Idioma original: inglés
Título original: Here
Año de publicación: 2015
Valoración: muy recomendable
Para mi vergüenza y escarnio, esta es mi primera reseña de novela gráfica para este blog. Es más, he tenido que seguir el consejo leído en Lo viral de Jorge Carrión, siempre razonable en sus juicios, cuando proclamaba esta obra como una de las que marcaba una redefinición del género. Lo cierto es que mi experiencia en este tipo de obras no me permite atreverme a confirmarlo ni desmentirlo, he de reconocer incluso que no sé valorar los aspectos técnicos, si estos han de prevalecer sobre el contenido digamos verbal, en fin, un desastre o carnaza para aquellos que quieran achacarme meterme en veredas que no conozco.
Pues bien. Aunque no sé si puedo adjetivarla como literaria, en todo caso, adjetivarla como artística suena pedante, pero encaja, la experiencia con Aquí ha resultado sumamente satisfactoria. Tanto, que pienso (la copia que leí es de la Biblioteca, los originales están caros y difíciles de encontrar) hacerme con el libro en cuanto pueda. Porque me da la impresión que, aún habiendo leído el libro tres veces (cosa inusitada en los libros de texto), la sensación es que a más lecturas uno se permita más y más capas surgen a descubrir de este soberbio ejercicio. Partiendo de una premisa aparentemente sencilla (dibujar el rincón de la planta baja de la típica casa norteamericana ubicando en cada momento el momento en el tiempo al que corresponde cada ¿viñeta?) Mc Guire se lanza a un ejercicio de difícil descripción sin apelar a algunos conceptos tanto abstractos como visuales, incluso técnicos: porque Aquí puede pasar por una especie de colección de relatos visuales que comparten escenario pero están separados por el tiempo: desde algunos millones de años hasta unos miles de años más allá de la actualidad. Cada uno con sus personajes, sus tiempos y su desarrollo argumental propio.
También es una especie de vistazo caleidoscópico al sueño americano: el erial, los dinosaurios, los nativos americanos, la conquista de los colonos, la explosión demográfica y tecnológica del siglo XXI, el futuro cercano y el lejano. Valdría entonces como crítica del acelerón que afecta a los recursos del planeta y a su lento proceso de regeneración. Cada nuevo visionado es un encaje de piezas y cada nuevo visionado es una renovación del placer del descubrimiento. Desde las páginas con una sola imagen estática de un paisaje desolado hasta aquellas que contienen numerosas ventanas de distintos años (lo olvidaba: cada imagen cuenta con una sobria fecha de toma en su ángulo superior izquierdo), nada en este libro es superfluo o accesorio. Ni los tonos de la decoración ni las tomas recurrentes. Todo se despliega de forma progresiva y estimula al lector hacia nuevos descubrimientos. No dispongo de la información para valorar la parte visual del libro, pero, gracias Carrión, su capacidad de transmitir es excelente y la pura ejecución de la idea y su desarrollo, de una originalidad descollante.
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