Idioma original: Italiano
Título original: Il
mare colore del vino
Año de
publicación: 1973
Traducción: Juan
Manuel Salmerón Arcona
Valoración: Muy
recomendable
¿Por qué nos gusta
tanto Sciascia? Repaso las entradas que este blog dedica al escritor siciliano y encuentro hasta
una decena, cargadas de elogios, reconocimiento de bondades y entusiasta recomendación.
Y desde luego no seré yo quien vaya a desmarcarse de esta respetabilísima
tradición. Pero, ¿por qué nos gusta tanto Sciascia? Podría irme por los cerros
de Úbeda y soltar alguna ocurrencia del tipo por que todos los mediterráneos
somos sicilianos. Proclives a buscar refugio en una sombra y verlas pasar, bla
bla bla…
Pero no. Hay algo
más hondo. Más sustancial. Los libros de Leonardo Sciascia (1921 / 1989) cuentan,
casi exclusivamente, historias sicilianas y para nuestro autor Sicilia era una excelente
unidad de medida de lo universal. Sin ápice de ombliguismo ni asomo de aldeanismo.
Pero lo que ciertamente fascina de Sciascia es el rigor, la pulcritud de los
argumentos, la exigencia a motivos y razones, la capacidad para pensar, para desnudar
y (re)vestir ideas, comportamientos, actos y roles. O sea, para desmenuzar la
condición humana con lucidez y agudeza. Por eso (creo) nos gusta tanto, y nos
da lo mismo acabar de leer sus libros sin saber quién ha dado la orden, quién
puso su pulgar hacia abajo, por que eso –como buenos sicilianos- no hace falta
que nos lo cuenten, ya lo sabemos, estamos debajo de la sombra viéndolas pasar….
Lo que interesa es cómo sobrevivimos o cómo –casi siempre- somos manejados, dominados,
toreados. Sometidos. Casi siempre.
El libro recoge
trece relatos publicados en revistas y publicaciones varias entre 1959 y 1972. Destaca,
por supuesto, la proverbial contención del autor; si el asunto puede ser bien contado
en diez páginas, no son necesarias ni doce ni once. De los relatos aquí
reunidos me parecen magníficos el que da título al libro, en el que un
ingeniero peninsular emprende viaje en tren de Roma a Sicilia donde coincide en
el compartimento con una familia siciliana –amor a dentelladas- que le dan un
trayecto del que no conseguimos saber si le resulta sublime o terrorífico, o ambas
cosas a la vez; la ironía resplandece con el mismo brillo que el sol del
amanecer sobre el Jónico cuando el tren reinicia su andadura por el lado
insular del estrecho de Messina.
En La retirada se
pone a prueba el dogmatismo y la fe de aquellos militantes comunistas que recriminaban
a sus esposas la devoción en santos milagreros y vírgenes protectoras mientras
caían en la misma fantasía aunque su ídolo fuese un orondo y bigotudo soviético.
En Un caso de conciencia vuelve a aflorar ese empacho de narcisismo y temerosa vergüenza al
que dirán revestido de honor que tanto impregna y motiva al macho siciliano y a
ese escozor que se percibe en la frente cuando surgen los cuernos, y que es uno
de los grandes asuntos de la literatura del país. Y aquí es imposible no acordarse de los textos que componen el Tríptico siciliano de Vitalino Brancatti, uno
de los referentes fundamentales en la formación como escritor de Leonardo Sciascia.
Otros relatos,
como Juicio por violación o Eufrosina o El largo viaje, desprenden un aire como
de crónica social, de retrato de un tiempo desde una cercanía sentimental que,
aún así, prescinde por completo de la autoindulgencia que les haría caer de
cabeza en el costumbrismo. Algunos, en fin, son un ejercicio divertido y
sagaz de sacar punta a la relación entre los poderosos y las gentes de a pie,
como en Reciprocidad, Western de “Cosa Nostra” o Giufà, donde la asimetría del
trato entre los encaramados a la cúspide social y los que deambulamos por su base
no deja de ser una arbitraria distinción frente a la simetría en la capacidad
de pensar y desenvolvernos que a todos nos es propia y que convierte a quienes
pululan por estos relatos en personajes de la negra comedia de la vida bajo el inclemente
sol mediterráneo. Por eso siempre hay que volver a Sicilia. Y releer a Sciascia.
Otros títulos de Leonardo Sciascia en ULAD: El caballero y la muerte, Muerte del inquisidor, El archivo de Egipto, Los apuñaladores, Una historia sencilla, Los tíos de Sicilia, Puertas abiertas, Actas relativas a la muerte de Raymond Roussel.
Y sobre Leonardo Sciascia: El maestro de Regalpettra, de Matteo Collura.
Gran reseña de un grandísimo autor, compañero. Y sí, nos gusta Sciascia justamente por lo que tu comentas...
ResponderEliminarHola Carlos, tu reseña me ha dado ganas de leer a Sciascia. Que libro me recomiendas para comenzar?
