Idioma original: castellano
Año de publicación: 2021
Valoración: interesante
Valoración: interesante
«Creo que hemos olvidado lo frágiles que somos. A medida que crecemos en tamaño nos perdemos el respeto porque físicamente somos grandes y olvidamos que lo que llevamos dentro es diminuto y, si además va protegido por huesos, nervios, carne, músculos y piel, será por algo. Pero por desgracia —y también por suerte— las palabras no necesitan hacer ningún tipo de fuerza para clavarse dentro. Los golpes físicos pueden doler más o menos dependiendo de lo fuerte o flojo que esté el tipo que recibe o el que pega, pero los verbales…, esos son distintos. No hace falta entrenar mucho para poder hacerle daño a alguien. Para lo que hace falta entrenar mucho es para que nada te haga daño. Ese ejercicio sí que resulta agotador»
Resumen resumido: Ángel sale del psiquiátrico después de catorce días ingresado y se da cuenta de que las voces ya no están, de que los retos y aventuras asombrosas que dejó atrás ya no existen y de que ya no puede hablar con los perros. Toca superar una depresión galopante, reconstruirse desde cero y aprender alguna que otra lección, porque volverse loco también enseña.
Todo el que haya visto alguna vez en acción a Ángel Martín (cómico, guionista, actor, músico y presentador) estará de acuerdo en que es perfectamente capaz de construir una narración solvente, amena y divertida sobre cualquier tema; incluso con una vivencia personal tan abrumadora como un brote sicótico y sus consecuencias a todos los niveles. Por eso en este caso concreto hay un valor añadido a lo de explicar algo con gracia, que es romper con el tabú de las enfermedades mentales y tratar de que cualquiera que esté pasando por un trance semejante se encuentre menos solo. Y es que si somos sinceros, el que más y el que menos hemos rozado —si no traspasado— en algún momento la línea de la cordura, porque las enfermedades mentales, capitaneadas por la ansiedad y la depresión, son una pandemia silenciosa más peligrosa y más cercana de lo que imaginamos.
Por si las voces vuelven está perfectamente diseñada para atrapar al lector y llevarlo de tour por la mente aparentemente recuperada del loco. Y digo aparentemente porque el propio autor juega a menudo con la idea de que la recuperación es un concepto poco preciso ya que uno nunca recupera su versión anterior. En este caso, incluso, Ángel Martín asegura que la locura le ha convertido en mejor persona, como poco más generosa y empática.
El estilo es muy ágil y desenfadado, basado en la oralidad de lo que podría ser un monólogo largo de stand up. El relato está plagado de ganchos y de guiños al lector ya que el narrador, el propio Ángel, habla en primera persona y en presente. Es una de esas obras en las que el lenguaje, todo y que traslada perfectamente la voz del autor (una voz ya conocida, por otra parte) está al pleno servicio de la historia porque aquí lo que interesa, como he dicho, es que el lector no se encuentre el menor obstáculo y pueda deslizarse por la narración sin detenerse, a menos que necesite ir al baño. No estamos ante ninguna filigrana literaria (ni se pretende) pero sí ante un buen artefacto narrativo que conoce todos los mecanismos necesarios para que a nadie se le pase por la cabeza abandonar la lectura.
Personalmente me ha resultado una lectura grata e interesante que me ha abierto la mente en cuanto a lo que un trance como el que ha pasado el autor significa. También me ha servido para comprender que las personas que han pasado por algo así no es porque sean distintas a los demás, simplemente se han conjugado en un momento preciso de su vida todos los factores que pueden llevar a cualquiera hasta el abismo.
Ángel Martín se abre en canal sin perder el sentido del humor y da multitud de detalles que ayudan a comprender el tránsito por el que pasó no solo antes del brote en sí y en el período inmediato a su salida del siquiátrico, si no —y esto es lo más importante y generoso por su parte— todo el proceso posterior de reconstrucción y reflexión personal que lo ha llevado a tratar de acercar un poco más la cuestión de las enfermedades mentales al mainstream. Actualmente tiene un podcast semanal, con el mismo título del libro, en el que entrevista a personajes conocidos del mundo de la televisión, la música, el arte, las redes sociales… que hayan pasado por algún episodio crítico de salud mental, con el objetivo de romper el tabú que todavía hoy pesa sobre un asunto que es más habitual y está más extendido de lo que pensamos.
Hay libros que te reconcilian con la vida, este es uno de ellos.
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