Título original: Chute de vélo
Año de publicación. 2004
Traducción: Ana Millán
Valoración: recomendable
El historietista Étienne Davodeau ha mostrado siempre una especial querencia y sensibilidad por el mundo rural, como atestiguan varias de sus obras y también, en cierto modo, esta Caída de bici, que se desarrolla en uno de esos pueblos franceses en los que nunca se ve a nadie por la calle y menos con la calorina del verano (es decir, la mayoría de ellos). Allí acude durante las vacaciones estivales una familia, en un amplio sentido del término: padre, madre, dos hijos, primo, tío chistoso, abuela con demencia senil y amigo pegado que duerme en una tienda de campaña en el jardín, para adecentar la casa familiar, con el objetivo de venderla. Los chiquillos, además de que el más pequeño trate de aprender a montar en bici -de ahí el título del cómic, aunque no sólo-, se entretienen espiando a los obreros que trabajan en la casa de enfrente: un veterano albañil y un díscolo y renuente aprendiz, entre los que no tarda en surgir el conflicto. Aparte de esto, que sirve de motor a la trama y de algún que otro roce entre algunos personajes, el ambiente general en que transcurre la historia es de muy buen rollo, pese a que también haya secretos que carcomen a quienes los guardan, como en toda familia que se precie...
Como es fácil de suponer, la imagen de una "caída de bici" es también una metáfora de las dificultades y tropiezos que encontramos a lo largo de la vida y la forma de superarlos. Pero que nadie espere aquí un "cómic de autoayuda" o un peñazo pseudofilosófico... no, el tono de las narraciones de Davodeau es siempre sencillo, cotidiano, incluso entrañable, si se quiere. para dar pistas, esta novela gráfica/Bande Desinée recuerda bastante (o más bien al revés, puesto que es anterior) a La casa, de Paco Roca, también sobre una familia que se reúne para adecentar una casa o caseta construida por el padre... También el estilo de dibujo, minucioso y amable, es parecido en ambos autores, por cierto... Pero Davodeau va más allá del ejercicio nostálgico y acaba centrando su historia, repito, en esos secretos y errores que, la que más o la que menos, esconde toda familia. Lo que no significa que sean desgraciadas, o no siempre... a veces es el tenr secretos lo que nos hace felices.
Otros títulos de Étienne Davodeau reseñandos en Un Libro Al Día: El perro bizco, Los ignorantes
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