Título original: On Harrow Hill
Año de publicación: 2020
Traducción: Santiago del Rey
Valoración: recomendable, sobre todo para fans del género
Hace algunos años leí las primeras novelas protagonizadas por el ex-policía Dave Gurney y escritas por John Verdon, un director creativo de publicidad en Manhattan (sí, amigos: un verdadero Don Draper ochentero; si os fijáis en la foto de la contracuebierta veréis que aún conserva la prestancia y, sobre todo, el PELAZO) que comenzó su carrera literaria tras retirarse al norte del estado de Nueva York. Lo mismo que su personaje, que tras una exitosa carrera como detective de homicidios en la gran ciudad, se retira a una casita con jardín y gallinas en las montañas Catskills. Aun así, el gusanillo de los crímenes (quiero decir de resolverlos, claro) no deja de picarle y se ve metido como asesor en varios casos de lo más enrevesados, incluso aparentemente fuera de toda lógica, hasta que él consigue desentrañarlos.
Eso es lo que pasa en esta novela, cuando Gurney se presta a ayudar a un antiguo compañero del NYPD, que ahora ejerce como jefe de policía en Larchfield, una bucólica localidad cercana a su casa, también en el norte del estado. Allí ha sido asesinado en su mansión el hombre más rico, y casi amo y señor del pueblo, algo que desconcierta sobremanera a las fuerzas del orden porque el principal sospechoso del crimen, según todos los indicios, llevaba, cuando se cometió, más de un día metido en un féretro, en la funeraria local, tras haber muerto alcanzado por un rayo , previo a su ceída desde el tejado de una iglesia... Hay que señalar que el punto fuerte de las novelas de Verdon, o almenos las que yo he leído, es su carácter de whodunit o "novelas problema"; casi se podría decir que son una versión contemporánea de las de Conan Doyle o Agatha Christie...de hecho, incluso, o al menos en un principio, en El ángel negro tanto el escenario como los personajes se dirían sacados del subgénero cozy, con un pueblecito pintoresco con sus característicos habitantes... pero que nadie espere un St. Mary's Mead, o, en todo caso, uno al estilo norteamericano de la era Trump: encontramos aquí desde medios de comunicación sensacionalistas a fanáticos religiosos ultraderechistas o adoradores de Satán. Y sobre todo, armas, muchas armas y de todo tipo...
Gurney tampoco es un detective más o menos excéntrico, tipo Holmes o Poirot, sino un investigador concienzudo y racional hasta el extremo, incluso -o más aún- cuando parece enfrentarse a lo irracional; como persona, resulta un tanto lacónico y hasta aburrido,en cualquier caso nada proclive a la extravagancia, aunque sin dua sería un vecino ideal. Ni siquiera aparece en esta un rasgo que sí lo hacía en sus primeras novelas, que era cierta tensión doméstica con su, por lo demás, adorable esposa Madeleine y que agobiaba baastante a Gurney (y también a este lector que ahora escribe o, cuando menos, resultaba un poco irritante, según recuerdo). Nada que estorbe aquí el seguimiento de la trama, que fluye sin problemas, aunque a través de muchos meandros y zonas pantanosas, hasta la resolución final del misterio, algo en lo que ayuda mucho también la excelente corrección de la escritura de este autor: aun sin andarse con florituras innecesarias, la novela está escrita con una prosa más elaborada que otros best-sellers de este género y no produce en absoluto el sonrojo que provoca el estilo ramplón de algunas de ellas. Verdon, además, es un escritor policíaco sumamente honesto, que proporciona los mismos datos al lector que al detective protagonista, para que podamos "competir con él", por así decirlo... con mayor o menor éxito, claro está.
En fin, que se trata de una lectura bastante entretenida e incluso absorbente para quien le gusten las novelas de misterio. Muy adecuada, además, ya que tampoco exige una atención agotadora, para pasar el rato en estas próximas fiestas navideñas y evitar así de paso, con la excusa de estar enganchado a su trama, tener demasiado trato con suegros, cuñados y demás parentela que solemos tener que ver por estas fechas. Aunque igual este año nos libramos de los cuñados y todo... no hay mal que por bien no venga ; )
También de John Verdon y reseñado en Un Libro Al Día: Sé lo que estás pensando
Me los he leído casi todos los que ha escrito,estan muy bien, sobre todo los tres primeros
ResponderEliminarCuando me dio por este género hace varios años atrás, me quedé pegada con Anne Perry; me entretenía y desconectaba mucho de la realidad, lo cual necesitaba. Paso el dato para quien no la conozca y gracias por la presentación de John Verdon, Juan.
ResponderEliminarAbrazos l🌀c🌀s
Hola a los dos:
ResponderEliminarYo leí los dos primeros y shora éste, que creo que es el séptimo y la vetdad es que es con el que mejor me lo he pasado. De Anne Perry leí alguya cosa hace tiempo, pero la veesad es que no llegué a engancharme, sunque sí recuerdo su buena recreación histórica.
Un saludo a ambos y gracias por los comentarios.
Juan:
ResponderEliminarQué cantidad de lecturas y reseñas! Me parece que te explotan en Ulad! No lo conocía a Verdon, viene bien la reseña aunque por el momento no estoy en vena para policiales.
Saludos
¡Hombre, muchas gracias, Gabriel, ya era hora de que alguien se diera cuenta de lo que hace esta gente conmigo! Y además, sin esperanza alguna de aumento de sueldo ni de una triste cestita de Navidad, siquiera... Hasta el ordenador y el móvil los tengo que poner yo, que aquí mucho jiji y mucho jaja, pero son de la cofradía de la Virgen del Puño Cerrado, ya te digo...
EliminarTe lo agradezco mucho, de verdad. Tómate algo de mi cuenta...