Año de publicación: 2017
Valoración: muy recomendable
Ya sé. Este blog se llama Un Libro Al Día. Pero no es la primera vez que reseñamos una publicación que validamos por su valor literario. Este es un caso, como lo era Orsai (ahora renacida, por cierto) en su momento.
Ya sé, también. Me pongo muy pesado con Bolaño. Podría ser peor: de hecho, esta ha sido, muy oportunamente en cuanto a su publicación, mi elección entre una terna de productos literarios dedicados a su obra, sin descartar que futuros acontecimientos me apremien a recurrir a cualquiera de los otros dos. Bolaño ha representado, incluso lustros tras su desaparición, el estímulo más poderoso, la patada en el culo más eficaz para refrescar la narrativa que el final del boom había dejado en un estado semi-letárgico. Que sí, que hubo autores destacables en ese período, que si, pero ya sabemos, Bolaño volvió a encender los focos, y ese sótano pasó a ser una cava.
Los desiertos de Sonora es un especial dedicado por Altaïr, aguerrida revista en ese territorio colindante en el reportaje de viajes y la crónica, a esos desiertos que constituyen presencia central en Los detectives salvajes y sombra amenazadora en 2666. Esos en los que se ubica Santa Teresa y esos en que los detectives buscan entre anécdotas a Cesárea Tinajero. Pero no es una revista homenaje ni pretende serlo. No es un complemento sino un artefacto literario que se sustenta por sí solo. Quede claro que la reacción normal sea echarse sobre las páginas de la obra maestra del chileno nada más acabarlo, pero no se trata solamente de eso. Se trata de ese concepto empresarial tan aborrecible de la sinergia. Revistas como la que tengo entre manos se convierten instantáneamente en objeto de deseo al que se busca ubicación preferente en los estantes, porque su vocación es esa, la del viaje constante donde su simple hojeo resulta excitante. El objeto es un puro fetiche.
Hay artículos inspirados en la lectura de la obra del chileno y hay abundante material gráfico. Hay un desplegable del Atlas de los Desiertos, de Montané, que sirvió (Bolaño no pisó JAMÁS esas tierras) de inspiración para el desarrollo de los fragmentos que se ubicaban allí. Hay textos (muchos de ellos inéditos) del séquito bolañiano en términos reales o mentales (Fresán, Villoro, Carrión - echo de menos a Vila-Matas o a Cercas o a Pron, pero eso sería ya demasiado), de escritores obviamente admiradores, más escorados a la crónica o más hacia la tonalidad poética. No hay pega posible cuando el texto, encima, se complementa con unos códigos QPR que remiten a material gráfico adicional (vídeos de entrevistas con los colaboradores), y que convierten este colosal y ejemplar trabajo en una tentación a la que resulta imposible resistirse.
Ya sé: esto no es un libro y la reseña me ha salido que parece un publireportaje. Pero haced la prueba. Tanta revista literaria que trata por igual a Dan Brown y a Cartarescu. Probad con esta. Tenedla en las manos. A ver cómo os lo montáis para dejarla ahí.
Hola Francesc,
ResponderEliminarMe quedé helado cuando leí en tu reseña que Bolaño no pisó jamás los desiertos que tan bien describe en "Los detectives salvajes".....tal vez fue mayor la sorpresa porque ayer terminé de leer el libro. Realmente es un escritor muy talentoso....y hablo en presente porque creo que su obra perdura.
Saludos
Excelente abrir las reseñas a revistas, interesantes, y obra gráfica. ¿Y los libros ilustrados, interesantes, para niños pequeños y niños grandes?. Hace años que no compro Altaïr, porque viajo poco y tengo poco tiempo para todo lo que quiero leer, muchas revistas también con contenido de lo más variopinto: me apuntaré este jugoso y curioso ejemplar. Saludos.
ResponderEliminarGracias por los comentarios: todo un caramelo esta revista.
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