Idioma original: inglés
Título original: Anya's Ghost
Año de publicación: 2011
Traducción: Arnau París Rousset
Valoración: entre recomendable (para jóvenes) y está bien (para los demás)
¿Cómo estamos, muchachada? ¿Cómo van los estudios? Bueno, no hace falta que estéis todo el día empollando, pero tampoco va a ser todo guateques, jugar al tenis de mesa y pasearos en mobylette, ¿no, chavales? Dejad algún ratillo para cultivar la mente, y echad un vistazo a las recomendaciones que hacemos en Un Libro AL Día aptas para el público juvenil: novelas de aventuras, historias de Los cinco, clásicos adaptados al lenguaje de los tiempos... ¡Toda una oferta de ocio y ameno conocimiento que vosotras y vosotros, guayabitas y pollastres, no podéis rechazar!
Bueno, vale, lo sé... así no vamos a conseguir que la juventú se interese por la lectura o siquiera por darse una vuelta por el blog, a ver si les llama la atención algo. Es cierto que quienes lo hacemos estamos ya, como diría campechanamente el rey emérito, cerca del pasar por el taller (no todos, empero), unos por nuestra avanzada edad y los más por causa de la mala vida que han llevado, pero aún así, algo podremos hacer para que la chavalada no pase todo el tiempo jugando al Fortnite, cotilleando por Instagram u oyendo K-Pop en el smartphone, digo yo... Pues por ejemplo, se me ocurre, mostrándoles que hay libros como este El fantasma de Anya, una novela gráfica para jóvenes, por no decir un cómic de los de toda la vida... (a no ser que reservemos el término para los superhéroes en cualquiera de sus modalidades... que tampoco).
Para empezar, casi todos los personajes de la historia, salvo dos o tres bastante secundarios, son adolescentes, con la problemática, la forma de relacionarse y hasta de ver las cosas de los adolescentes. La protagonista, Anya, es una chica norteamericana de origen ruso -y apellido complicadísimo- que estudia en una escuela privada de medio pelo, donde no se siente para nada integrada: tan sólo mantiene una cierta amistad con otra chica no demasiado popular, Shioban, mientras que le gusta -cómo no-, el apuesto capitán del equipo de baloncesto, Sean, que a su vez sale con la perfectísima Elizabeth... vamos, todo un drama digno de una serie de Disney. El caso es que un día, mientras, atravesando un parque camino de su casa, divaga acerca de sus acuciantes problemas -entre los que ocupa un lugar no menor la relación con su propio cuerpo-, Anya pierde el pie y cae en un profundo agujero, una sima, en el fondo de la cual encuentra, intacto desde 90 años atrás, un esqueleto.
Esto, lógicamente, le daría miedito a cualquiera, pero más aún porque el esqueleto lleva aparejado un fantasma, el de una chica de su misma edad llamada Emily, con quien Anya, pese a sus reticencias iniciales (comprensibles, hay que decir), comienza una relación de amistad ventajosa para ambas. Bueno, no contaré más; sólo que cuando la cosa comienza a ponerse un poco pastelona, la historia, por suerte, da un giro hacia el "territorio King" (y ahora no me refiero, claro está, ni al campechano ni al Preparao, sino al auténtico Rey del Terror), lo que permite que la narración no se estanque e incluso le concede visos más interesantes que la temática puramente teen. Es decir, que aunque me parece una novela gráfica o cómic especialmente aconsejable para los adelescentes, es perfectamente disfrutable por adultos o por jóvenes que tengan inquietudes culturales más allá de los productos ad hoc que parecen destinados para ellos. Ayuda también, hay que decirlo, la excelente factura gráfica del libro. Vamos, que Vera Brosgol dibuja y compone sus viñetas de maravilla.
Así que ya sabéis, chavalada: si alguna de vosotras o vosotros cae en este inconmensurable blog, aunque sea buscando un resumen de un libro para fusilarlo en un trabajo de Lengua (que ya sabemos que El Rincón del Vago está muy visto), acordaos de echarle un vistazo a libros como éste, que igual os gusta y todo... Que hasta del Fortnite, se acaba cansando uno, ya lo veréis.
ResponderEliminarHola, Juan:
Lo primero, como madre empeñada en que siga la chavalería con el hábito lector, tengo que agradecerte la reseña, pues el panorama yotubero- pornoromántico adolescente no ayuda mucho a encontrar lecturas recomendables. Además, el camino con el que he acertado es el cómic, o novela gráfica (para gustos..), hasta tal punto que he conseguido que se lea a Taniguchi sin tirármelo a la cara..
Pero, por otro lado, no puedo evitar recordar la frase de mi hija del otro día :"pues no va el profe, y haciéndose el moderno nos habla de youtubers, de unos que no ven ya ni los viejos de 20 años..eran al menos de hace 3 meses" Esa sensación de estar pasada de fecha me da entre malestar y risa, pero vamos, que el convivir con adolescentes hace que no te duermas.
Muchísimas gracias por reseñar lecturas juveniles. Son cosas como estas y prohibirle a mi hija ir a ver After al cine las que me alegran un poco más el día a día.
Saludos
Hola Lupita:
ResponderEliminarPues yo creo que este cómic es justamente de lo más adecuado para que lo lean los y sobre todo las adolescentes (por lo menos doy fe de que a una le ha gustado). Otra cosa es que si se lo recomiendan sus padres /madres o profesores vayan a reconocer que les gusta... Por cierto, ¿qué es eso de After? Yo, ni idea...
Un saludo y como siempre, gracias pir tu comentario.
Hola de nuevo, y gracias a ti:
ResponderEliminarComienzo por la última pregunta. After es la película que se ha estrenado esta semana basada en una trilogía de Ana Todd, que es considerada un fenómeno de "wattpad" Es una trilogía romántica subida de tono (muy subida,)que adolece de lo que muchas obras de este tipo. Literariamente no merece la pena, pero lo peor es que, nuevamente, la chica es un ser virginal y puro que lo entrega todo por amor y es engañada por un mastuerzo, al que acabará o perdonando o intentando cambiar. Vamos, muy recomendable para cualquier tesis sobre relaciones tóxicas.
Y sobre lo otro, yo no recomiendo nada en casa. El sistema es el siguiente: antes de dormir o en los ratos libres, necesitan leer, y se quejan de que no les gusta nada..lo típico. Por ello, yo suelo traer libros de la biblioteca y se los dejo en la mesilla. A veces gustan, a veces no.. pero yo ofrezco. Y suele funcionar. Unos amigos jugaban con sus hijos pequeños a hacer una biblioteca en casa, ponían cojines y cajas con ruedas con libros. Todos son grandes lectores. Lo que no funciona es hablar de lo que uno leía a su edad, dar charlas ni recomendar. Tienes toda la razón.
Y de vez en cuando funciona lo de "tú no leas esto, eres muy pequeña, no lo vas a entender"
Ah, y no me queda otra que darles la razón. Los libros obligatorios de la ESO suelen ser anticuados y aburridos para ellos.
Saludos