Título original: Macbeth
Año de publicación: 2018
Valoración: Disfrutable
Como muchos de ustedes sabrán, y yo ignoraba hasta hace poco, (no por
prejuicios, bueno, quizás un poco sí, pero sobre todo porque bebo de fuentes
distintas), Jo Nesbo es un apreciado autor noruego especializado en novela
negra desde su primera incursión en la escritura allá por 1997, más conocido hasta entonces por liderar un popular grupo musical. Aquella primera novela
inauguró la serie del inspector Harry Hole compuesta hasta ahora de doce
títulos, aunque existen otras dos series más, una de
ellas de carácter juvenil, y otro puñado de obras independientes del que forma
parte una cuyo título coincide con el publicado por un tal Shakespeare hace ya varios siglos,
no sé si les sonará de algo.
Leo por ahí que los libros protagonizados por Hole han tenido más
repercusión que los del también escandinavo Stieg Larsson. Me sorprende pero probablemente sea así, lo que sí he constatado es que sus lectores sufrieron una decepción con Macbeth porque no pertenece a la
susodicha serie, es decir, porque el tal Harry no hace acto de presencia. Y,
mira por donde, cuando estaba a punto de escribir estas líneas apareció
casualmente en mi pantalla de televisión El
muñeco de nieve, primera película basada en una de estas novelas y para la
que se eligió una nómina de profesionales de primera línea. Ni que decir tiene
que la vi con todo el interés, aunque me pareció una más entre las muchas de
ese tipo que pueblan las salas, programaciones y plataformas. Luego he leído
que el propio director reconoce los fallos achacándolos a la premura y falta de
medios.
A todo esto, para conmemorar el 400 aniversario de la muerte de El Bardo se puso en
marcha una curiosa iniciativa editorial: actualizar algunos de sus argumentos
para acercarlos a la mentalidad del s. XXI. Para ello se contó con escritores
tan relevantes como Margaret Atwood que recreó La tempestad con el título La semilla de la bruja, con Nesbo, que eligió
Macbeth, y con media docena más. Los resultados en forma de novela aparecieron a partir de 2015.
Después de leer a Nesbo he tenido que echar una ojeada al Macbeth original,
que no había vuelto a leer desde la secundaria, y he constatado que, en efecto,
el asunto principal (la ambición), los personajes centrales y la sucesión de
hechos son exactamente los mismos. De eso se trataba, la dificultad –y principal
mérito por parte del novelista– consistía en adaptar un clásico a la mentalidad
y circunstancias de nuestros días, una obra dramática a novela, y una tragedia
a artefacto del género negro. En mi opinión está más que conseguido: la
tensión dramática no decae en ningún momento, el juego de personalidades y
situaciones es idéntico al original a pesar de las abismales diferencias y,
excepto algún momento algo estereotipado, resulta bastante convincente. Pero ¡claro!
al menos hasta ahora, yo no soy fan de Harry Hole.
Naturalmente, aquí no encontraremos reyes, nobles ni palacios. La acción se
sitúa en una ciudad oscura y brumosa, de cierta importancia aunque en cierto
modo dependiente de otra mayor llamada Capitol. El suculento pastel del poder
se reparte entre los que lo ejercen oficialmente: el alcalde y el jefe de
policía local, por una parte, y las dos bandas de traficantes que lo usurpan, a saber, el
omnipotente Hecate y los Norse Riders, un grupo de violentos motoristas. Al corrupto
jefe de policía que acaba de morir le sucederá Duncan, segundo en el escalafón
y con fama de insobornable. A su vez, Macbeth, hasta ahora respetado capitán de
un cuerpo especial llamado Guardia Real, es ascendido sin previo aviso, hecho
que le hace tomar conciencia de su valía, e instigado por su mujer, Lady, propietaria
de un elegantísimo casino, pone en marcha un maquiavélico engranaje, primero
para acceder al cargo vacante, y mucho más tarde para suceder al actual alcalde en
las inminentes elecciones. Para lo primero hay que matar a Duncan y a alguno más de
rebote, luego hace falta que esas primeras muertes sean tapadas por otras, y
así sucesivamente en una escalada de terror que antes de trascender a la
ciudadanía debe ser atajada por los propios agentes. Macbeth elimina a los
motoristas ganando así la protección incondicional de Hecate, cuyas emisarias –trasunto
de las tres brujas de Shakespeare– son además las expertas cocineras de la droga. Las sustancias que estas le proporcionan y
la invulnerabilidad prometida por Hecate mantienen controlado a Macbeth, pero en
medio de esa infernal cadena de crímenes varias víctimas consiguen escabullirse
y formar un pequeño grupo que se confabulará para destruir al tirano.
Los que gusten de acción trepidante, confabulaciones a mansalva, componendas políticas y un ambiente muy, muy sórdido, se encontrarán en su salsa leyendo esta enrevesada trama, al más genuino estilo de su autor, cuyas más de seiscientas páginas nos deparan una sorpresa tras otra. Pero por encima de los rasgos propios del thriller encontramos un estudio de los caracteres humanos –abiertamente maniqueo, tal como exigen y exigían las convenciones de un género y otro– que se ha mantenido en estado de crionización desde el siglo XVI hasta ahora.
Hola Montuenga:
ResponderEliminarEstaba esperando la reseña. Trataré de conseguirlo porque me parece interesante la idea de la adaptación del clásico al siglo XXI.
Saludos
Me alegro, Gabriel. El de Margaret Atwood ya lo reseñamos.
