Estimado Javier,
En primer lugar, deja que te dé las gracias por mandarme un ejemplar de tu novela. Me halaga que te interese saber mi opinión al respecto.
Debo felicitarte porque con Terrorhome has logrado un producto muy digno. Para ser un libro auto publicado, el continente es muy profesional. Se nota que encargaste a un ilustrador que te diseñara la cubierta, y que peleaste con Amazon para que la imprimieran del color adecuado.
El contenido también me parece meritorio. Tu historia engancha desde la primera página y está bien escrita. Además, se nota que un corrector revisó el texto, pues solamente he encontrado una errata (en la página 97 le falta una tilde a «aparte»).
Aquiles Entrecoz, tu narrador y protagonista, observa su entorno con esa lucidez que proporciona la misantropía. Le conocemos siendo un adolescente hormonado que se junta con los apestados de su clase, que se codea con los excéntricos de su localidad, que intenta escapar de la claustrofóbica herencia familiar. Empatizamos con él y no nos sorprende cuando, por culpa de esa sociedad que lo rechazó sistemáticamente (y a la que él mismo repudió), se convierte en un monstruo.
A través de tu escenario, esa comarca llamada Baja Maraña, ilustras a la perfección a la España profunda más rancia y casposa. Y celebro que te atrevas a criticar, mediante la sátira y el esperpento, algunos de los rasgos identitarios (la tradición, la religión, el fútbol, el patriotismo, el sexismo, el racismo...) de nuestro país.
Si te parece, voy a listar las virtudes de tu obra:
- Como he dicho antes, engancha.
- La prosa y voz narrativa que emplea son deliciosas. Cultas la par que gamberras, se leen con agilidad e intensifican las situaciones cómicas hasta niveles inusitados. Hubieran podido caer en lo artificioso, pero son plausibles y jamás rompen la inmersión.
- Algunos de los personajes que cobija son entrañables a su tragicómica manera. Sin duda, permitirán que los que nos consideramos «apestados sociales», «marginados», «parias» o «ceros a la izquierda» nos sintamos identificados.
- Tiene una primera parte extraordinaria. Es verdad que, a ratos, se me antojaba irregular, pero la estructura, ritmo y humor de la misma me parecieron muy logrados.
- Se aprecia que te has inspirado en literatura de todo tipo, desde Don Quijote de la Mancha pasando por el realismo sucio norteamericano.
Llegados a este punto, me gustaría comentarte aspectos de Terrorhome que me parece que no acaban de funcionar:
- En lo estilístico, hay margen de mejora. Por ejemplo, para no emplear en exceso las cursivas, podrías recurrir a estrategias tipográficas alternativas. Asimismo, deberías tener cuidado con el uso del lenguaje, pues por momentos se siente más alambicado de lo que debiera, o fuerza la maquinaria. Pienso en la formulación rebuscada de algunas frases, o en la adjetivación casi lovecraftiana de ciertos sustantivos.
- Varias de tus reflexiones son derivativas. Sobre todo, esas que tratan sobre la cordura y la locura. Si no les dieras tanto foco, quizá eso no importaría, pero teniendo en cuenta que son recurrentes e incluso temáticamente relevantes, se beneficiarían de un mayor grado de complejidad.
- La segunda parte decae, especialmente al compararla con su predecesora. Y es que intenta un arriesgado cambio de registro que, a mi juicio, no cuaja del todo. Por no hablar de que sus revelaciones (o giros de tuerca, si lo prefieres) son algo predecibles, y que pierde la oportunidad para darle un cierre a secundarios que, por el contrario, acaban quedando un poco colgados.
- Ya te he explicado que el libro en tanto que objeto ha quedado estupendo. Aun así, te recomiendo que modifiques el último párrafo de la contracubierta. Cuando aludes a «la historia del Joker» deduzco que te refieres a la película dirigida por Todd Philips, pero habría que especificarlo, teniendo en cuenta que el villano de DC ha sido encarnado en múltiples ocasiones. Ah, por cierto, te sugiero que diferencies el encabezado de los capítulos del que anuncia tu biografía y los agradecimientos.
Poco más que añadir. Sólo me gustaría animarte a que sigas escribiendo, y desear que tanto Terrorhome como los trabajos que están por llegar tengan mucho éxito.
Espero que mi crítica te haya servido. Cordialmente,
Oriol
No he leído el libro pero no estoy de acuerdo con lo que dices en tu reseña, no creo que el sexismo y el racismo sean rasgos identitarios de nuestro país.
ResponderEliminarCuando celebras que el autor critique la religión, quieres decir que no estás de acuerdo con la libertad de culto? Es que siendo la mención tan generalista parece poco tolerante, la verdad.
ResponderEliminarAnónimo, sólo es un libro; nada más. Salud.
