Año de publicación: 2019
Valoración: Entre está bien y recomendable
Tengo sensaciones contradictorias tras la lectura de "Tiempos recios". Por una parte, una relativa "alegría" tras comprobar que Vargas Llosa sigue siendo capaz de escribir novelas disfrutables; por otra, cierta tristeza tras comprobar que los tiempos de las grandes novelas de Don Mario no volverán (o eso creo). Porque "Tiempos recios" es una novela ágil. solvente y entretenida en las que Vargas Llosa utiliza algunos de los recursos que le dieron fama, aunque sin acercarse a cotas alcanzadas en obras como "La ciudad y los perros" o "La fiesta del chivo".
Precisamente con esta última guarda cierto parentesco, tanto en temática como en personajes. En esta ocasión, nos trasladamos a la Guatemala de la segunda mitad de los 40 y primera mitad de los 50, época de intentos democratizadores por parte de los gobiernos de Arévalo y Árbenz que se vieron torpedeados por los intereses y maniobras de la United Fruit, bananera que hacía y deshacía a su antojo en Centroamérica, y la CIA.
Quizá el punto de partida sea uno de los aspectos más destacados de la novela: el proceso de creación, a partir de una serie de mentiras repetidas de forma machacona y de jugar con los miedos de la población (o como dijo Goebbels, ese demócrata de toda la vida, «una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad») de un estado de opinión contrario a Arévalo y Árbenz, que acabaría con la obligada renuncia de este a la presidencia de la República y la instauración de una serie de juntas militares, a cual más sanguinaria. O como escribió en el año 1928 Edward Bernays, uno de los ideólogos de la campaña anti-Árbenz (es decir, antidemocratización de Guatemala):
La consciente e inteligente manipulación de los hábitos organizados y las opiniones de las masas es un elemento importante de la sociedad democrática. Quienes manipulan este desconocido mecanismo de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder en nuestro país...La inteligente minoría necesita hacer un uso continuo y sistemático de la propaganda.
Una posterior "puesta en situación" acerca de la política guatemaltelca de la época da paso a la novelización de los hechos históricos, los cuales, por otra parte, fueron de lo más novelesco, con conspiraciones internacionales, asesinatos, traiciones, pronunciamientos militares, "líos de faldas", agentes secretos, mentiras.... Vargas Llosa consigue en "Tiempos recios" que la frontera entre realidad y ficción se difumine y lo hace, en buena medida, gracias al manejo de diferentes voces y saltos temporales que tanto éxito le dieran en el pasado. Estos recursos, además, permiten que el texto no sufra apenas altibajos en cuanto a ritmo, tensión e interés y que se lea con cierta facilidad aunque uno no tenga mucha idea de historia guatemalteca y centroamericana.
En el lado menos positivo, diría que esa lectura fácil juega en contra de "Tiempos recios". No es una cuestión de "elitismos" ni nada por el estilo, sino que uno sabe de lo que Vargas Llosa ha sido capaz y tiende a situar ahí, de manera injusta tal vez, el nivel de exigencia. Así, "Tiempos recios" parece demasiado para todos los públicos. Por ejemplo, en su vocabulario, demasiado "monocorde" y lejos de la variedad y riqueza de otras obras, en el tratamiento de los personajes, también excesivamente "planos" si exceptuamos el personaje (clave, por otro lado) de Marta Borrero, o en ciertas reiteraciones y sobreexplicaciones en la parte central del texto.
Resumiendo, una novela que deja en el aire más preguntas que respuestas, centrada en los destinos particulares y su inserción en el curso de la Historia, entretenida y amena, con un buen manejo de los tiempos y la tensión, pero que podría haber sido mejor si Vargas Llosa se hubiera atrevido a asumir más riesgos y hubiese dado una vuelta de tuerca más a los recursos empleados.
Tambiénn de Mario Vargas Llosa en ULAD: La guerra del fin del mundo, Cinco esquinas, La ciudad y los perros, Pantaleón y las visitadoras, Conversación en la Catedral, El sueño del celta, La fiesta del chivo
Tambiénn de Mario Vargas Llosa en ULAD: La guerra del fin del mundo, Cinco esquinas, La ciudad y los perros, Pantaleón y las visitadoras, Conversación en la Catedral, El sueño del celta, La fiesta del chivo
Hola Koldo:
ResponderEliminarCurioso que Vargas Llosa escriba sobre ese periodo de la historia de Guatemala y explique los mecanismos para el control de la opinión pública a través de la mentira, no? Sus intervenciones públicas (y políticas) las hace rodeado de dirigentes políticos que han hecho de la mentira su principal “modus operandi”. No doy nombres porque son conocidos.
En cuanto a la literatura hace rato que Vargas Llosa entregó lo mejor.
Saludos
Ya, eso mismo pensé yo, Gabriel, pero tampoco quería convertir la reseña o sus posibles comentarios en algo puramente político. Abrazo!!
ResponderEliminarUna excelente novela
ResponderEliminarque como dices es una especie de segunda parte
o Fiesta del Chivo low cost.
Pero tampoco nos pongamos estupendos
porque es un libro muy por encima del notable
y muy por encima de lo que se publica y se galardona.
