Año de publicación: 2023
Valoración: entre recomendable y muy recomendable
Hay una frase, atribuida unas veces a Fredric Jameson y otras a Slavoj Žižek (aunque no sé quién la dijo en realidad) que afirma que "es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo". Bueno, pues podemos decir que Munir Hachemi se ha animado a intentar lo imposible: imaginar un mundo fuera del capitalismo, aunque para ello haya tenido que viajar a otro planeta. Y no solo el capitalismo: la sociedad mulai, en la que se centra la historia, también ha abolido el sistema sexo/género, la propiedad privada, la monogamia o tabús relativos al sexo orgiástico o la defecación en público. (En cambio, el sexo vaginal se considera algo vulgar, obsceno, nauseabundo).
Porque, efectivamente, El árbol viene es una obra de ciencia ficción, o de "ficción especulativa" como dice la contraportada, situada en un lugar y en un tiempo ajenos, aunque no muy lejanos. En este lugar y en este tiempo, un antropólogo recibe la misión de escribir un informe sobre los mulai, una comunidad humana, aunque desgajada de sus orígenes terrestres, que ha creado una sociedad con unas reglas, unas creencias y un lenguaje radicalmente diferentes de los nuestros. Así, la novela se estructura con tres (o cuatro) hilos: el informe del antropólogo (y su diario, que vienen a sustituirlo o complementarlo); la historia de Fluke, una mujer que realizó la primera "travesía" hasta el templo y fundó la creencia en "Dog"; y por otra parte la historia de Sheipa y Faida, otras dos mujeres que, aproximadamente 124 años más tarde, inician juntas otra travesía que continúa, o se superpone, o anula a la de Fluke, según cómo se vea.
En realidad, en El árbol viene la acción (que se concentra en los capítulos dedicados a Fluke, Sheipa y Faida) ocupa un lugar bastante secundario. Lo fundamental es la reconstrucción "antropológica" de la sociedad mulai por parte del autor del informe que, progresivamente, va contaminándose también de la cosmovisión de los seres a los que observa. Esta obra se sitúa así en un espacio entre géneros, como muchos de relatos de Borges como "Tlön, Uqbar, Urbis Tertius" (de hecho Munir Hachemi hizo su tesis sobre la recepción de Borges en la narrativa española), o también a novelas de Ursula K. Le Guin como Los desposeídos, o incluso a El entenado de Saer, en que también se presenta una labor antropológica semejante, aunque en condiciones bastante diferentes.
Otro elemento fundamental en la novela es el lenguaje (y aquí se podría decir que se integra en una línea de ciencia ficción "lingüística" de la que Ted Chiang es un representante destacado). Una vez abandonados los conceptos de propiedad y autoridad (los mulai son una comunidad quasi-libertaria), el lenguaje se convierte, por una parte, en una entidad proteica que se transforma rápidamente y de forma impredecible; y, por otra parte, se transforma también en un objeto estético, en algo que, en un lenguaje no mulai, llamaríamos arte. La única finalidad del lenguaje mulai es el propio lenguaje, no servir como herramienta de comunicación. Esto permite al autor toda una serie de reflexiones y juegos con la propia idea de lenguaje, con las posibles etimologías del idioma mulai, o también con la idea de traducción, ya que uno de los personajes de la novela encuentra un libro escrito en alfabeto y lengua "terrícola", digamos, y se dedica fervorosamente a traducirlo al mulai.
También la escritura glífica, un acto público y lúdico, contribuye a este aspecto estético de la lengua. Este es un ejemplo de escritura mulai, tal y como la presenta el antropólogo (y como la imagina su autor):
Sin duda lo más notable de El árbol viene es su invención (utópica) de una comunidad post- o pre-capitalista, pretendidamente libertaria (aunque pronto crean sus propios mitos, ritos y creencias que acaban por resultar, también, opresoras en ciertos sentidos), con todo un evidente andamiaje teórico, que "supura", se podría decir, en ciertos momentos del texto más allá, quizás, de lo verosímil. No todos los aspectos (algunos sorprendentes, otros chocantes, otros absurdos) de la sociedad mulai se explican en el texto, aunque a medida que avanza la novela y conocemos más sobre el origen de los mulai muchos de ellos van cobrando sentido. En cambio, el aspecto narrativo del texto, las tres ramas que lo sustentan (antropólogo, Fluke, y Sheipa y Faida) parecen en cierto modo embrionarias, sobre todo las dos últimas, que quizás podrían haber ganado mayor dimensión y significado.
Se trata, en cualquier caso, de una lectura muy original y sugerente, una propuesta de ciencia ficción (o ficción especulativa) que acierta al huir de clichés e ideas comunes sobre civilizaciones extraterrestres, aunque no todas sus propuestas o decisiones resulten igualmente satisfactorias (por lo menos a este lector concreto que soy yo...). Habrá que esperar con atención a la siguiente novela del autor, que por lo que he leído en entrevistas, ya está en el horno...
A mi me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUna referencia que al menos yo le he visto, o al menos algo que me venía a la cabeza mientras lo leía, es Solaris.
Me ha gustado mucho, gracias.
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