Idioma original: EspañolAño de publicación: 1973
Valoración: Está bien
Quico, un niño de tres años, se siente desplazado tras el nacimiento de su hermanita Cris. Esta premisa es engañosa; aparentemente entrañable, no es más que una excusa para hablar de temas maduros.
Estamos frente a una historia de corte realista, centrada tanto en la psicología de los personajes como en la descripción de las costumbres, los roles familiares y la sociedad de la época. En estas páginas, Delibes retrata la España de los sesenta; una España dividida, desigual e hipócrita.
El príncipe destronado es una novela con un formato colindante al de un texto dramático. La acción se desarrolla casi en su totalidad en un único escenario (la casa de una familia adinerada) y en una cronología lineal (cada capítulo es una hora). Hay muchos diálogos y la mayoría de las situaciones son ilustrativas, en vez de evocadoras.
Estamos frente a una historia de corte realista, centrada tanto en la psicología de los personajes como en la descripción de las costumbres, los roles familiares y la sociedad de la época. En estas páginas, Delibes retrata la España de los sesenta; una España dividida, desigual e hipócrita.
El príncipe destronado es una novela con un formato colindante al de un texto dramático. La acción se desarrolla casi en su totalidad en un único escenario (la casa de una familia adinerada) y en una cronología lineal (cada capítulo es una hora). Hay muchos diálogos y la mayoría de las situaciones son ilustrativas, en vez de evocadoras.
A continuación, querría destacar los aspectos positivos de esta obra. A mi juicio, son los siguientes:
Por otro lado, El príncipe destronado también tiene defectos:
En suma, El príncipe destronado es una novela breve y bastante disfrutable que no renuncia a hacernos pensar. Ganó el premio Cervantes en 1993 y fue adaptada al cine en el año 1977 por el director Antonio Mercero bajo el título de La guerra de papá. En la edición que yo he leído hay unos simpáticos (y prescindibles, por qué negarlo) dibujos que fueron hechos por el hijo del autor cuando tenía cuatro años.
- Se lee en un santiamén, debido a su brevedad y a la amenidad de su prosa.
- Sus ramalazos de humor son absolutamente hilarantes. Pienso especialmente en todos los equívocos que provoca la ingenuidad del protagonista.
- Delibes consigue imprimir verosimilitud a la voz de Quico. No todos los escritores logran hacer creíble a un personaje de esta edad. Además, el autor se mantiene fiel en todo momento al punto de vista elegido. Para ello emplea recursos estilísticos de diversa índole, como la elipsis o la enumeración, que enriquecen la narración.
- Delibes se mueve con soltura en varios registros, incluso en aquellos próximos al lenguaje coloquial o hasta vulgar.
- Algunos de los temas que Delibes aborda tangencialmente en este libro (los claroscuros de la infancia, la superstición, la guerra civil española, la infelicidad conyugal, la infidelidad o el machismo) son presentados desde una perspectiva muy interesante, aunque no se exploren en profundidad.
- Su planteamiento es interesante en un inicio, pero no tarda en desinflarse. A fin de cuentas, detallar los pormenores de un día entero implica que habrá momentos redundantes o poco sustanciosos en lo que se está relatando.
- Delibes nos grita a la cara el porqué del título. Lo podría haber sugerido, en vez de evidenciado. Y, puestos a decirnóslo, con una vez era suficiente. Menos mal que en el manejo de temas no se ha mostrado igual de "sutil".
Otras obras de Miguel Delibes en ULAD: Aquí
Hola, lo que para un uladiano debe ser está bien, para mí debe ser una gozada.
ResponderEliminarDebido a lo exigentes que son con los autores, he disfrutado (en dos años de haber encontrado el blog gracias a Silvia Bardelás) de casi 100 libros, sin decepciones.
El Arpa Birmana
Es, en su modestia (y en mi opinión), una de las mejores obras de Delibes.
ResponderEliminarCiertamente es una novela breve, casi un relato; pero su grandeza consiste en haberse metido en la mente de un niño de 3 años, y recoger narrativamente todas las vivencias que pasan por él en un solo día.