Un abrazo
Yo, como no tengo tantos prejuicios políticos, considero a Vargas Llosa un escritor excepcional y La fiesta del Chivo una de sus mejores obras. Leeré esta novela también, aunque no llegue a ese nivel.
ResponderEliminarYo prejuicios políticos a la hora de leer, ninguno. De hecho, La fiesta del Chivo me parece magnífica y La ciudad y los perros una de las mejores novelas latinoamericanas. Pero esta que reseñamos hoy no llega, ni de lejos, a ese nivel. No es mala novela, pero don Mario ha sido capaz de mucho más.
ResponderEliminarAh, y no a mucho tardar habrá reseña de Los cuadernos de don Rigoberto (a ver qué tal)
Abrazo a los dos y muchas gracias por comentar!!
De acuerdo con la valoración.
ResponderEliminarSi acaso, recuerdo mi desagrado con las descripciones de los “líos de faldas”,
detallados de un modo bastante grosero, pornográfico casi. Y no me desagradó
por cuestión de mojigatería, sino porque me pareció que era un recurso de
“manual” de obligada inclusión en la novela, impropia de don Mario.
Les dejo un enlace de un documental que le pone contexto, rostro y voz a la
trama de la novela (1 de 3):
https://www.youtube.com/watch?v=kIaIe8Nb0So
Hola:
ResponderEliminarVargas Llosa es uno de mis escritores favoritos, separando totalmente el personaje público del escritor.
No he leído gran parte de sus obras, algo de lo que me alegro. Este, en concreto, tampoco.
Personalmente, en las obras más frívolas y ligeras le encuentro sincero, con una voz nada impostada, como si estuviera hecha a su medida. Y de las obras más antiguas, recuerdo con placer el descubrimiento del vocabulario peruano, las piruetas formales y léxicas, una maravilla total, vamos.
Un enorme escritor con gran oficio. Y lo demás, para dar de comer al Hola y similares.
¡Podrían habérmelo regalado en Reyes!
Saludos
Muy interesante el enlace que adjuntas, anónimo! En cuanto a lo que comentas de las descripciones de los "líos de faldas", a mi no me desagradan. Me parece que rompen un poco con el tono "monocorde" del que hablo en la reseña.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que comentas, Lupita, tampoco yo he leído mucho a Don Mario, pero lo que dices de las obras más antiguas es la sensación que guardo de La Ciudad y Los Perros. Siendo como es uno de tus escritores favoritos, seguro que encuentras algo en Tiempos Recios que te deja buen sabor de boca, pero tb creo que las piruetas que aquí encontrarás están muy lejos de las de antaño.
Hala, a seguir leyendo!
Hola de nuevo:
ResponderEliminarKoldo, creo que me lo voy a comprar en cuanto abran las librerías, me apetece mucho.
Curiosamente, a mí no me sorprende nada lo de las faldas, ya que tiene pasajes muy subidos de tono en algunos libros. Uno de sus libros más eróticos, que me he leído 3 ó 4 veces es " Travesuras de la niña mala", que es, directamente, muy guarro y entretenido. No llega a ser un Jaime Bayly, pero es una novela frívola y descocada. Muy amena. Recordemos que de don Mario se ha dicho que no podía tener mujer alrededor que no le tentara.. fue de tía a prima, y decían las malas lenguas que se hubiera atrevido con su hermana..
Esto me ha recordado que soy la única lectora que se ha declarado amiga de la literatura erótica, algo que en ULAD como que..ña.
¡Por favor, qué abran las bibliotecas ya!
Saludos, amigos
Los cuadernos de don Rigoberto, que mencionaba Koldo, también es erótica. No llega al nivel de sus mejores novelas pero está muy bien.
ResponderEliminarCreo que hay que intentar desligarse del tema político cada vez que afrontamos una lectura. Tengo un amigo francés que no lee a Houllebecq por el personaje, no por el escritor.
ResponderEliminarQuiero decir con esto que curiosamente es la cercanía cultural la que nos hace tener prejuicios. Podemos perder grandes obras si, como mi amigo, nos dejamos llevar por ellos. Lo mismo le pasa a muchos españoles con Vargas Llosa.
Me gustó un libro suyo conversacion en la catedral y el diablo en campaña. Creo qué este ultimo era de su hijo Álvaro. Hace mas de treinta años. Gracias koldo. Kempes 19
ResponderEliminarPues yo no lo he podido terminar, y es la primera vez que me pasa después de leer la totalidad de sus novelas, que han ido de más a menos. Parece un libro escrito a dos manos, alguien le escribe la parte histórica y él lo más novelado. Creo que los detalles históricos sobran en gran parte, parecen un relleno, y le restan tensión a la obra. Y, en cuanto a la vena erótica, va incrementándose novela a novela, ya no es un matiz o algo colateral, sino el anzuelo para atrapar al pececillo lector y si no lean "Cinco esquinas". Es ley de vida la pérdida de recursos con el paso del tiempo, pero las últimas obras de Vargas Llosa parecen más destinadas a hacer caja que a mantener la calidad de antaño.
