Idioma original: inglés
Título original: Rivethead: Tales from theAssembly Line
Traducción: Lucía Barahona
Año de publicación: 1.998
Valoración: Muy recomendable
Título original: Rivethead: Tales from theAssembly Line
Traducción: Lucía Barahona
Año de publicación: 1.998
Valoración: Muy recomendable
Para los que no lo conozcan, Ben Hamper es un icono de las letras
en la reciente literatura norteamericana. Desciende de una dinastía de
trabajadores de la General Motors. Su padre, su abuelo y él mismo trabajaron
durante más de 30 años en la producción de automóviles en la creciente industria
norteamericana del siglo XX. Una dinastía de ratas de fábrica, según el propio
Hamper. Antes de la llegada a la fama a través del presente libro, Hamper tenía
una columna muy leída en La voz de Flint,
que era editada por Michael Moore, con el que tuvo muy buena relación, siendo el
que prologa esta edición, donde se dieron a conocer sus historias en la cadena
a través del personaje Cabeza de remache.
A través de una narración sencilla y sin florituras, nos acerca a la
problemática del obrero: la tiranía del reloj que les impide salir escopeteados
al bar más cercano, la relación directamente proporcional entre los trabajadores
de las fábricas con la cerveza, las resacas y el alcoholismo de los propios
trabajadores, que están presentes día sí y día también. Todo narrado en el
estilo característico que nos recuerda a Bukowski, a John Fante, a Hunter S.
Thompson, y a toda la crew del realismo sucio.
Ben Hamper nos mete de lleno en la cadena de montaje; el olor a
sudor, el aire asfixiante, la repetición de la repetición, la camaradería de los
trabajadores, la verdadera libertad que da el dinero fácil y la vida sencilla de
necesidades del alcohólico. Y no solo eso, además de la cadena, destripa su
vida de obrero, las broncas con su pareja y el jefe, las anécdotas de los
compañeros de trabajo cuando salen dispuestos a beberse una piscina, las
intentonas de Ben y sus colegas de formar una banda de rock.
Las ganas de huir se leen entre líneas, su frustración al hacer un
trabajo repetitivo, repitiendo los trabajos de sus progenitores y sus repetidos
destinos. Pero todo ello desde la fortaleza del trabajador incansable capaz de
aguantar horas y horas a destajo, que se emborracha con cerveza barata para no
perder la cabeza.
El estilo de Hamper es directo, mordaz y, sobre todo, veraz. No narra
sus penurias y su destino truncado con ningún atisbo de pena, sino con el
orgullo obrero por delante, como si su vida fuera la mejor de las vidas
posibles. Una tragicomedia moderna, entre restos de aceite entre las manos y
parachoques. Un canto a la vida obrera, perra, mal pagada y de la que solo te
queda el recuerdo del dolor de costillas de cargar todo el día con la maldita
pistola remachadora.
Firmado: Guzmán García
El libro favorito de pablo iglesias jejejeej
ResponderEliminarY el mío también
EliminarYo casi que me lo voy a leer, antes de comentar tonterías. Gracias por la recomendación y la reseña.
ResponderEliminarhttp://www.divinity.es/actualidad/Pablo-Iglesias-Podemos-compro-Alcampo_0_1801800486.html
ResponderEliminarDon Enrique Hormigos.
ZAS.
Ja, ja! Muy merecido! Mis disculpas ;)
ResponderEliminarYa que estamos, señalar que en la revista Divinity transcribieron mal el nombre de ecritor (o lo hizo Pablo Iglesias): es Hamper, no Harper.
ResponderEliminarNo se puede pedir peras al olmo! Jajaja
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