Título original: The vanishing corpse
Traducción: Equipo solución
Año de publicación: 1974
Valoración: Recomendable para fans
Tengo un hábito de lectura que se podría decir que he copiado de la gastronomía: así como en banquetes pantagruélicos, o en comidas de postín, se ofrecen sorbetes o similares entre primer y segundo plato para hacer tabla rasa con el gusto, a mí me gusta utilizar pequeñas novelas de ciencia ficción o género negro entre otros mamotretos de mayor enjundia. Soy consciente de que esta es una forma de establecer literatura de primera y de segunda, pero prefiero pensar que hay obras que se han escrito con más ambición que otras, o con otros fines, y eso no tiene nada de malo: simplemente se dedican a objetivos distintos, y hay ejemplos válidos y fallidos en los dos bandos.
Este prólogo es para presentar la novela de la reseña, El cadáver fugitivo de Ellery Queen.
Es este el seudónimo de dos primos estadounidenses de comienzos del S. XX con el que alcanzaron la fama y la profesionalización. Es una novelilla muy breve, se lee en dos tiradas, y quizá también esté ahí la clave de su éxito: el argumento se funda en dos o tres apuntes fundamentales, y tira millas. No hay espacio ni tiempo para profundizar en las posibles incongruencias.
Novedades que podemos añadir: un nuevo tipo muy elegante de asesinato, lo que no es poco, la introducción del factor “animal” en un robo, y la ahora tan de moda controversia sobre la vigorexia. No está nada mal para una lectura de un par de horas.
En esta aventura, el insufrible Ellery Queen – porque es realmente insufrible, uno de esos tipos que se la dan de listos mientras se repantigan en el sillón y cruzan los pies sobre la mesa – se entromete en otra investigación de su padre, el inspector de policía, en la que se investiga el presunto asesinato de un adinerado médico. Cómo no, la resuelve él solito mientras unos cuantos detectives, policías y demás hacen el paripé por ahí.
Sin duda, los primos escritores saben lo que se traen entre manos, y ponen toda la carne en el asador: nos presentan unos claros sospechosos, otro posible loco imprevisible como segunda opción, e incluso una aliada que podría no ser lo que parece. Afortunadamente, el gran Queen nos sacará a todos del entuerto.
Sin embargo, aún da tiempo a alguna que otra inconsistencia: ¿porqué se establece una alianza tan firme, y fundamentada en absolutamente nada, entre dos personajes principales? Es importante para la narración, pero no creíble. Otra: ¿Cómo el asesino pudo actuar tan impunemente después del asesinato, trayendo en jaque a toda la policía?
Es muy indudable que nadie viese nada en algún momento.
Como es una novela tan rápida y breve, son estos “detalles” algo que se puede pasar por alto, pero denota que no se ha trabajado muy bien en ello: un par de capítulos extra podrían explicarnos en qué se fundamenta una relación, o qué métodos se utilizaron para según qué fines.
En fin, como digo, una novela muy breve, recomendable para fans de la novela negra, y para leer de un par de tacadas. Sin más.
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