Año de publicación: 2015
Valoración: muy recomendable para iniciados, bastante recomendable para público general
Como escribí en mi primera reseña de Pron, mi primer impulso de acercamiento a este escritor argentino surgió de las frecuentes menciones a Bolaño relacionadas con su obra. No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles (en adelante, NDTL) es, o al menos esto ha apreciado por encima de todo el que esto escribe, un homenaje en toda regla al escritor chileno. Lo cual no ha de constituir una recriminación en modo alguno. Que novelas brillantes como ésta le tomen como referencia o inspiración solamente es un acto de justicia.
La estructura de carrusel de testimonios de su parte central, la temática centroeuropea, el jugueteo con escritores reales e inventados, con personajes de otras novelas, la mención fugaz a aviones que escriben textos. Puntos que remiten a todo el universo contextual del chileno, pero que aportan indicios de que Patricio Pron ya anda edificando el suyo.
Pron, por eso, ha sido muy inteligente para crear ese armazón y decorarlo según su propio criterio, y ahí ya luce su propia personalidad. Un escritor inquieto, prolífico, esencia de esa multiculturalidad signo de los tiempos, escritor de títulos largos y ambiciones anchas al que, quizás, pero a esto me ayuda algo conocer su dinamismo y su profusión en las redes sociales, solo podría achacarse cierta tendencia a ese concepto endogámico del escritor para escritores, con lo que Pron restringe (saldré de dudas preguntándole) su público potencial. No sé si ello es deliberado, por eso, porque ya sabemos los tiempos en que estamos, con todo el mundo relacionado con lo editorial mirando por encima del hombro, no por superioridad, sino para copiar al vecino, colega, competidor, incluso en opiniones, en expresiones, en tonos.
El viejo recurso de la II Guerra Mundial: Pron sitúa a sus personajes en un hipotético Congreso de Escritores Fascistas Europeos que va a celebrarse en una pequeña ciudad italiana. Problema 1: estamos en la primavera del 45, y las cosas no parecen acabar de pintar bien para los partidarios del Eje. De hecho, las montañas y los bosques que rodean la ciudad son un hervidero de brigadistas y partisanos que, atentos a los movimientos del conflicto, empiezan a tomarse la justicia por su mano. Sea porque saben que van a hacerse con el poder, sea porque van a perderlo. Problema 2.: Luca Borrello, uno de los más insignes congresistas, aparece muerto al fondo de un barranco.
En torno a este misterio no central, y desplazándose adelante y atrás y hacia los lados, Pron, teje una trama oscura donde asistimos a tres momentos (representados por las tres generaciones de varones apellidados Linden) de la historia europea: 1945, 1978 y la actualidad. Como sugiriendo que solo las ideologías coherentes y arraigadas pueden superar la barrera del tiempo, y como insinuando que las heridas tardan más en cicatrizar, si lo hacen, cuando son interiores, Pron nos lleva desde las disquisiciones sobre la coherencia del fascismo y de su hermano bastardo, el futurismo, (representados por aquellos que ya temblaban como un flan ante el advenimiento de un tiempo en que la gente no les reiría las gracias, sino que se fijaría, y mucho, en las desgracias que habían organizado) hasta el desestructurado presente. Y los escritores parecen argumentar, ahora que le ven las orejas al lobo, que todo lo suyo era una mera teoría que ha sido malinterpretada, y se entregan al perverso juego del equívoco y a lo que sea con tal de salvar un pellejo; aunque allí con ellos haya miembros de las SS y escritores alemanes con su imperioso poder organizativo. Y viendo desmoronarse su perversa utopía quieren argumentar, los escritores querrán desmarcarse, ellos no son los que llevan la pistola al cinto, todo se ha ido de las manos, los extremos se tocan, hemos sido tergiversados.
Pron alterna escenas memorables con algún interludio con exceso de carga teorizante. Quien aprecie ese espíritu aguerrido, el de huir del típico esquema de misterios que se van resolviendo, disfrutará enormemente. Lectores de otro perfil no tan bregado puede que le recriminen esos cabos sueltos dejados de forma premeditada. Eso sí, Pron es un autor cuyos movimientos tienen, siempre, una justificación.
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Y Pron es un autor que aceptó responder algunas de nuestras inquisitorias cuestiones. Sobre esta novela, sobre su obra, y sobre cualquier cosa. Lo hizo justo ayer, y aquí lo tenéis, ya.
El escritor que respondía cuestionarios sólo mientras veía partidos de fútbol
Foto: Lisbeth Salas |
¿Qué obras o autores sirvieron de influencia para la escritura de la novela?
Algunos libros se escriben con un puñado de referencias, cinco o seis autores y obras que le sirven de tradición y de marco; pero hay otros libros que, por su carácter “total”, sólo pueden ser escritos bajo la influencia de cientos, verdaderamente cientos de libros y autores, también los que hemos olvidado pero han moldeado nuestra sensibilidad y nuestra forma de ver la literatura. En “No derrames tus lágrimas […]” está la literatura futurista, por supuesto, pero también Ezra Pound, Jorge Luis Borges, Thomas Bernhard, Roberto Bolaño, Georges Perec, Julien Gracq, Marcel Duchamp, Felix Philipp Ingold. Kurt Vonnegut, Jr… Muchos, realmente muchos autores y libros: casi todos los que he leído, de una manera o de otra.
¿Cree que los libros sobre escritores (tipo "Prohibido entrar sin pantalones") son un subgénero de moda?