ResponderEliminarGracias
Hola Gabriel, en mi opinión nada de él tiene desperdicio y creo que me he leído todo lo que hay traducido al castellano por qué me fascina. Quizás yo te propondría "La noche de la lechuza" o también estos relatos breves editados junto a "El mar color de vino". O también "A cada uno lo suyo" o quizás... de verdad, cualquier título es bueno para hincarle el diente. ¿Verdad, Juan?
ResponderEliminarPues si se me permite meter baxa, yo diría que empezar por algún libro de telatos, como éste o "Los tíos de Sicilia" es perfecto. O si no, alguna de sus primeras novelas, con trasfondo mafioso: "El día de la lechuza" o "A cada cual lo suyo"...
EliminarSaludos a los dos!
Pasar hoy por ULAD me alegró el día más que de costumbre. Es que soy de esos fanáticos de Sciascia que se han leído todo lo traducido al español de este inconmensurable artista. En especial, lo publicado en la colección Andanzas de Tusquets, y algún otro hallazgo, como el Concejo de Egipto, editado por Bruguera.
ResponderEliminarPor qué amamos tanto a Sciascia? A tus múltiples respuestas, Carlos, con las cuales concuerdo, resaltaría una fundamental: por su Etica. Retrata tu aldea y retratarás al mundo. Y Sicilia es nuestro mundo en pequeño, con sus esplendores y miserias, sus glorias y fracasos. Todo lo pinta Sciascia con la humildad de los grandes.
Toda su obra es magnífica. El relato del tren es una maravilla, aunque yo prefiero sus novelas. Puertas abiertas, Todo modo, A cada cual lo suyo, El caballero y la muerte. O incluso, entre los últimos publicados por Tusquets, La desaparición de Majorana o La muerte del inquisidor.
Qué bella manera de terminar un domingo lluvioso!
PD: Y como bien sabe Juan, si luego de haber leído toda la obra de Sciascia te quedas con síndrome de abstinencia, allí está Camilleri para mitigarlo.
ResponderEliminarPD2: Veo Carlos que utilizas la frase "irse por los cerros de Ubeda". Curiosamente, en Argentina se utilza algo diferente, "irse por las nubes de Ubeda". Frase que popularizó un senador nacional hace más de 30 años, en un debate televisivo con el entonces canciller por el conflicto con Chile por el Canal de Beagle.
ResponderEliminarEstimado Puma, concuerdo por supuesto en el adjetivo magnífica para valorar la obra de Sciascia. A diferencia de Italia o Francia, en castellano no están disponibles sus Obras Completas, aunque la gran mayoría de sus libros -sea en México, Argentina o España- sí están traducidos; yo he llegado a leer en italiano -sin tener ni idea- "La corda pazza" o "Occhio di capra" y, claro, de mucho no me enteré pese a las clases de latín del Instituto. Pero el primer libro de él que cayó en mis manos, y me mantengo enganchado desde entonces, fue "Negro sobre negro", una recopilación de artículos y pequeños ensayos donde ya está lo que tu bien destacas, la Ética de Leonardo Sciascia. Y disculpas, se me fue la pinza y menos mal que Juan me corrigió: "Il giorno della civetta" es, efectivamente, "El día de la lechuza" y no la noche, en la que como todos sabemos en Úbeda, en Racalmuto o en cualquier otro lugar, todos los gatos son pardos... Un abrazo a toda la extensa fraternidad sciasciana.
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarSupongo que ai digo que no le conozco tengo punto negativo de ULAD...
Me pondré manos a la obra. XD
Saludos
No tienes puntos negativos, pero sí que te hemos apuntado en cierta lista...de momento a lápiz, eso sí ; )
EliminarQuitadme de la lista, que esta noche empiezo "El caballero y la muerte"..vaya vicio que nos metéis
EliminarSaludos
Creo haberlo mencionado en otra entrada, pero no está de más repetirlo. Hay un libro de relatos llamado "Adorable Stendhal", en donde Sciascia recrea una larga estadía en Sicilia del autor de "Rojo y negro". No tiene desperdicio.
ResponderEliminarA cada uno lo suyo y el dia de la lechuza, dos novelones.
ResponderEliminarPor ese mismo empecé yo, Lupita. Hará casi 30 años.
ResponderEliminarEl título refiere a una pintura de Durero, y si mal no recuerdo, fue escrito por un Sciascia casi moribundo. Gran obra! Fue el inicio de una maravillosa aventura, que aún no terminó.
Yo tampoco había leído a Sciascia y sintiendo yo también la presión de aparecer en la lista negra, he dado cuenta en dos días de "A cada cual, lo suyo" (bueno no solo ha sido el miedo, es que es un libro muy cortito). Cortito y brutal, ese ambiente tan buen rollero que se respira en la superficie de la historia, pero que en el fondo existen unos códigos que todos los del pueblo intuyen y callan, me ha dejado bastante impresionado. Está claro que repetiré con este autor. Gracias como siempre por vuestros consejos. Saludos!
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