Año de publicación: 1973 (2023)
Valoración: Recomendable
Aclaración previa nº 1: El texto que hoy traemos a este blog faro de la intelectualidad de oriente y occidente es la reedición parcial de la primera parte del libro "Picasso", publicado originalmente en 1973, al que hay que sumar un más que interesante epílogo de carácter biográfico que sobre la autora de este texto escribe Laura Vicente. De ahí esa doble fecha que indico en el año de publicación.
Aclaración previa nº 2: Se cumplen este año, y más concretamente el día 8 de abril, el 50º aniversario del fallecimiento del que a buen seguro sea el pintor español más importante del siglo XX (y de la historia, why not?). Nos adelantamos, por tanto, a la previsible avalancha de libros y lo hacemos con uno que muestra una faceta íntima y cotidiana del malagueño.
Al lío. "Picasso con los exiliados" son parte de las memorias de Mercedes Guillén, fundadora de Mujeres libres, asociación situada en la órbita de la CNT con la que peleó por la liberación social y de género en los años previos a y durante la Guerra Civil española, y abarcan en su gran mayoría los años 1939-1946 y su amistad con Pablo Ruiz Picasso en el exilio parisino.
Son años de inestabilidad, de abandono, de inseguridad, de choque brutal entre la España devastada por la guerra y la abundancia (inicial) de París, de una guerra que sucede a otra guerra. Son momentos en los que sale a relucir el heroísmo de los pequeños gestos frente a los recelos de las autoridades galas y aquí es donde surge la figura de un Picasso preocupado por el destino de los españoles que llegan a París con una mano delante y otra detrás.
Guillén nos presenta, con su mirada tierna, a un Picasso llano y natural que trata de hacer más llevadera la situación siniestra y el ambiente denso y angustioso del París de la Ocupación. No es ni pretende ser este un texto hagiográfico sino más bien un texto que presenta a un hombre "normal y corriente", a un Picasso en las distancias cortas, más allá de que para buena parte de los españoles de la época y lugar fuese una figura mitad paternal mitad deificada.
Pero estamos en París, en 1940, en un ambiente artístico, y es inevitable la abundancia de nombres y referencias (calles, plazas, bares...), lo que otorga al texto un aire evanescente que, por momentos, trae a la cabeza las novelas de Patrick Modiano. Nombres que apenas aparecen y desaparecen, lugares de paso, etc. Y quizá el texto adolece de lo que me parece lastra las novelas de Modiano: cierta "livianidad", cierto no profundizar en demasía... O, al menos, no tanto como a mi me hubiese gustado.
Más allá de todo lo anterior, creo que el texto de Mercedes Guillén merece ser destacado, especialmente, por tres motivos: su magnífico retrato de la irrespirable atmósfera del París de la Ocupación, sus reflexiones sobre la obra picassiana y por ciertas figuras secundarias (Eluard, Sabartés...) muy sugestivas.
Un último apunte, referente al epílogo: llama poderosamente la atención el repliegue interior de Mercedes Guillén tras el exilio. De la fundación de Mujeres Libres a consagrar la casi totalidad de su vida a la obra de su pareja, el escultor Baltasar Lobo, o de su amigo Picasso apenas hay un intervalo de 5-10 años. Este repliegue puede ser debido en parte por la pobreza y la enfermedad, pero no sé si estos factores explican tal cambio. ¿Asunción de la derrota, tal vez? No lo sé, pero me quedo con ganas de conocer algo más.
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