No, no lo creo. Más bien creo que existe la necesidad en algunos autores (y en sus lectores) de escribir y leer libros que expliquen, de ser posible, la traición a la agrafía y a la comodidad en la que incurre quien, por una razón u otra, y contra todo sentido común, decide escribir. Queremos estar allí cuando lo hace, queremos saber por qué y cómo lo hace y por qué un día deja de hacerlo, y los “libros sobre escritores” narran precisamente eso.
¿Por qué pone siempre títulos tan largos?
Al comienzo, como un gesto de rebeldía ante la obra de Ricardo Piglia, que ejerció una influencia muy importante en mí como lector y tiene títulos breves o brevísimos; al final, por la incapacidad de escribir títulos más breves.
La obra de Borrello es un ejercicio de desaparición del autor y de la literatura ¿Cree que la literatura está destinada a desaparecer?
Bueno, creo que la literatura (al menos como negocio) está haciendo unos méritos notables para desaparecer. Sin embargo, también creo que una de sus funciones principales, que podríamos denominar “función narrativa”, es parte ineludible de la esencia del ser humano y no desaparecerá, lo que no significa que vaya a permanecer en la literatura y no a mudarse a otro medio, posiblemente audiovisual. Luca Borrello lo intuye, creo, y su historia es la de quien, habiendo perdido la literatura, la recupera y luego se pierde y la pierde.
Vd, es una persona muy activa en redes sociales. Nosotros, un blog sobre literatura. ¿Cómo vamos a apañárnoslas para trascender en medios tan potentes en el día a día, pero tan volubles en el futuro? ¿Ve estos canales, en algún momento, como independientes del hecho o no de la publicación?
No creo que ninguno de nosotros pueda apañárselas de ninguna manera para trascender: de hecho, me parece evidente que todos estamos condenados al olvido, a trazar una raya en el agua y que ésta se disuelva a nuestro paso. No tiene siquiera sentido pensar en estas cosas.
Vd. forma parte de ese movimiento global de escritores que desarrollan carreras lejos de sus lugares de nacimiento ¿Se ve estableciéndose de nuevo en su país?
¿En cuál de todos ellos? (En realidad, yo siempre estoy en “mi país”, dondequiera que esté.)
Pregunta trampa (por lo panorámica) Si no sabe lo que es un informe DAFO, se lo explico. Se usa en management para valorar Debilidades Amenazas Fortalezas y Oportunidades. ¿Se ve capaz de improvisar un informe DAFO de la literatura actual?
No estoy seguro de ser o haber sido capaz, pero creo haber improvisado ese informe en un libro publicado hace dos años y que se titula (nuevamente los títulos largos) El libro tachado: Prácticas de la negación y el silencio en la crisis de la literatura (Turner, 2014).
Para concluir, una segunda pregunta-trampa. Hágase esa pregunta que le gustaría que le hicieran en una entrevista perfecta. Aquella cuya respuesta lleva preparando interiormente años. Y ya que estamos, respóndala.
A menudo (mejor dicho, en todas las entrevistas) echo de menos que me pregunten “¿Por qué?”. Es decir, por qué en relación a todo y a todos. La respuesta, inevitablemente, sería o es (y aquí no soy nada imaginativo, lo siento) “¿Por qué no?”.
Y se quedó sin mencionar la intercambiabilidad.
Y se quedó sin mencionar la intercambiabilidad.
www.patriciopron.com
https://twitter.com/Patricio_Pron
www.elboomeran.com/blog/539/blog-de-patricio-pron
Estoy bastante de acuerdo con la reseña, y la entrevista me ha parecido muy interesante. Creo que es evidente la relación con Bolaño (la literatura nazi en América tiene aquí su contrapunto europeo) y también con Borges; una de las secciones, la de la convivencia entre el partisano y el escritor, me ha recordado también mucho a Soldados de Salamina, pero igual no es deliberado.
ResponderEliminarMe ha parecido una buena o muy buena novela, muy bien escrita, y que plantea cuestiones interesantes sobre la creación, el compromiso, el sentido de la literatura y el arte. Eso sí, a lectores-no-escritores, por mucho que diga Pron, todas estas cuestiones es posible que no les atraigan demasiado.
Todos los escritores que Pron cita como influencias de su novela, son propios del "MANUAL DEL GÜEN MODELNO". Aclaro, que yo soy antiguo, y evidentemente abomino del "postureo", que del tal Ingold es la primera vez que oigo hablar. Y vuelvo a aclarar, a Borges ¡ese gran novelista! lo excluyo del "numerito", porque Borges es de todos, también de los macarras como yo. ;-)
ResponderEliminarA mí me harta ya lo de los libros que hablan de escritores. Entiendo que es natural que cada uno escriba de lo que conoce mejor, pero cansa. Es que la vida y los problemas de los escritores, no me parece que sean tan apasionantes, la verdad.
ResponderEliminarPor ejemplo Vila Matas, lo que he leído de él, joder, pues muy pesado.
Y aclaro, no es que no me guste Vila Matas. Sólo me refiero a sus temas.
ResponderEliminarLa última pregunta me parece muy molesta. Se la hacen todos los periodistas a todos los entrevistados, es como no tener curiosidad ni creatividad para preguntar y pasarle la pelota al otro. De existir esa pregunta no hecha jamás y su respuesta infinitamente masticada no creo que nadie la suelte tan fácil. Debe ser aburrido escuchar siempre las mismas preguntas.
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