ResponderEliminarMe refería a la reseña no al libro. Salud para ti también
ResponderEliminarUn ejercicio de crítica constructiva razonado y ejerciendo la libertad de expresión. Oriol, no dejas de sorprender con las rarezas que nos traes; me he estado imaginando toda la reseña a una mezcla de Ignatius Reilly y Torrente, que estaría graciosa, como para película de Álex de la Iglesia.
ResponderEliminarAnónimo, se llama libertad de expresión y consiste en oír y leer lo que nos gusta y lo que no. Una reseña acaba trasluciendo las ideas de su autor porque nos transmite su visión de la realidad, y Oriol no trata de imponer la suya, sino que es muy respetuoso.
Saludos
Gracias Lupita, yo tampoco trato de imponer la mía, por eso he ejercido mi libertad de expresión y creo que no he sido irrespetuoso.
EliminarSi yo fuese el autor igual de me escaparía alguna lagrimilla leyendo una crítica tan sincera y tan ponderada. Enhorabuena por la reseña epistolar, compañero, y sigue trayendo estas cosillas bizarras.
ResponderEliminarAnónimo, releyendo mi reseña veo que no queda claro, pero con rasgos identitarios me refiero a los de la España de hace unas décadas y, sobre todo, a la rural, que no era ni moderna ni cosmopolita. Es ahí y entonces donde y cuando se ambienta la novela. Por eso no resulta nada descabellado hablar de actitudes sexistas y racistas (que en la actualidad son, afortunadamente, algo residual y anecdótico). Así que mea culpa si no se me ha entendido.
ResponderEliminarPero vamos a ver, ¿qué tiene que ver el alabar que se critique la religión con estar en contra de la libertad de culto? Yo me considero feminista y hasta cierto punto elitista en lo artístico, y no por ello me molesta que se haga parodia, sátira o esperpento de estas concepciones, ni afirmaría que quien lo hace es porque está obligatoriamente en contra de ellas.
Y ya que te interesa mi opinión, te diré que yo aspiro a que mi país sea laico (la aconfesionalidad no me basta). Eso no implica que me importe que cada cual rece al Dios que le dé la gana.
Lupita, el personaje que te has imaginado es genial, aunque estoy seguro que al bueno de Entrecoz no le gustaría que lo relacionaran con Torrente. ¡Y que de la Iglesia dirigiera una adaptación de "Terrorhome" sería cojonudo!
Gracias por el halago a la reseña (casi diría que informe de lectura), Carlos. La verdad es que a Eugercio le gustó, hasta donde yo sé, y convino conmigo en que sería simpático publicarla con un formato parecido al del correo que le mandé.
ResponderEliminarA mí no me parece que el anónimo haya vulnerado la libertad de expresión de nadie. Libertad de expresión no significa que nadie pueda criticar lo que uno dice. Al contrario.
ResponderEliminarGracias!! Eso es, opinar (sin ofender) me parece más interesante que solo dar la razón siempre.
Eliminar¿Me llamas sociópata por decir que el comentario no vulnera la libertad de expresión?
ResponderEliminarEs evidente que te refieres a mí (y al anónimo) porque básicamente no hay nadie más. Al menos no te escudes en una mentira.
EliminarCurioso que tú hables de ego frágil, viendo cómo reaccionaste hace poco porque te corrigieron una falta.
EliminarLo más triste es que estas cosas son habituales en este blog y ya os parecen normales.
Evidentemente, me confundes con otra persona. O más bien intentas justificar a posteriori tu insulto sin motivo. Yo no participé en esa entrada, pero vi lo que pasó, igual que veo muchas de vuestras trifulcas.
Eliminar¿Pero quién dice que el anónimo ha vulnerado la libertad de expresión? No lo ha hecho, y aunque su segundo comentario no tiene ni pies ni cabeza (lo digo sin acritud), le aradezco el primero, que me ha permitido aclarar algo con respecto a mi reseña.
ResponderEliminarPues Lupita
ResponderEliminarPues sí que hago cosas sin saberlo.. jajaja
ResponderEliminarHala, a relajarse todos, todas y todes, y que nadie me tome muy en cuenta, que me he tenido que tragar la saga "Divergente" en estos días y necesito recuperarme.
Juan, te animo encarecidamente a que reseñes una obra erótica, pero yo te recomiendo "Zonas húmedas", que me parece que es lo bastante bizarra como para dar juego.
Saludos
Soy el anónimo primero. Gracias Oriol por aclararlo. Creo que me has entendido lo que quería decir. Lo demás no me importa, participo en este blog comentando desde hace 6 años, casi siempre alabando vuestras reseñas y libros pero también puedo hacer algún comentario negativo, no? Pues eso Oriol,gracias.
