Título original: Germà de gel
Año de publicación: 2015
Valoración: recomendable
Muy cabreado: con tanto escritor atolondrado que entiende que reverenciar a Proust consiste en escribir cuarenta y ocho páginas sobre reventarse una espinilla frente a un espejo a las once y media de la noche. O con esos que aturden con referencias constantes sacando pecho no solo de leer o escuchar, sino de asimilar y comprender a los iconos de la cultura actual. Cabreado porque no haya más que sean capaces de hacer algo sencillo como Alicia Kopf en esta novela, o crónica, o diario, o lo que sea.
Con lo de sencillo, por cierto, estoy siendo algo irónico. Porque hay mucho escritor que parte de planteamientos más ostentosos y más ambiciosos al ponerse a escribir. Quizás no haya que complicarse tanto la vida.
Germà de Gel tiene tres partes: las primeras dos se cruzan y hasta se interfieren o se enturbian, pero resulta curioso cómo siempre el encaje de una en la otra es cómodo y casi esperado. Por una parte el relato de K, narradora, bildungsroman sobre sus relaciones familiares. Con unos padres que se separan, con un hermano, M, autista, ese hermano de hielo que aporta el título y, en muchos momentos, la referencia más clara de M. Pero este no es un libro sobre trastornos: importante saber que Kopf diluye bien rápido cualquier sensación de que éste sea un libro para organizar una telemaratón. La presencia del hermano y su condición no protagoniza esta novela. Flota en el ambiente y le da un empujón a su sentido, pero este no es para nada un libro en el que se retoza en ello (dejemos eso para, erm, Albert Espinosa).
Por la otra parte, una serie de artículos ambientados en las expediciones a los casquetes polares: Scott, Amundsen, Shackleton, los tipos de nieve, las condiciones de la vida extrema, la locura intrínseca de esos viajes. Explicado todo ello con una pasión gélida, como enumerando pros y contras y compensaciones a pagar. Y esa evocación del aventurero frente a la extensión blanca toma cuerpo y nos fascina. No vemos una parte sin la otra.
La vida de K, sus experiencias de joven a la búsqueda de su futuro, justo terminando sus estudios de Bellas Artes, lamentándose de que muchos de sus compañeros de estudios acabarán sirviendo copas o de vigilantes en la sala de un museo, o quejándose de que tenga que crear obras que solo podrá adquirir la clase alta, a la par que su vida transcurre entre pisos de estudiantes, viajes al extranjero, precariedad real y no impostada y una cierta actitud contemplativa: nuevas parejas de los padres, amoríos pasajeros, incerteza vital. Y ese terreno, el de la denuncia social y el de qué mal lo tenemos los jóvenes y qué jodido está todo, también consigue evitarlo.
La tercera parte integra los dos escenarios. La fascinación la lleva a viajar a Islandia, y esa crónica es a la vez alejamiento y descompresión. Quizás el punto más débil del libro, pues aquí ya comprendemos que la narración va a ser única y lineal. El lector echará de menos esos fascinantes vaivenes, pero todo acaba cuadrando.
Kopf ha escrito una novela diferente y nada arquetípica. Que resiste relectura y hasta con un curioso espíritu consultivo. Mientras algunos compañeros de edad (que no de generación, la autora parece un elemento discordante) prefieren emperrarse en epatar con estilos y referencias, Kopf ha arriesgado. Cosa que por mi parte, de momento, voy a celebrar.
La tercera parte integra los dos escenarios. La fascinación la lleva a viajar a Islandia, y esa crónica es a la vez alejamiento y descompresión. Quizás el punto más débil del libro, pues aquí ya comprendemos que la narración va a ser única y lineal. El lector echará de menos esos fascinantes vaivenes, pero todo acaba cuadrando.
Kopf ha escrito una novela diferente y nada arquetípica. Que resiste relectura y hasta con un curioso espíritu consultivo. Mientras algunos compañeros de edad (que no de generación, la autora parece un elemento discordante) prefieren emperrarse en epatar con estilos y referencias, Kopf ha arriesgado. Cosa que por mi parte, de momento, voy a celebrar.
No me puedo creer que os haya gustado esto... esta... cosa soporífera y toda copiada de la Wikipedia, que no sé ni cómo llamarla, y que es evidente que si está teniendo tanto éxito es por la labor de los amiguitos de la niña, su físico fotogénico y tejemanejes/intereses varios de libreros y editores. Que Vila Matas haya dicho de esta basura que "habría cambiado el rumbo literario en cualquier otro país", es para tirarse por un puente cuanto menos. En serio, es que no me puedo creer que hayáis sido tan benévolos con esta estafa. ¿O es que habéis recibido algo a cambio vosotros también?
ResponderEliminarLibro infumable
ResponderEliminarImperdonable que recomendéis esta basura llevados por las modas y hayáis puesto a caldo libros que no se lo merecían. Dejo de seguiros, un saludo.
ResponderEliminarHombre Erik:
ResponderEliminarYo no he leído el libro, pero... ¡concédenos una segunda oportunidad!
En fin, parece que con este libro no hay término medio.
Un saludo
Buenas, y gracias por los comentarios.
ResponderEliminarPues uno lee un libro y en menos de una semana está escribiendo sobre sus sensaciones al leerlo. Gratis. Sin modas, sin comisiones de editoriales, sin cenas con editores y/o autores. Por cierto, el comentario sobre el "físico fotogénico" ya sabemos lo que anda rozando. A pesar de lo cual, un "recomendable" es eso y nada más que eso. Lo que dijo Vila-Matas sobre ella, pues yo lo veo exagerado, y el "hype", pues ya sabemos, acaba volviéndose contra los libros de una forma cruel, ya veo que hasta contra quienes, más o menos, lo defienden...No cambiará el curso de la literatura, cómo va a cambiarlo. Pero esas decisiones tan radicales. Espero que hayáis leído el libro todos los que estáis siendo tan tajantes. Y que reconsideréis ese severo castigo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo he leído (y reseñado el libro; si sabéis catalán podéis leerlo en mi blog) y coincido con los tres comentarios de vuestros lectores. No me explico ni los premios ni las buenas "críticas" que ha recibido el libro (incluyendo ésta, aunque no es, ni de lejos, de las que más descolocada me ha dejado --aunque a lo mejor es que a estas alturas ya estoy curada de espantos.)
ResponderEliminarBuenas, aunque ya hace tiempo de la publicación de esta reseña, la he encontrado vagando de nuevo por el blog y he decidido comentar por si a algún futuro lector le sirve lo que voy a decir.
ResponderEliminarNo he leído este libro, pero Alicia Kopf vino a hablarnos a los alumnos de Bellas Artes. La escritora fue convocada por la facultad para hacer un seminario. Al parecer, su obsesión por los polos y las expediciones que tan bien refleja la reseña (y, deduzco, la novela) la ha movido a hacer un proyecto multidisciplinar al respecto. Tiene vídeo (apropiacionismo, si no recuerdo mal), dibujo, creo recordar que cartografía y, por supuesto, este libro.
¡Un saludo!
Ejem. No voy a hablar de lo que pasó con esta reseña. Iba a ser una reseña + entrevista y no lo fue. Y hasta ahí puedo leer.
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