Pregunta: ¿Qué sabemos de Yemen? Es decir, ¿qué sabemos aparte de que es un país árabe donde hay una guerra y que le viene muy bien a los tuiteros, tertulianos y demás opinadores contemporáneos que quieren demostrar que son más virtuosos que los demás ("si condenas la invasión de Ucrania sin haber condenado antes la guerra de Yemen es porque eres un hipócrita eurocentrista vendido al capitalismo..."); pero vamos, dudo que muchos supieran ubicar el país en un mapamundi (una pista: Península Arábiga, abajo a la izquierda), no digamos ya explicar lo que pasa allá... Tampoco os voy a mentir: mi conocimiento sobre Yemen era y sigue siendo bastante limitado. O mejor debería decir que era casi nulo y ahora es escaso o limitado pero incipiente, gracias a estas dos novelas gráficas con guión de pedro Riera y protagonizadas ambas por Intisar, una joven inteligente y tozuda que representa a todas aquéllas que sufren, aunque también tratan de rebelarse en lo posible, el apabullante machismo de la sociedad en la que les ha tocado vivir. Vayamos a conocerla:
Idioma original: español
Año de publicación: 2011
Valoración: recomendable
El coche de Intisar nos cuenta la vida cotidiana, antes de la guerra, de una joven yemení de espíritu independiente que, sin embargo, se ve constreñida por las leyes y costumbres, de un machismo extremo, que rigen en su país, donde existe de facto un apartheid que separa en la mayor medida posible a hombres y mujeresw. intisar trata de arañar todas las parcelas de libertad que puede, gracias, en parte, a su posición acomodada, al ser la hija de un rico hombre de negocios, aunque también a espaldas de éste: trabaja de anestesista en un hospital, conduce un Toyota Corolla por las calles de Saná -y no se priva de hacer carreras con los conductores varones que se pican al ser adelantados por una mujer- y se resiste a casarse, el destino que, en principio le está reservado a toda mujer yemení, un en contra de su voluntad... Pero, sobre todo, sueña con poder largarse de su país a otro lugar más abierto.
El libro está dividido en episodios cortos, en los que se nos van dando cuenta de diversas circunstancias de la cotidianeidad de Intisar, anécdotas de diferentes personajes, etc. que resultan bastante entretenidas y hasta divertidas, pese a que el contexto general en el que se desarrollan sea , obviamente, penoso. Las ilustraciones, en blanco y negro -o blanco y sepia-de Nacho Casanova, son más complejas de lo que da a entender su aparente sencillez, sobre todo en lo referente a la composición de la página, y están, por lo que cuenta él mismo en uno de los interesantes contenidos adicionales al final del libro, muy bien documentadas gracias al material que obtuvieron pedro Riera y su esposa durante un año de estancia en Yemen, en el que también consiguieron el testimonio de distintas mujeres que, combinadas, sirvieron para componer el personaje de Intisar.
Título original: Intisar en exil
Año de publicación: 2018
Valoración: recomendable
Continuación de El coche de Intisar, con la peculiaridad de haber cambiado de ilustrador e incluso de país e idioma de publicación original, en este caso Francia. Aun siendo, como digo, obra de otro ilustrador, Sagar, con un estilo muy diferente al de Casanova -más dinámico y detallado, además de a color-el libro cuenta con los mismos personajes del anterior y una estructura similar, a base de capítulos cortos. En esta otra novela gráfica Intisar se ha exiliado en Jordania, junto a su familia, debido a la guerra que se desarrolla en Yemen desde 2014, y desde allí, además de seguir instruyéndonos en las circunstancias y costumbres de su país, nos cuenta su nueva cotidianeidad, con sus alegrías y pesares, pero también la de sus compatriotas que se han quedado en su país sufriendo la guerra (que consiste en un batiburrillo de bandos por motivos políticos, tribales o religiosos que combaten o se alían entre sí, mientras Arabia Saudí y los EAU, con el beneplácito de las potencias occidentales, les bombardean, así como a la población civil). Eso sí, la situación de las mujeres yemeníes sigue siendo pésima, aunque a raíz de su participación en las protestas de la mal llamada -según Intisar- "Primavera Árabe" y de las actividades en el exilio, algún resquicio parece haberse abierto en la pétrea misoginia imperante. Ante esta peliaguda situación, Intisar se debate entre el amor/odio que le inspira su país, su ansia de libertad y las obligaciones familiares, aunque sigue siendo tan deslenguada y cabezotas como siempre. Los autores, por cierto, dejan una puerta abierta a una tercera parte de sus aventuras, o eso parece...
Destacar, por último, las muy interesantes explicaciones del epílogo de Aliéne Benoist sobre los distintos actores de la guerra en Yemen, que resultan de gran ayuda para la comprensión por parte de los lectores occidentales de lo que ocurre en aquel país, que nos pilla un tanto a trasmano, por más que oigamos hablar de él.
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