ResponderEliminarMenudo salseo, Paco. Pues aún con sus fisuras, el libro me llama la atención y me gustaría echarle un ojo en el futuro.
ResponderEliminarBuenas a todos:
ResponderEliminarCreo que al autor de la reseña y al autor reseñado les encantaría que los comentarios volvieran a centrarse en el libro. Para eso solemos escribir y comentar los que frecuentamos esto, desde los dos lados de la pantalla.
De nada, Anónimo. Me alegra que se hayan aclarado las cosas.
ResponderEliminarERG, Lupita dijo que yo estaba usando mi libertad de expresión. Una apostilla algo obvia, pero entendemos a qué se refería. En ningún momento intentó justificar por eso que mi comentario fuera invulnerable a críticas. De hecho, ya contesté al Anónimo y corregí aquello que no supe explicar del todo bien en la reseña. Y te ruego que abandones ese tono beligerante con juan. Este blog nos lleva un esfuerzo ímprobo, y no cuesta nada, si se pretende intervenir, hacerlo de forma respetuosa y pertinente y con algún identificador. Nos encanta que haya comentarios, pero sobre todo que éstos generen un debate sobre la obra, el autor, la reseña si se tercia o algún tema relacionado.
Cuando alguien apela a la libertad de expresión de esa manera se asume que lo que quiere decir es que la otra persona la está vulnerando. Si no, no se entiende. En todo caso, eso ya no importa.
ResponderEliminarYo creo que mi primer mensaje fue totalmente respetuoso. El tono "beligerante" comenzó cuando Juan me llamó sociópata. Incluso después de eso, mi siguiente comentario fue solamente una pregunta, dando la oportunidad a Juan para explicarse o rectificar. No hizo ninguna de las dos cosas.
Lo siento, pero todo el esfuerzo que empléis en este blog, que no lo dudo, al contrario, no os da derecho a tratar a la gente así.
ERG
Oriol, ERG solo se defendió, Juan le llamó sociópata y le mandó a Parla. No es la primera vez, tristemente, que Juan trata así a los comentaristas. No así el resto de reseñistas que da gusto con vosotros
ResponderEliminarUna pregunta que le quería hacer a Oriol (aunque resulte un poco tangencial), ya que alude a ello en uno de sus comentarios. Dice Oriol que no se conforma con la aconfesionalidad y apuesta por el laicismo. ¿Cuáles son para ti, entonces, las diferencias entre la aconfesionalidad y el laicismo?
ResponderEliminarSaludos
Este diálogo no tiene sentido. Parece que han desparecido mensajes, o al menos yo no los veo.
ResponderEliminarSe alude a mensajes de Juan que no veo.
Como alguien comenta por aquí, el resto de los reseñistas de ULAD son gente de un talante exquisito. Oriol sin ir más lejos, cuando recibe alguna crítica o algún desacuerdo, lo rebate con una educación que da gusto. El resto también. Menos Juan. Juan es un intransigente. Cuando algo no le gusta acude a la violencia verbal enseguida. Lamentable. Se podría entender que lo hiciera ante ataques con más o menos virulencia, que tampoco se trata de ser un santo, pero no, lo hace en cuanto algo no le gusta. Eso dice muy poco de él
Buenos días. Soy ateo y voy a usar un testigo más fiable para la siguiente frase: Lupita sabe que no soy un comentarista que haya generado simpatía en el blog.
ResponderEliminarDicho esto, no estoy de acuerdo con que se señale a Juan G. B. con el dedo. Para pena de ellos, yo sí que he seguido a este blog durante mucho tiempo y no es verdad lo que se dice de Juan como anatema, ni tampoco es verdad la ejemplaridad del resto.
Juan G.B. es uno de los colaboradores más activos en cuanto al intercambio de comentarios, que no pretenda ser siempre correcto, como Oriol, o que no se desprenda de su tono irónico, me parecen a mí, características de este blog.
Los aportes de reseñas y el buen rollo con los comentaristas por parte de este colaborador es muy extenso, y caer en la inmediatez de juzgar una década de aportaciones por dos mensajes "desafortunados" no me parece justo. Menos aún dar a entender que tuviera que parecerse en algo al resto de sus compañeros.
Pues creo que llevas razón Diego. No he sido justo con Juan. Llevo leyendo este blog muchos años y su trayectoria no coincide con lo que dije antes. Pero en los últimos tiempos creo que se ha confundido. Y lo que ha hecho esas veces no tiene nada que ver con desprenderse del tono irónico. Es otra cosa.
ResponderEliminarPero bueno, llevas razón en que nos acostumbramos a juzgar por el último minuto del partido y no debería ser así.
En fin, pido disculpas por mi análisis apresurado.
Hola a todos.
