Título original: Papurika
Año de publicación: 1993
Traducción: Jesús Carlos Álvarez
Valoración: Está bien (recomendable para interesados)
¿Conocéis la película de animación japonesa titulada Paprika? Si la respuesta es no, ya estáis tardando. A fin de cuentas, el clásico de culto de Satoshi Kon es una maravilla del séptimo arte.
Como yo mismo he descubierto hace poco, está basado en una novela homónima de Yasutaka Tsutsui. También hay dos adaptaciones al manga de la misma, y se llegó a plantear un "remake" de imagen real que acabó cancelándose.
¿El argumento de susodicha obra? La inteligente y hermosa Atsuko Chiba, candidata al premio Nobel de psiquiatría, es una eminencia en su campo. Ha desarrollado un método que le permite tratar los trastornos mentales de sus pacientes accediendo a los sueños de éstos. Sin embargo, hay conspiradores en el Instituto de Investigación donde trabaja que rechazan su praxis científica y harán lo que sea con tal de interrumpir sus avances.
Si os soy sincero, prefiero la versión fílmica a su recién descubierta contraparte literaria. La Paprika de Kon es más sencilla que la de Tsutsui, pero no por ello deja de entregar una experiencia única. Las bases sentadas por el texto que la influencia están presentes, pero sabe en qué momento simplificar las cosas y cuándo tomarse licencias con respecto al material original, por no hablar de que consigue exprimir al máximo las capacidades del medio audiovisual.
En cualquier caso, recomiendo la novela de Tsutsui porque contextualiza y complementa a la película de Kon (me atrevería a decir, incluso, que ayuda a que podamos entenderla en su totalidad) y, además, tiene sus propias virtudes:
- Su aportación a la ciencia ficción.
- Su concepto global.
- La mala leche de ciertos pasajes.
- Su extraña aproximación al erotismo y el deseo, muy propia de Oriente.
- Sus reflexiones, secundarias pero no por ello menos interesantes, en torno al corporativismo y a la ética de la ciencia.
Por otro lado, estas son las pegas que le pondría a la Paprika de Tsutsui:
- Cuesta memorizar los nombre y apellidos de los personajes que recorren sus páginas.
- Su narrador omnisciente suelta algún comentario bastante indigesto. Si pretendiera ser irreverente, como sucede en otras ficciones de Tsutsui, no me importaría lo más mínimo; sin embargo, se nos da a entender que las opiniones (sobre las mujeres, su sexualidad y la feminidad, por ejemplo) de dicho narrador son las del propio autor, quien intenta pasarlas por verdades universales.
- No aprovecha del todo las ideas creativas que la permean; tampoco las articula de forma brillante a través del medio de que dispone, y eso que el lenguaje tiene un potencial tremendo.
- A ratos, su estructura se antoja repetitiva. Esto se debe a que el relato abunda en politiqueos, sesiones de terapia y rifirrafes entre el grupo protagónico y sus adversarios; asimismo, hay un rosario de escenas de violación que pierden impacto precisamente por suceder en más de una ocasión.
- Malgasta múltiples personajes, a los que es incapaz de hacer participar en el último tercio de la historia o siquiera dar un cierre digno.
- Tiene menos acción de lo que su premisa podría sugerir. Esto es especialmente palpable en el inicio, un tanto lento.
- Determinadas situaciones exigen que tengamos que suspender la incredulidad en demasía, aunque Tsutsui logra justificar prácticamente todo lo que relata.
- El antagonista no intimida demasiado y los enfrentamientos contra él (particularmente el final) son algo anticlimáticos.
- La aletoriedad y el absurdo de la lógica de los sueños se impone a la coherencia narrativa. Lo cual funciona a veces, pero no siempre.
Respecto a la edición de Atalanta que yo he leído, destacaría la traducción más que correcta de Jesús Carlos Álvarez y el escueto pero acertado prólogo de Fernando Iwasaki. La cubierta es sencilla, pero tiene un toque "pop" encantador.
También de Yasutaka Tsutsui en ULAD: El bonsái Dabadaba, Lo que vio la criada
Un autor curioso este Tsutsui. Yo solo he leído 'Lo que vio la criada' y me parece bastante original, aunque da la sensación de enredarse un tanto sin encontrar un rumbo claro. Buenas ideas, algunas obsesiones y ciertos excesos en la construcción, no sé si en este caso le ocurre algo parecido.
ResponderEliminarSaludos, compañero.
En efecto, Carlos, a Tsutsui le suele pasar esto que mencionas. "Paprika" es un claro ejemplo de ello. Donde más cómodo he visto al autor es en formatos breves; allí no se desmadra tanto. En cualquier caso, sus ocurrencias son siempre bienvenidas, independientemente de la solvencia de su ejecución.
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