Idioma original: catalán
Año de publicación: 2010
Valoración: muy recomendable
Año de publicación: 2010
Valoración: muy recomendable
Hace unas semanas, justo cuando me encontraba leyendo este libro, saltó (no nos alteremos, una de tantas otras que saltan) la noticia en Twitter: Quim Monzó dejaba de publicar la columna que, aún con frecuencia reducida, llevaba décadas publicando en La Vanguardia.
Sus motivos tendrá, no es éste lugar para especulaciones más cuando hablamos de un escritor consolidado, de una frecuencia de publicación que por mucho tiempo pareció inhumana, incluso de un hipotético, especulo, distanciamiento con la línea del medio (caracterizada por su fervoroso y ecuánime abrazo a quien ostente el poder en cada tiempo y lugar, bajo el paraguas protector de la pluralidad y el eclecticismo, dentro de unos límites, oigan, que si no, todo es Sodoma y Gomorra). *
Y yo prometí seguir leyendo a Monzó, que es siempre agudo y perspicaz, y lo hago con Esplendor y gloria de la Internacional Papanatas, título esplendoroso y glorioso que no hace si no apuntalar desde la portada lo que parece, temporalmente, es una continuación de la recopilación de artículos que era El tema del tema, que cortaba a continuación del 11-S.
Aquí se recogen artículos hasta el 2004, y curioso que el libro se publique en 2010, seis añitos más tarde, una vez Monzó ya intercaló su última obra de ficción, la amarga pero impactante Mil cretins, que se aleja en el túnel del tiempo a medida que su autor ha empleado su talento y agudeza habitual en tareas tan poco convencionalmente literarias como los Retweet. Monzó es lo más opuesto que pueda hallarse a ciertos escritores que escriben desde el púlpito y estas columnas recopiladas no hacen más que confirmarlo otra vez. Si el título no es lo bastante demostrativo aquí habla de profesionales de todo tipo que no hacen caso, de tipos de whisky, de políticos locales y globales de todos los colores pero siempre grises (marengo, sobre todo), de sus decisiones absurdas y timoratas siempre pensando en reelecciones, escribe sobre noticias hilarantes, o absurdas, o extrañas, que encuentra por la web y que comenta con sus análisis marca de la casa, siempre dejando huella, siempre aplicando el comentario demoledor como colofón.
Pero hoy es 11-S, a pesar de Pinochet y la cruel usurpación de 2001, Diada Nacional de Catalunya (así con mayúsculas) y dejadme que reivindique a Monzó como estandarte involuntario y a su pesar de la realidad de una sociedad, territorio, colectivo, nación, como narices queráis llamarle. Cumplidor, abnegado, estajanovista, contundente, resabiado, activista desde la indignación, la autocrítica y un cierto deje de amargura socarrona. Dolido, desconfiado, huraño, emprenyat, con esa ceja arqueada ante la posibilidad (casi siempre una certeza) de que ese alguien que te mira de frente dispuesto a venderte la moto casi siempre te está engañando: Monzó es una anomalía entre tanto escritor agradecido al poder que entrega premios en veladas a que se acude con pajarita, Monzó, escritor genial que aún no lo había dicho en este artículo es, celebro la efemérides, tan impuro, bastardo, mestizo y mulato como debería aspirar a ser cualquier colectivo. No casándose con nadie de todo el espectro amplio de los que prometen arcadias de colorines a un lado y al otro. Señalando los aspectos patéticos o ridículos de los que muchos suelen alardear. Monzó siempre está tan sorprendido ante lo que ve como convencido de que esa no es la última, de que habrá más sorpresas. Leer sus artículos empapa al lector, lo sumerge en un caldo de cultivo de aromas agridulces del que no podría salir nada bueno pero se sale mejor que se ha entrado. Su capacidad de síntesis para analizar la estupidez, el papanatismo, el inconsciente que lleva a los colectivos (no creo que a él le cuadrara el término sociedades) por el camino del caos, en medio de la obstinación por ordenarse y regularse, lo definen: un autor que sabe que casi siempre rema solo y a contracorriente, que es el terror del promotor, del anunciante, por si va a dejarse de hostias y soltar algún improperio.
Cómo le va a joder al tío el día que le pongan la estatua que se merece.
* P.D. Como para contradecir no solo mis hipótesis sino hasta el puro espíritu subyacente en esta reseña, Quim Monzó ha reemprendido sus colaboraciones con el susodicho medio, tras cierta argumentación relacionada con un proceso depresivo. Como soy casi tan tozudo como él, pero mucho más vago, opto por la inserción de esta breve explicación casi sin tener en cuenta si este cambio en la situación va a afectar mis planteamientos. Odio releerme, porque a base de corregir constantemente se hunden mis reseñas, así que alea jacta est.
* P.D. Como para contradecir no solo mis hipótesis sino hasta el puro espíritu subyacente en esta reseña, Quim Monzó ha reemprendido sus colaboraciones con el susodicho medio, tras cierta argumentación relacionada con un proceso depresivo. Como soy casi tan tozudo como él, pero mucho más vago, opto por la inserción de esta breve explicación casi sin tener en cuenta si este cambio en la situación va a afectar mis planteamientos. Odio releerme, porque a base de corregir constantemente se hunden mis reseñas, así que alea jacta est.
Excelente, me gustaría hacer mi pequeño aporte. Un artículo donde se comparte videos y cursos para aprender a leer más rápido. Desde mi punto de vista de mucha ayuda y muy interesante. https://estudianteconstante.com/cursos/desarrollo-personal/leer-mas-rapido-cursos-lectura-rapida/
ResponderEliminarGracias!
Otro oprimidito.
ResponderEliminarOtro oprimidito, y el que hace la reseña, Francesc, dejando su deposición semanal, .otro; así como Marc Peig. Ambos reseñando dos libros en catalán sin traducción en la misma semana que sólo pueden disfrutar....De otro represaliado en La Vanguardia que no ha tenido reinserción no han comentado nunca nada de su obra ensayística. Se podría titular esta página "Un libro al día y un llibre cuando nos apetece"
ResponderEliminarHola, Anónimo.
ResponderEliminarPor alusiones, en mi caso debes referirte al libro "Cabalgar toda la noche". Es algo curioso lo que indicas, pues la portada es de la edición en castellano y en los detalles del libro indico por quién está traducido. Y juro que no me lo he inventado ni he diseñado la portada. Bastante trabajo tengo ya...
Saludos
Marc
Pero Buenas noches !!
ResponderEliminarVaya, lo de oprimidito, viniendo de un simpático anónimo, siempre suena bastante cuqui. Supongo que deben ser anónimos diferentes, los del segundo y tercer comentario. No creo que fuera el anónimo del tercer comentario el mismo que el del segundo, gritando un poco más fuertecito para que le hicieran caso, y ya de paso diciendo esas cosas tan feas de las deposiciones y eso. Pero no creo que este sea el sitio adecuado para tratar el tema de la regularidad intestinal.
La cuestión es que el libro de Monzó sí está publicado en castellano, concretamente por Acantilado href="acantilado.es/catalogo/esplendor-y-gloria-de-la-internacional-papanatas/", pero realmente el título en catalán es realmente ininteligible al traducirlo, comprendo perfectamente que sea difícil ubicarlo y que haya que tirar del translator. Una ayuda siempre viene bien en estas situaciones tan complejas.
Soy la cabra de la portada y hablo catalán en la intimidad. Beeee
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