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jueves, 13 de enero de 2022

Mike Wilson: Ciencias ocultas

Idioma original: Español
Año de publicación: 2019
Valoración: Recomendable (o más, pero con matices)

Este libro no es lo que parece. 

Por un lado, el nombre y la imagen de Mike Wilson pueden llevar a imaginar a un autor estadounidense que escribe en inglés y que habla en sus relatos de la América "profunda". PUES NO (o, al menos, no exactamente). Wilson nació en Misuri, sí, pero ha vivido un montón de años en Argentina y Chile, de ahí que su lengua literaria sea el español. Como Conrad o Nabokov, pero a la inversa (¡chupaos esa, anglocentristas!)

Por otro, y muchísimo más importante que lo anterior, "Ciencias ocultas" comienza en una habitación en la que tres personas y un perro contemplan un cadáver fresco tendido bocabajo sobre la alfombra.  Este inicio podría sugerir que estamos ante una novela negra de manual, PERO NO (o, al menos, no exactamente). Pasadas esas primeras líneas, comienza la larguísima descripción, solo interrumpida por los leves movimientos de los cuatro seres que enmarcan la escena y por breves historias de las que después hablaré, de la habitación y de los "objetos" que se hallan en su interior: alfombra, puertas, tapices, lámparas, biblioteca, libros, cuadros, polvo, manchas de humedad, restos en los espacios entre las tablas del piso, etc.

Pistas, indicios, guiños, conexiones,... - especialmente en esas historias que se intercalan a lo largo de la descripción y que hablan de geografías remotas (Sentinel del Norte, Islas Aleutianas...), de seres desubicados (menonitas en el Chaco paraguayo...), de falsos dioses (el templo de Bel...) - que nos meten de lleno en un maelstrom, en un "infinito hacia adentro" en el cual resulta imposible asir el caos y desentrañar una "verdad" que quizá solo se encuentra en la "unión" de las pistas tangibles porque 
el análisis duro tiene sus límites, los enigmas que busca resolver no se están dejando ordenar porque el caos se cuela siempre, las ciencias que está aplicando, las de la razón, no dan abasto

Por lo tanto, el fondo no es tan importante como la forma, lo que hace de "Ciencias ocultas" un ejercicio de estilo emparentado con las nouvelles de Aira o con algunos relatos de Borges. Sin ir más lejos y, en lo que que quizá pudiera ser una reseña por anticipación (¿por qué no iba a ser capaz el gran visionario invidente de hacer algo así?), como dijo Borges en "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius":

Los metafísicos de Tlön no buscan la verdad ni siquiera la verosimilitud: buscan el asombro. Juzgan que la metafísica es una rama de la literatura fantástica.

De esta preponderancia del fondo sobre la forma, de ese "no avance", de esa "no acción" vienen esos matices que indicaba en la valoración. Quien busque planteamiento, nudo y desenlace "al uso" que se olvide de "Ciencias ocultas", pero quien guste de las torrenciales descripciones, del detalle infinito, de las múltiples referencias, del lenguaje depurado y de la prosa rítmica (que no haya "acción" es muy diferente de que no haya ritmo) que no dude ni un segundo en acercarse a un libro que encontrará plenamente disfrutable.


También de Mike Wilson en ULAD: Némesis

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