ResponderEliminarQuizá tengas razón, Vicente, y pueda sobrar una parte de la puesta en situación (sobre todo
ResponderEliminarpara alguien no excesivamente interesado en tejemanejes políticos). Lo de la vena erótica lo desconozco porque ya os digo que tampoco he leído demasiado a MVLl (por ejemplo, Conversación en la Catedral no lo he leído), pero a lo mejor se nos está convirtiendo en un "viejo verde".
Eso sí, es innegable que algunas de sus obras están entre lo mejor en castellano de los últimos 50-60 años sería absurdo perdérselo por prejuicios. Lamentablemente, esos tiempos creo que no volverán.
Saludos
En Conversación en La Catedral, lo que hay son líos de pantalones.
EliminarEn los años noventa leí unas cuantas me acompañó en trabajos mauales.. Ganaderos e incluso en la armada. Cuando el estado me regaló unas vacaciones. Buena reseña koldo... Juan viejo
ResponderEliminarSiempre me ha gustado mucho Mario Vargas Llosa. Creía que "Cinco esquinas" iba a ser su última novela. Le he perdido la pista al peruano. "La fiesta del Chivo" y "El Paraíso en la otra esquina" siempre han sido lecturas constantes para mí.
ResponderEliminarEs una gran novela. No es La fiesta o Conversación pero mejor que la gran mayoría de lo que se publica. Sigue siendo complicado juzgar a Vargas Llosa únicamente como escritor
ResponderEliminarHola a todos,
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Tiempos Recios. Por lo bien que escribe Vargas Llosa, porque el tema me va y me interesa, y creo que también ayuda haber leído previamente la Fiesta.
No acabo de entender que se juzguen los libros de VLL tomando como referencia La Ciudad y los Perros o la Fiesta. Habría que juzgarlos "en abosluto" no "en relativo", al menos es lo que creo yo.
He flipado directamente con el tema de "los líos de faldas" (son mínimos, por debajo de la media en VLL) y que contiene demasiados detalles históricos (es que la novela va de esto)
Y, si me permitís, veo ciertas ganas de cargarnos a VLL. Yo creo que su dos últimas novelas, Cinco Esquinas y Tiempos Recios están la mar de bien y mucho mejor que El Sueño o El heroe que quizás son de lo peorcito de su obra.
Saludos a todos y una vez más gracias por vuestra labor
Hola, Gerónimo
ResponderEliminarEn primer lugar, gracias por visitarnos y comentar.
A ver. En mi caso, tb me acerqué a la novela porque el tema me resulta de lo más interesante. En cuanto a la referencia a otros libros de VLL, creo que es inevitable, sobre todo en el caso de La Fiesta del Chivo, por las similitudes con Tiempos Recios. En cuanto a los "líos de faldas" y los detalles históricos (entiendo que te refieres a algún comentario anterior), estoy de acuerdo contigo en lo primero pero no en lo segundo. Creo que, por momentos, la parte histórica se "come" a la ficcional, aunque esto es solo una impresión.
Y, por terminar, no he leído demasiado de VLL y menos aún de la última parte de su obra, pero me da la impresión de que buena parte de esas "ganas de cargarse a VLL" son más por motivos extraliterarios que otra cosa. Eso es algo que yo no termino de entender (ni en un sentido ni en otro), pero allá cada uno.
Perdón por la parrafada
P.S.: A mi, en términos generales, me ha parecido una buena novela, pero tb creo que VLL es capaz de más
Hola Koldo,
ResponderEliminarTe agradezco respuesta
En tu reseña se nota que el libro te ha gustado, o como mínimo es lo que me parece. Pero lo puntúas entre está bien y recomendable. Es lo que me choca un poco.
Y en tu comentario final dices que VLL es capaz de más. Yo no lo tengo tan claro, tiene ya una edad nuestro Mario, pero opino que mantiene un magnífico nivel.
Antes me he olvidado de comentar que ayuda tirar de imágenes de Google y buscar las fotos de los personajes reales. Te mete más en la novela.
Hola Montuenga, que significa que en La Catedral hay "líos de pantalones", que fué lo que no entendí?????
Saludos
Hola Diego. Lo siento pero no te lo puedo explicar aquí porque desvelaría un elemento clave. Tendrias que leer la novela para entenderlo, y es una suerte porque es maravillosa.
ResponderEliminarHola todos. Creo que ésta novela apenas se acerca a la Fiesta del Chivo en su relación geográfica y el periodo de la historia, pero en el relato, el énfasis y la estructura es muy otra. Si acusa bastante levedad en el escritor, como si de un bastón se apoyara para llevar adelante la trama pues le falta vigor en su indagación y se va por el camino fácil. En otro tiempo, el gran escritor hubiese privilegiado la trágica historia del personaje de Arbenz, genuino demócrata quién no sólo fue depuesto, sino borrado de los libros y le habría dado un aura mítica a un propósito genuino de la otra América Latina que nacía. Nuestro brillante escritor está cansado y ya no porta estandarte alguno y su tono épico se echa de menos sin ninguna duda. Él mismo se confiesa derrotado en su entrevista final con la mítica protagonista, amante del pálido dictador guatemalteco.
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