Título original: How far the light reaches: a life in ten sea creatures
Año de publicación: 2022
Traducción: Sandra Caula
Valoración: Está muy bien
No voy a decir que me sorprende la poca atención que ha tenido este libro en prensa. Al fin y al cabo, es "normal" que, entre tanta novedad, haya libros que pasen más o menos desapercibidos. Lo que sí voy a decir es que esa indiferencia con la que Hasta dónde llega la luz ha sido recibido me parece de lo más injusta. Porque este es un libro relativamente "fácil" de leer y que conjuga lo ameno / didáctico con lo profundo con bastante acierto.
¿Cómo lo hace? Pues mezclando en los textos que componen este ¿ensayo? ciencia y autobiografía de forma muy original. Para ello, se sirve de animales de los fondos (o no tan fondos) marinos, de sus comportamientos, reacciones, formas de relación con el entorno o simples noticias o reportajes que aparecen sobre ellos y los utiliza como nexo de unión, a través de asociaciones y metáforas más o menos claras, con su historia personal.
Sirvan tres ejemplos:
- El esturión chino, especie de fósil prehistórico al que el progreso sitúa en entornos cada vez más complicados, es la premisa para hablar de pasos abiertos que ahora son muros o de la abuela de Imbler y la memoria.
- El gusano de arrecife, un bicho que puede llegar a medir tres 3 metros y que solo sale para cazar, es el punto de partida para hablar de diferentes formas de depredación, de mecanismos de ataque y defensa, del poder de lo grupal o de la violencia sexual.
- La sepia o la medusa, animales en permanente "regeneración" o "reencarnación" son el origen de textos sobre el propio cuerpo, sobre la capacidad adaptativa del ser humano o sobre los disfraces que uno adopta ante lo diferente y/o ante sus semejantes.
Estos tres ejemplos que he escogido no son casuales. Imbler es mujer, queer y medio china. ¿Etiquetas? Bueno, decidlo como queráis, pero son clave para entender un texto que habla sobre la propia identidad y su permanente evolución.
Mi experiencia como persona mestiza no es fija, sino que siempre oscila entre el chino y el blanco, la nostalgia y la irritación, el orgullo y la culpa. (...) Quiero pensar en mi ser mestizo no como un sustantivo, sino como un gerundio. Quiero imaginarme como un vivir en progresión.
Por lo tanto, ciencia y mestizaje en un híbrido (y no nos vamos a poner a hablar ahora de taxonomías) que sería algo así como Benjamín Labatut pasado por el filtro de Gloria Anzaldúa y su Borderlands: ciencia que otorga al texto un lado didáctico y ameno, pero también poético (esa imagen del pulpo que muere tras la eclosión de sus crías o la de las ballenas varadas); mestizaje que da una profunda carga personal al texto.
Lo dicho: un texto más que interesante, tanto por enfoque como por el tratamiento de lo "puramente" literario, al que tendría que haberse dado más "bola" en los medios. Aún estamos a tiempo
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