Desmiente la idea idílica de que la infancia es una etapa dorada y feliz, porque el niño, pese a su muy corta edad, pasa momentos de miedo, de zozobra, de abatimiento...
Lo que para los adultos tiene un significado, para el niño es a menudo otra cosa muy distinta.
En cuanto a su adaptación al cine, recuerdo haber visto esa película hace bastantes años (antes de leer la novela), y desde luego la película no recoge en absoluto la esencia del libro. Era difícil o imposible, porque una cámara no puede retratar la percepción del mundo por un niño de 3 años, ya que la fotografía y el cine se limitan a captar imágenes o secuencias sin tamizarlas por el filtro mental de quien las percibe.
Recuerdo que la película pone gran énfasis en el carácter autoritario del padre del niño, quien tuvo un relevante papel en el bando franquista durante la guerra civil y guarda una pistola con la que el niño llega a jugar. Por eso la película se tituló "La guerra de papá".
Pero este maniqueísmo ideológico (la película se rodó en la Transición) tiene en la novela un papel muy secundario, pues -como digo- la esencia del libro es un día vivido en la mente de un niño de 3 años, reflejado desde su percepción infantil.
A menudo la mejor obra de un escritor no es la más conocida o celebrada, y eso ocurre con "El príncipe destronado".
Magnífico comentario, Sandra.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que esta novela, pese a su supuesta modestia, oculta grandes hallazgos. La capacidad de Delibes por ceñirse al punto de vista de Quico es, sin lugar a dudas, magistral. No es menos sorprendente su imaginación, capaz de conjurar todos los actos y pensamientos del chiquillo.
Sin embargo, considero a "El príncipe destronado" un ejercicio de estilo algo irregular; un enfoque narrativo más convencional hubiera logrado pulir reiteraciones varias y algún capítulo más flojillo.
Aprovecho para indicar que en el libro, igual que en la película, se intuye también cierto maniqueísmo al barajar el tema de la guerra civil o el personaje del padre. Pero bueno, no se puede exigir un tratamiento muy profundo a este aspecto, dado el sesgo del punto de vista y la brevedad de la obra.
Delibes era tan machadianamente bueno y tan modesto que algunos todavía creen que era un novelista mediocre o vulgar. Era un hombre tranquilo, que se dedicaba a escribir, a su familia, a cazar perdices, vivía en provincias y no era predicador de ningún credo. El príncipe destronado es una historia de mayores vista y contada con los ojos y el entendimiento de un niño. Se necesita mucha pericia literaria y mucha sensibilidad para conseguir esto. Como muy bien dice Sandra, la adaptación de Mercero, con Héctor Alterio como padre, es mediocre y maniquea; la novela es mucho mejor, sin ser de lo mejor de Delibes. Lo mejor de Delibes es extraordinario: por su pureza literaria y su interés social, recreando un mundo pequeñoburgués y campesino castellano que ya se ha ido. Basta con leer Cinco horas con Mario, la mortaja o El camino para darse cuenta de la categoría literaria y ética de este excelente escritor.
ResponderEliminarTodo lo de delibes me encanta pero hay títulos que he leído con más satisfacción que este. Juan viejo
ResponderEliminarVeo que los dos últimos anónimos comparten mi punto de vista: "El príncipe destronado" es una buena novela, pero no refleja al mejor Delibes.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Oriol y comentarios anteriores el gran delibes se mamifiesta en otras novelas las ratas. El hereje aquellos de jornadas en el campo... Es una opinión humilde opinión desde un pueblo de la Castilla la vieja profunda. Gracias por el blog Hormias
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarHace años tuve que dar unas charlas sobre Delibes y obviamente le estudié a fondo, como escritor y como persona. La mirada que tiene sobre la infancia, patria de toda la humanidad según él, sobrevuelan toda su obra.
Coincido con vosotros, esta obra no es de las mejores, pero sigue siendo deliciosa.
Pero..es mi escritor favorito, qué voy a decir.
Saludos