Año de publicación: 1967
Valoración: Entre está bien y recomendable
La primera vez que oí hablar de Dennis McShade creo que fue en una clase con mis alumnos de primero. Hablábamos de pseudónimos, y de los diferentes usos que se les pueden dar, y les mencioné el caso de John Banville / Benjamin Black: un pseudónimo utilizado para diferenciar la obra literaria tout court de un autor, de aquella que se incribe en un género determinado, en este caso el policiaco. Fue entonces cuando una alumna me comentó que en Portugal había un caso semejante: el de Dinis Machado, que para su trilogía de novelas policiacas usó el pseudónimo de Dennis McShade. Me encantó la historia, así que me prometí leer al autor en sus dos "personas" diferentes.
Primero lo hice con O que diz Molero, de Dinis Machado, una novela magnífica, breve pero densísima, cargada de ironía, belleza, juegos narrativos y crítica social y política, que no reseñé en ULAD porque está prácticamente inencontrable en España (y porque no hay tiempo para todo, también); y ahora lo he hecho, por fin, con una de las novelas policiacas de McShade, la segunda concretamente: este Requiem para D. Quixote, recientemente reeditada en Portugal por Assirio & Alvim. ¿Debería haber leído la primera novela de la trilogía, Mão direita do Diabo? Probablemente, aunque por suerte este Requiem se entiende perfectamente, a pesar de contener algunas referencias a su predecesora. Pero no me pude resistir a ese título quijotesco, claro...
La novela (y la trilogía) nos presenta a Peter Maynard (una referencia bastante obvia a "Pierre Menard, autor del Quijote" de Borges), un asesino a sueldo astuto, independiente, perezoso, culto, eficaz, filósofo, honesto, brutal. Después de un exilio en Roma cuyos motivos solo conocerá quien haya leído la primera novela de la trilogía, Maynard vuelve a Nueva York y se encuentra en un atolladero: para poder recuperar su vida, deberá cumplir un difícil encargo del Sindicato [del crimen]; tendrá que asesinar al misterioso magnate Big Shelley. Este encargo va contra su código de honra (no le gusta matar a nadie sin saber si se lo merece), contra su orgullo (porque su relación con el Sindicato es turbulenta como poco) y contra su intuición, que le dice que hay algo oscuro o alguna trampa escondida en este asunto.
Requiem por don Quijote tiene muchas cualidades: mantiene el suspense, tiene mucho humor y, naturalmente, mucha acción, la trama detectivesca está bastante bien construida (aunque contiene algunas casualidades quizás demasiado casuales). Sigue muy de cerca los modelos del hardboiled de Hammett o Chandler (situando la acción, por ejemplo, en Nueva York y no en el Portugal contemporáneo), pero por otra parte hay que tener en
cuenta que esta novela se publicó en 1967, cuando todavía no habían
aparecido Pepe Carvalho ni Montalbano, y no digamos Mario Conde o Kurt Wallander. Esta antigüedad y esta relación directa con sus modelos americanos quizás explica también (aunque no sé si justifica exactamente) ciertos aspectos que hoy nos chirrían bastante, particularmente la representación de la homosexualidad en la novela.
En fin, que esta es una novela policiaca que se disfruta, particularmente si se es aficionado al género como yo (aunque últimamente lo tengo bastante abandonado, después de una época de saturación). Sinceramente esperaba que fuese algo más rompedora, teniendo en cuenta lo mucho que me gustó Lo que dice Molero, perosigue siendo un buen exponente de su género. Leeré, casi seguro, los otros dos libros de la trilogía en un futuro no muy lejano.
(Por cierto, si alguien se lo está preguntando, el Quijote no tiene un papel relevante en la trama, más allá del nombre del personaje principal y una escena casi al final de la novela; salvo que quiera leerse al personaje principal como un "quijote", pero esa no es una lectura particularmente original...).
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