EliminarDejo info del proyecto para todos los interesados.
https://www.google.es/amp/s/www.actualidadliteratura.com/proyecto-hogarth-shakespeare-autores-versionando-shakespeare/amp/?espv=1
Hola, compañera:
ResponderEliminarMe parece de lo más intetesante esta iniciativa de publicar novelas de autores actuales basadas en las obras de Shakespeare para conmemorar el centenario de ést (este año, por lo visto, aparecerá la versió de Hamlet escrita por Gillian Flynn. Ya veremos que tal...). Desde luego, no tengo noticia que se haya hecho algo parecido con respecto a Cervantes y es una lástima (aprovecho para comentar que, sin embargo, a mí las versiones rspúreas del Quijote, memorias de Sancho Panza y cosas así siempre me han tirado bastante para atrás, además de parecerme algo un tanto aprobetxategi).
Ésta de Nesbo tiene muy buena pinta, por cierto.
A mí me ha gustado, pero no sé qué te parecería a ti que tienes más experiencia en el género.
ResponderEliminarYo he leído los dos primeros de Harry Hole y tengo pendiente el tercero (que se supone de los mejores de la saga) y me gustan. Este lo tengo también en espera y le tengo ganas. He leído en general buenas criticas respecto al libro. A ver si me lo leo.
ResponderEliminar¡Qué bien! Ojalá os animéis y nos lo contéis luego. Hasta ahora solo he leído (en algún foro) lo que piensan los fans de Hole y bromeo sobre ello en la reseña. Sería interesante tener la opinión de nuestros seguidores sobre una experiencia así.
ResponderEliminarNesbo me gustaba mucho y leí los ocho primeros libros de la saga de Hole hasta que corté definitivamente con El Leopardo u otro posterior que no debo haber terminado de leer. Va eliminando a los compañeros de su equipo, no se refiere más a su hermana y es como si nunca hubiera tenido una, la crueldad innecesaria y morbosa, cada vez más repugnante de los asesinos, etc. me llevaron a borrarlo de mis lecturas. Ya el Muñeco de Nieve (el séptimo) era la que menos me había gustado, pero luego fue bajando mi capacidad de tolerancia. He llegado a pensar que había firmado un contrato con una editorial que lo obligaba a escribir un libro cada año y les entregaba ese resultado. Es muy común actualmente ver a los libros convertidos en una mercancía difundida en la prensa por reseñas copiadas de las contratapas y que te gritan que "¡es la mejor obra de xxxx, inolvidable, imperdible!!" Por eso agradezco la existencia de este blog y otros que me permiten eludir la propaganda del vendedor y encontrar buenos comentarios.
ResponderEliminarSobre Shakespeare en el Siglo XXI, Ian McEwan publicó en 2016 su versión de Hamlet con Nutshell (Cáscara de nuez), donde este personaje eterno y maravilloso está desarrollándose en el vientre de su madre mientras oye lo que pasa y va decidiendo qué hacer.
Saludos desde Montevideo, Elsa
Hola Elsa, me alegro de que te guste el blog y valores nuestra independencia. Desde luego, la publicidad editorial es así de burda, pero si surte efecto, ¡para qué se van a molestar en hacerla más elaborada!
ResponderEliminarLa novela Cáscara de nuez está reseñada en el blog. Me pareció un despropósito a pesar de ser de McEwan, y no por lo que pueda tener en común con Hamlet sino por la gran diferencia que tiene con él: el personaje del hijo y sus circunstancias. Cuando un escritor introduce rasgos no realistas tiene que hacerlos creíbles en su contexto, y en mi opinión esto no se consigue ni de lejos.
Saludos.
Hola,
ResponderEliminarHe leído unos ocho de la serie de Harry Hole. Nesbo le pone una tensión narrativa que te deja pegado al libro. En mi caso los disfruté mucho pero al final me cansó un poco.
La aparición de Macbeth despertó mi curiosidad.
Agradezco de la reseña la información sobre la obra, y el resumen que se hace de ella, pero igual se me queda un poco corta a la hora de ayudarme a decidir si leerla (es un buen tocho)
Saludos
Efectivamente, Gerónimo, es un libro bastante grueso. En estos casos, es aconsejable buscar en la Red otras opiniones y enfoques. Espero tomes la decisión más adecuada para ti. Saludos.
ResponderEliminarConocía a Jo Nesbo solamente de ver su nombre impreso en las tapas de sus libros, en la sección de bestsellers de las librerías que solía frecuentar hasta fines de 2019, principios de 2020. No me llamó nunca la atención, tampoco sabía que la película El muñeco de nieve se basaba en una obra suya (Película mediocre, que ni siquiera la presencia del enorme Michael Fassbender pudo rescatar de la medianía).
ResponderEliminarRecuerdo la reseña de Cáscara de nuez, pero no recordaba la iniciativa de reescribir a Shakespeare. Lo cual siempre despierta curiosidad en mí, así que tal vez le de una oportunidad a Nesbo.
Gracias por la reseña y el link!
El Puma
Me alegra coincidir contigo en la valoración de El muñeco de nieve, Puma. Era tan evidente el fracaso que hasta el director ha pedido disculpas.
ResponderEliminarOjalá coincidamos también en el disfrute de este libro. Pero, aviso, los gustos son libres, además, todos hemos leído y visto muchos thrillers y ya no nos sorprende nada. Para acabar de sacudirme la responsabilidad, diré que tiene 640 páginas.
Yo que tú lo hojearía antes, jeje.