entre una maternidad y otra, desde el momento en que tienen un bebé hasta que sus hijas ya son adolescentes.
Alba Dedeu mantiene un tono directo y coloquial, casi demuestra en su elección de formato - capítulos que son extensos párrafos que tienen un aspecto monolítico, cual paredes de convivencia anodina y escasamente motivadora, y en esos diálogos escuetos, ese brillante recurso de obviar la puntuación al poner frases en boca de la protagonista, que hace que esta primera novela parezca a la vez brillante y madura, espontánea pero calculada en su precisión.
*Establecimiento donde se asan y venden pollos.
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