ResponderEliminarConcuerdo con Diego, y no considero ni tan siquiera "desafortunado" (aunque intuyo que Diego tampoco) el comentario de Juan: el tono jocoso rebosa(ba) por todos los costados; sin atisbo de ofensa. Bueno, perdón, la ofensa es libre: puedo declarme ninfómana y denunciar a Juan su falta de sensibilidad para con este -supongo,ja,ja- problema. Que el mundo es mentira, hombre, no nos lo tomemos demasiado en serio...
Y así es que no comprendo, desde mi absoluta ignorancia y sin conocer los motivos, que se hayan eliminado sus mensajes: parece delatarlo. (No pido justificación; solo faltaba).
Por otro lado, si bien no han sido irrespetuosos los comentarios a propósito de la reseña de Oriol, a mí me ha faltado cortesía en ellos, ya que la considero indispensable para criticar el trabajo de otros, de los que algunos solo nos aprovechamos. Faltaría que los colaboradores no contaran con la libertad de responder con, me atrevo a decir, mordacidaz en algunos casos. La santificación nos está vedada a algunos humanos.
Siento, Un libro al día, desatender vuestra petición de encauzar el asunto. No sé si me aventuraré a leer dicho libro, pero la reseña de Oriol, como siempre, analítica, interesante: un gusto leerla.
Como siempre, ¡gracias!
Llevo años consultando este blog y solo me queda agradecer el gran esfuerzo de sus autores de ponernos todos los días (¡hasta los domingos!) un libro calentito encima de la mesa. Claro que uno no puede estar de acuerdo con todas las reseñas o los comentarios, afortunadamente. Mientras la discusión se quede en el terreno de las opiniones peor o mejor fundamentadas, pero sin ataques personales barriobajeros, todo va bien. Se puede discrepar sin insultar, sin ofender y sin sacar los espolones. Y entender que un comentario no es un ataque contra nadie ni nada, sino una aportación más a un debate amigable y provechoso. Si X piensa lo contrario pero lo argumenta bien, mis felicitaciones por anticipado.
ResponderEliminarSoy Javier Eugercio, el autor de Terrorhome. Acabo de leer la retahíla de comentarios y me parece lamentable. Esto es un blog de reseñas literarias y el interés no debería centrarse en los comentaristas (ni siquiera en los reseñistas) sino en los libros reseñados. Quien esté interesado en mi libro puede encontrar más información en este enlace: https://javiereugercio.com/resenas/mis-libros/terrorhome/
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Javier, por venir a decirnos de qué debemos hablar. Claro, que lo has hecho no si antes opinar sobre los comentarios. Está muy bien venir a dar lecciones pero con un salvoconducto que te permite a ti hacer lo que tan lamentable te parece en los demás.
ResponderEliminarY ya puestos, un enlace de promoción que nunca viene mal.
Fernando, mi opinión sobre los comentarios la expresé con claridad: no son relevantes (salvo alguna excepción; esto lo matizo ahora). No tengo salvoconducto de ningún tipo, solo expreso mi opinión. Esto es una reseña literaria, ¿te parece un lugar correcto para dedicarse a discutir sobre cuestiones ajenas al libro reseñado? A mí no, por eso dejé el el enlace, para centrar la atención en el libro. Entiendo que estas cosas ocurren, se entablan discusiones por la mera inercia de los comentarios y por mi parte, no tengo intención de atacar a nadie ni de entablar discusiones. Solo opino que este es un espacio dedicado a la literatura; ¿cómo esperas que se sienta el autor de una obra o el propio reseñista al ver que los comentarios toman una deriva tan fuera de contexto?
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarJavier. Como miembro del blog, te mando todo mi apoyo personal. No hubiera querido engordar más esto, pero tienes toda la razón y hay que dártela, y junto con ella las gracias por acordarte de nosotros.
ResponderEliminarUn saludo cordial y enhorabuena por tu libro.
Javier, he leído el contenido del enlace y el primer capítulo de tu libro. Me he reído mucho y me ha retrotraído a mi adolescencia, en los 90, donde todo era más bestia (y divertido) que ahora.
ResponderEliminarLeeré tu libro y lo recomendaré.
Espero que te quedes con nuestra enhorabuena más que con todo lo demás; poco importa quién sea yo, casi nunca he intervenido, pero coincido en lo vergonzoso del diálogo a partir de un comentario que hizo alguien que, además, nunca se ha metido con nadie. Viendo el panorama actual, no me extrañaría que escribir tu novela hubiera tenido mucho de catarsis ante tanta memez de nuestro presente.
Un saludo cordial
Montuenga y Unknown, en ocasiones peco de impulsivo y luego me arrepiento. En este caso, me quedo con un regusto muy agradable gracias a vuestro apoyo y comprensión. Muy agradecido.
Eliminar